Image: Las criadas en masculino

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Teatro

Las criadas en masculino

Manel Dueso estrena Las criadas, de Genet, en La Abadía

15 enero, 2010 01:00

Isaac Alcayde y Oriol Genís, en la obra

Cuando Genet publicó Las criadas manifestó que la obra resultaría mucho más teatral si los personajes femeninos los interpretaban hombres. Así la ha dirigido Manel Dueso, que la estrena en La Abadía el día 21 con Isaac Alcayde y Oriol Genís.

Las criadas fue el primer texto teatral de Jean Genet y, vista hoy en el conjunto de su obra, resulta un gran prólogo estilístico y argumental de la literatura que produciría después. En ella está contenida la vía poética de lo maldito, de lo no confesado, con un lenguaje que traslada a un mundo angustioso y hermético, de ritos; es el lenguaje de un autor que rechaza los conceptos morales y las normas sociales, que conoce bien los bajos fondos de la sociedad, el espíritu humano en su más vil condición. Es literatura de un hombre rebelde.

Cuesta desentrañar el significado de un texto como Las criadas. Como el propio Genet defendió, no se trata de una obra realista que pretenda reproducir el enfrentamiento de clase entre dos criadas y su señora; para eso ya están los sindicatos, recordaba. Por el contrario, "es una obra muy filosófica", explica el director Manel Dueso. "Trata de la no aceptación de nuestra condición humana, de cómo constantemente nos tenemos que inventar que somos otros para disolver nuestro dolor. Genet propone un juego que les permite a los personajes escapar de su realidad, que detestan, y reconocerse a sí mismos como otros". Claire y Solange pueden parecer dos perturbadas: juegan a ser la señora para la que trabajan y, por momentos, se travisten en ella, pero también se intercambian los roles. Pero no son dos locas, sino mujeres que aborrecen lo que son.

Dueso, que profesa gran admiración por el teatro de este autor, cree que Genet tenía una idea demoníaca del teatro: "Buscaba con esta obra radicalizar la apariencia. Partir de lo más teatral, de lo más irreal, para alcanzar una verdad que impactara a los espectadores. Es como lo que hace un prestidigitador: todo el mundo sabe que es mentira que corta a una mujer por la mitad para luego hacerla aparecer de cuerpo entero, pero consigue emocionar con sus trucos. También en Genet todo tiene que ser falso para engañar al espectador", explica.

Más difícil todavía.
En esta lógica del prestidigitador, Genet creía que el teatro era un artificio que podía servir una verdad que, en realidad, es mentira (¿no es acaso eso el arte?) Y también pensaba que el impacto de Las criadas sería mayor si era interpretada por hombres, porque al artificio de los personajes se sumaba el "más difícil todavía" de hacerlo con actores que debían interpretar a mujeres. Su propuesta no debe ser entendida como un ejercicio de travestismo o de trasladar la obra al entorno homosexual. Este experimento ya lo hizo en Madrid el argentino Daniel Cicaré, quien dirigió en 2002 esta obra en Escena Contemporánea. En la memoria queda el protagonizado por Nuria Espert y Julieta y, más tarde, por Aitana Sánchez-Gijón y Emma Suárez.

La que se presenta ahora en La Abadía de Madrid fue estrenada en septiembre del 2008 en la sala Muntaner de Barcelona. Está protagonizada por los actores Isaac Alcayde, en el papel de Clara, y Oriol Genís, en el de Solange, además de Xavier Pujolràs, en el de Señora. Con ellos, Dueso ha querido componer un espectáculo que "muestre el universo genetiano, de ahí el título Genet, Las criadas. Hemos querido penetrar en su mundo y ofrecer un espectáculo en el que la sexualidad está muy a flor de piel".