Los productores anuncian
Acusan de competencia desleal al teatro público madrileño
24 julio, 2008 02:00Un momento del musical Jesucristo Superstar.
En líneas generales, la temporada teatral cierra con buenos resultados. Eso es, al menos, lo que se desprende del balance que realizan algunos de los productores y gestores de varios teatros madrileños, consultados por El Cultural. Sin embargo, y de cara a la próxima temporada, los productores temen la crisis. Prevén que la inflación suba los costes de producción e intuyen que habrá un descenso de espectadores. Pero es otro problema el que les preocupa y critican: la "competencia desleal" que a su juicio vienen practicando los teatros públicos y, muy especialmente, los municipales. Argumentan, entre otras cosas, que sus presupuestos millonarios hacen subir los cachés de actores y producciones.
La particularidad de Concha Busto en relación con el resto de productores que aquí aparecen es que no cuenta con un teatro en propiedad o alquiler en el que exhibir sus espectáculos. Busto es productora pero también distribuidora de obras propias y ajenas. Esta temporada ha producido dos clásicos: El sueño de una noche de verano, dirigido por Tamzind Townsend, y Cyrano de Bergerac, protagonizado por José Pedro Carrión. De la primera ofreció un centenar de actuaciones por toda España, incluida Madrid, lo que permitió que la vieran 70.000 espectadores. Explica que "El sueño no ha sido una producción rentable, llevaba 23 personas, pero contactaba muy bien con el público. Sin embargo, no hemos recuperado lo invertido" (la producción costó 468.000 euros y recibió de la Comunidad una subvención de 48.000). Cyrano, sin embargo, sí ha amortizado la inversión (338.000 euros. y subvencionada con 51.000 euros). La han visto unas 78.000 personas. Se exhibió en el teatro municipal de Madrid, el Español, y luego ofreció casi un centenar de representaciones por España. Como distribuidora ha gestionado La tortuga de Darwin, El circo de la mujer serpiente o, más recientemente, Hamlet, de Juan Diego Botto, entre otros.
Busto es crítica con la gestión municipal y autonómica. Fue una de la firmantes del Manifiesto del Teatro en Madrid, que denunciaba el desprecio de la política municipal por los artistas y compañías que trabajan en Madrid. Ahora está irritada con la ridiculez de subvenciones que la Comunidad de Madrid va a otorgar este año: "No sé si considerarlo un insulto. Las han bajado considerablemente. Además, estreno el 11 de octubre Cosmética del enemigo, que ha sido subvencionada pero al día de hoy el Consejero todavía no ha firmado la concesión de subvenciones. Y por parte del Ayuntamiento no tenemos ningún tipo de ayuda".
Busto señala que en pocas ocasiones puede llevar sus producciones a teatros privados, que dependen exclusivamente de la taquilla. "En los teatros públicos corren con la publicidad, que es muy importante, y luego cuentan con una dotación técnica que no tienes en los teatros privados. Se suele ir a caché pero con Cyrano fui a taquilla en el Español, aunque me daban un fijo si no llenaba, cosa que no ocurrió".
También acusa al Español y al Centro Dramático Nacional de competencia desleal. "Es tremendo que dos teatros institucionales hayan llamado a actores de mis producciones y nos hayan dejado sin ellos con quince días de preaviso, como estipula el convenio. Es un gran percance, te obliga a sustituirlos y cambiar los carteles y programas. Esto antes no ocurría, había una ética entre los profesionales del teatro que hacía que nos respetáramos. Y no estoy hablando de limitar las oportunidades de los actores, sino de la forma de hacer las cosas. Por ejemplo, Focus me ha consultado en alguna ocasión sobre la disponibilidad de tal o cual actor, es lo adecuado".
Alejandro Colubi: "Las fechas del Festival de Otoño, que coinciden con el arranque de la temporada, nos arruinan la presencia en los medios"
Alejandro Colubi está contento a nivel personal con la cuenta de resultados de los teatros que dirige en Madrid: el Marquina y el Príncipe Gran Vía (y comparte la gestión del Maravillas con Pedro Larrañaga): "Personalmente no me quejo de los resultados, pero creo que ha sido una temporada en la que se ha dejado sentir la crisis. Cuando hay recesión, la gente prescinde de aquellas cosas que no considera fundamentales y, desafortunadamente, la cultura es una de ellas".
Como productor esta temporada ha hecho Fiel y Miles Gloriosus, ambas dirigidas por Juan José Afonso. Esta última acaba de ser estrenada en el Festival de Mérida, con José Sancho y Pepe Viyuela, y en la que ha invertido 380.000 euros (la subvención recibida alcanza los 24.000). También ha participado en otras producciones como Por los pelos, protagonizada por Loles León y que ha permanecido siete meses en el Príncipe Gran Vía, donde la han visto unas 110.000 personas. En el Marquina, Seis clases en seis semanas, con Lola Herrera, atrajo a 120.000 espectadores.
Colubi es presidente de la Asociación de Empresarios de Locales y es también uno de los productores que ha apoyado la Plataforma del Teatro de Madrid. En su opinión "tanto el Ayuntamiento como la Comunidad están aplicando un modelo de gestión cultural que está agotado. Están haciendo sus políticas de espaldas a la profesión, o esto cambia o la iniciativa privada desaparece". Se trata de un modelo en el que la función del teatro público se ha desvirtuado: "El teatro público ha de tener unas parcelas claramente delimitadas que, en mi opinión, son las de apoyar a los nuevos creadores, las nuevas tendencias. Disponen de grandes presupuestos y, como los que trabajan en el teatro público no corren ningún riesgo, contratan a directores y a actores sin importarles cuánto cobran y lo hacen con dinero que pagamos todos. Y digo esto porque me considero un defensor del teatro público, creo en su presencia".
El calendario del Festival de Otoño es uno de los caballos de batalla de Colubi: "Nadie discute que se realice, pero que lo trasladen a otra fecha y que no lo hagan coincidir con el arranque de temporada porque nos arruina la presencia en los medios". Y tiene también palabras para el alcalde Ruíz Gallardón, que calificó a los miembros de la Plataforma de "anticatalanes" que quieren acabar con el teatro público: "Han sido unas declaraciones desafortunadísimas, llenas de prepotencia y que tendrán una respuesta adecuada. Ha falseado la realidad y ni siquiera se ha leído el manifiesto de la Plataforma". Colubi cree que si consideramos los teatros públicos madrileños en su conjunto, "éstos son sin duda el gran competidor nuestro, pues disponen de un presupuesto disparatado".
Jesús Cimarro: "Es sorprendente el intervencionismo del Ayuntamiento de Madrid. Se supone liberal pero actúa de forma contraria"
Pentación es la empresa que dirige Jesús Cimarro, dedicada a la producción y distribución de espectáculos y que también gestiona el Teatro Bellas Artes de Madrid. Es una de las productoras más activas de la capital, que facturó 5.450.000 euros en 2007. Esta temporada ha puesto en escena seis obras de teatro de texto, cuya particularidad es que están vinculadas a cabeceras de cartel: Seis clases de baile en seis semanas (con Lola Herrera), El guía del Hermitage (con Federico Lupi), Mentiras, incienso y mirra (con Jordi Rebellón), Sonata de otoño (con Marisa Paredes), Mujer busca hombre que aún no existe (de Eloy Arenas) y Don Juan, burlador de Sevilla (con Fran Perea). Por tres de ellas ha recibido subvenciones.
En su opinión, esta temporada ha sido, "a grandes rasgos, positiva porque ha habido una gran variedad de espectáculos, desde teatro de texto hasta musicales. Yo he procurado hacer espectáculos de calidad, con el objetivo de ir a un público lo más variado posible y en los que en general he tenido una buena respuesta". Sus espectáculos han sido vistos por 241.138 espectadores de todo el país, destacando Seis clases de baile..., que ha estado representándose en Madrid toda la temporada y que ha ofrecido 293 funciones, El guía del Hermitage, con 130 actuaciones, y Como abejas atrapadas en la miel, espectáculo protagonizado por Luisa Martín y producido la temporada anterior, pero que ha seguido de gira hasta alcanzar las 132 funciones.
Jesús Cimarro es presidente de la Asociación de Productores Teatrales de Madrid, organismo que acoge a muchos de los productores madrileños, algunos de los cuales se han integrado a título personal en la Plataforma del Teatro en Madrid. "Aunque yo no estoy integrado en esa Plataforma, sí existe en el sector una preocupación sobre todo lo referente a la política municipal en materia de Artes Escénicas", explica. Y añade que "el Ayuntamiento practica una competencia desleal con la iniciativa privada. Es sorprendente el intervencionismo de un gobierno que en principio debería ser liberal y que hace todo lo contrario a través de sus teatros, produciendo, distribuyendo y contratando espectáculos que debería hacer la iniciativa privada". E ilustra el asunto: "En materia de publicidad utiliza para su único beneficio todos los soportes existentes de mobiliario urbano sin dar ni un espacio a la iniciativa privada. Y se podrían seguir poniendo numerosos ejemplos". Cimarro sostiene que este enfrentamiento entre el sector público y privado no se da en Barcelona: "Es una relación de respeto, hay un pacto en el cual lo público sólo interviene donde lo privado no llega. Ya nos gustaría en Madrid poder llegar a tener esa situación".
Julia Gómez Cora: "El Español prepara un musical y ofrece a nuestros actores cachés muy superiores a los que pagamos"
Julia Gómez Cora dirige en España Stage Entertainment, la empresa líder del sector teatral en volumen, espectadores y empleo generado. Especializada en la producción de espectáculos musicales, esta temporada ha puesto en escena cinco, dos de ellos en Madrid: Jesucristo Superstar y La bella y la bestia. La empresa invirtió siete millones de euros en los dos espectáculos y empleó a 450 personas. En la capital gestiona dos grandes teatros: el Lope de Vega y el Coliseum.
"ésta ha sido una temporada estupenda. Hemos cerrado nuestro mejor año. Nuestras producciones han sido vistas por un millón y medio de personas. En Madrid hemos tenido 600.000, frente a los 420.000 del año anterior", informa.
Tanto en Madrid como Barcelona, los musicales aportan el grueso del público teatral. "En Barcelona el 45 por ciento de los espectadores lo son de musicales. En Madrid, estimo que la mitad del público que tiene el teatro va a espectáculos musicales.
Gómez Cora es secretaria de la Asociación de Productores Teatrales de Madrid y explica que desde esta institución "estamos muy descontentos con la política cultural del Ayuntamiento por la competencia desleal que las instituciones municipales nos están haciendo. Hemos intentado reuniones con Alicia Moreno, pero... Santiago Fisas, Consejero de la Comunidad, pone más voluntad, pero también la Comunidad tiene mucho por hacer y estamos expectantes con los Teatros del Canal". Desde su faceta de productora también señala otras quejas: "El asunto de la publicidad es decisivo: los teatros del Ayuntamiento explotan soportes publicitarios a los que nosotros ni siquiera podemos acceder pagando. Me refiero a los carteles que penden de las farolas de la ciudad. En Barcelona, por ejemplo, se comparten con el sector privado. Además, el Ayuntamiento incurre constantemente en una competencia desleal. Yo traje a Julio Bocca, pero la última vez que lo intenté me dijo que prefería ir a los Veranos de la Villa. Le pagan toda la publicidad y el caché, llene o no llene. Yo le ofrezco ir a taquilla".
Esta "competencia" también se extiende a actores y técnicos. Y pone el ejemplo del musical que anuncia el Español para otoño: "Mario Gas va a reponer Sweeny Todd. Está haciendo ofertas a algunos de nuestros actores protagonistas muy superiores a lo que les pagamos sin importarle que sean actores de Barcelona, con lo que a su caché hay que sumar las dietas, pero como es dinero público... Me pregunto qué hace el Español programando un musical. Creo que no es una obra para un teatro municipal. Y si se empeña en hacer un Sondheim porque es un autor de culto, podríamos optar por fórmulas de colaboración". Entre éstas señala los acuerdos que hay en Barcelona entre el sector público y el sector privado. "El Teatre Nacional de Catalunya participa en la producción de espectáculos que tras unas semanas de representación en el TNC pasan a explotarse en el circuito privado. Además, el ICIC financia producciones y, si fracasan, liberan a la empresa de devolver lo recibido".