Image: Ángel Corella

Image: Ángel Corella

Teatro

Ángel Corella

Su nueva compañía debuta en Segovia

10 julio, 2008 02:00

Ángel Corella. Foto: Justy García

A la espera de su estreno absoluto el próximo septiembre en el Teatro Real, la compañía de ángel Corella hará su "avant-premiére" mañana y pasado en la Granja de San Ildefonso, dentro de "Las noches mágicas", en el Palacio de la villa.

La incertidumbre comienza a despejarse. El Corella Ballet se presenta al fin en un escenario con la aspiración del bailarín español del American Ballet Theatre de convertir la compañía en la referencia de la danza clásica nacional. El lugar escogido para el debut es el Patio de la Herradura del Palacio de la Granja de San Ildefonso, espacio al aire libre por el que este verano pasarán artistas como Lucía Lacarra o Sara Baras. Corella va a crear una escuela-residencia para bailarines y ha recibido ayudas para que la compañía se asiente en la localidad segoviana. Aunque el debu será en septiembre con un programa clásico, La Bayadera, reservado para el Teatro Real, ahora presenta un programa de formato más pequeño y corte neoclásico con pinceladas contemporáneas creadas por Clark Tippet, Stanton Welch y Twila Tharp.

Del primero es Bruch violin concerto nº 1. La pieza sobre la música del compositor alemán, la de corte más tradicional de las tres, es un festival de "portés" masculino en el que los bailarines, prácticamente, se limitan a servir de apoyo a sus compañeras.

La situación cambia por completo en Clear. Estrenada poco después de los atentados del 11 de septiembre en 2001, la obra de Welch muestra la agresividad y fiereza de un grupo de seis hombres, entre los que estará el propio Corella en la presentación de La Granja, en torno a una bailarina.

Y para finalizar la velada, la compañía interpretará In the upper room, una pieza de hace más de 20 años que surgió tras la petición que le hizo Twila Tharp a un recientemente encumbrado a la fama Philip Glass para que le creara una música. La solicitud no le hizo mucha gracia al compositor, aunque al final acabó aceptando . Porque, cómo resistirse a que fuera interpretada por una de las grandes coreógrafas del siglo XX.