Dos actores del teatro de la 'Fontanka'

La Abadía recibe durante tres únicos días a la compañía de San Petersburgo Teatro de la Fontanka. La formación, que suele dirigir sus trabajos a un público joven, presenta Gritos de Odessa, de Isaac Bábel.

El desembarco ruso continúa en Madrid. A la exitosa presentación en junio pasado de la compañía Festival Chéjov con un Shakespeare dirigido por Declan Donnellan, y a la espera del regreso de la de Fomenko en el próximo Festival de Otoño, le toca el turno ahora al Teatro de la Juventud de Fontanka. La formación, una compañía de San Petersburgo integrada por varias agrupaciones pequeñas, se presenta en el La Abadía con Gritos de Odessa, obra de Isaac Bábel que representará -en ruso, con sobretítulos en castellano- solamente desde mañana y hasta el domingo.

La pieza está inspirada en la obra teatral Ocaso que estrenó sin éxito el Teatro del Arte de Moscú en los años veinte del siglo pasado. El texto se centra en una familia judía de Odessa (hoy perteneciente a Ucrania y donde nació Bábel) en la que un viejo patriarca impone su voluntad a todos. Hasta que su deseo de vivir una segunda juventud casándose con una joven gentil hace que sus hijos se levanten contra el dominio del padre. El progenitor acepta la derrota, apaga sus sueños, dando lugar, según la versión de Fontanka, a una situación en la que la aceptación del otro y su comprensión destacan sobre el resto de asuntos que aparecen en la obra. El montaje supone el debut madrileño de la prestigiosa compañía peterburguesa fuera del circuito de teatro infantil y adolescente. La compañía ya ha estado tres veces en Madrid, invitada por el Festival Teatralia. Porque esa es una de las características de esta compañía dirigida por Simeón Spivak, la de tener un amplio repertorio de obras que se mueve en todos los ámbitos teatrales con un elenco estable de ¡45 actores! Con ellos lo mismo representa clásicos europeos que autores rusos como es el caso de Gritos de Odessa.

Víctima del stanilismo. La obra supone, además, prácticamente la presentación de Bábel en España. Aunque más conocido por su trayectoria novelística, en la que sobresale Caballería roja, destacó también como autor de relatos cortos y cuentos que tuvieron como gran valedor a Gorky, quien le publicó sus primeros escritos y luego le ayudó a capear las graves acusaciones de contrarevolucionario que recibió en los años veinte. Acusaciones que le llevaron a la muerte, en 1940, tras haber perdido el manto protector de Stalin, a quien parece ser que le gustó bastante la célebre novela. Un año antes había sido detenido y encarcelado en la temible Lubianka, donde confesó lo que quisieron sus captores, desde ser espía francés hasta informador de los troskistas, por lo que fue ejecutado tras ser juzgado en el mismo despacho de Beria.