Image: Asuntos de familia

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Teatro

Asuntos de familia

Tras una etapa en la que la multiculturalidad y los problemas de identidad han dominado la dramaturgia actual parece que la atención se vuelve a concentrar en los conflictos humanos de siempre, los provocados por las relaciones familiares y los v&i

1 mayo, 2009 02:00

Manolo Caro en Tan Pancho y con brío (Sala Triángulo)

El día 7 La Mirador estrena Esa cara, obra de la británica Polly Stendham sobre los conflictos familiares, argumento que ha inspirado también a Luis García Araus, Javier García Yagöe y Susana Sánchez en Siempre fiesta (Cuarta Pared). Manolo Caro opta por una obra más personal (Triángulo).

Tras una etapa en la que la multiculturalidad y los problemas de identidad han dominado la dramaturgia actual parece que la atención se vuelve a concentrar en los conflictos humanos de siempre, los provocados por las relaciones familiares y los vínculos amorosos. Una ojeada a las programaciones de las salas alternativas muestra cómo las derivaciones que ha experimetado la familia es uno de los grandes pozos argumentales de la literatura dramática actual.


La sala Mirador de Madrid presenta el 7 de mayo Esa cara, obra de la joven promesa del teatro inglés actual, Polly Stendham. La producción la promueve, dirige y protagoniza Pilar Massa, que la estrenó en la última edición del Festival de las Autonomías de la capital. Esa cara la escribió la autora con 19 años (ahora tiene 22), y ha sido uno de los debuts más prometedores que se recuerdan en Londres. En ella, Stendham aborda el tema de las relaciones familiares conflictivas: adolescentes al cuidado de una madre frágil y con adicciones peligrosas, o mejor dicho a la inversa, madre problemática al cuidado de sus hijos. La autora ha negado que la obra tenga algo que ver con su vida (es hija de padres separados), pero es un tema que le interesa, y que trata en su segunda obra, Tusk, Tusk.

Según ha declarado la joven escritora, el teatro le resulta "un medio muy radical: si es malo, es una mierda; y si es bueno, es la mejor manera de contar una historia, porque es en directo y si te toca de cerca lo hace más intensamente que el cine o la literatura. Como todo, el teatro tiene su lado bueno y malo. Y yo pretendo escribir para el lado bueno".

Adolescencia. El gran reto de la produción española es la interpretación de los cuatro adolescentes, aspecto que suele flaquear en la escena de nuestro país. En este caso, la labor recae en Ivana Heredia, Ainhoa Santamaria, Ignacio Jiménez y Antía González, que, junto con la propia Massa y Borja Elgea, conforman el reparto.

Esta temática también centra la obra Siempre fiesta, de Luis García Araus, Javier García Yagöe y Susana Sánchez, un gran éxito de la Cuarta Pared que se representa hasta el mes de junio. Es la historia de una familia que parece vivir en una Arcadia, hasta que su estilo de vida perfecto comienza a resquebrajarse. En realidad, es el contexto para una fábula social que les permite hablar a los autores de la realidad con una mirada irónica. Luis García Araus firma también con Aitana Galán De cerca nadie es normal, estrenada hace dos meses en el Amaya de Madrid con una esplendida Silvia Espigado. Divertida y misteriosa comedia, con una muy bien trabada carpinteria teatral, cuyo argumento aborda la tiranía que algunos hijos ejercen sobre sus padres.

Una ITV personal. Trabajo muy distinto, más poético e íntimo, es el que se muestra en la sala Triángulo. Allí el actor sevillano Manolo Caro presenta su primer espectáculo unipersonal, Tan pancho y con brío. Caro se ha ganado cierta popularidad gracias a la televisión (Sin tetas no hay paraíso, Los Serrano) y al cine (Padre coraje, Fago), pero su escuela ha sido el teatro. Para este espectáculo, ha querido contar expresamente con el director Luca Nicolaj: "él trabaja a partir de improvisaciones con los actores, sus obras son como collages teatrales que están más cerca de poemas escénicos que de una obra con una estructura narrativa", explica. Y así ocurre con este espectáculo tragicómico, que Caro define como una "ITV personal" porque en él va planteando cuestiones que le preocupan y que tratan de las relaciones de pareja, pero también disquisiones personales sobre el mundo y lo cotidiano que le permiten transitar por un abanico de estados de ánimo. "No es un monólogo al estilo de las paramount comedies, sino un espectáculo armado sobre un texto y en cuya puesta en escena la danza, o el movimiento, cumple un papel".