Image: Reencuentros con Bergman

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Teatro

Reencuentros con Bergman

Llega al Español su epitafio fílmico

19 marzo, 2010 01:00

Momento de Escenas de un matrimonio/Saraband

Marta Angelat dirige Escenas de un matrimonio/Saraband, dos textos del cineasta sueco que llegarán el día 23 al Teatro Español en coproducción con el TNC.

En estos últimos años se ha puesto de moda en el Toneelgroep Amsterdam la escenificación de guiones cinematográficos de películas cult de los años 60 y 70. Así, los guiones que en su día escribieron Visconti, Pasolini y Bergman para la gran pantalla han sido llevados a la escena teatral. La principal diferencia entre el guión cinematográfico y la obra teatral radica en sus finalidades: mientras que la escritura teatral suele ser un fin en sí misma, el guión no es más que el manual de instrucciones para un fin superior: la creación imágenes.

El próximo 23 de marzo se estrena en el Teatro Español de Madrid el díptico Escenas de un matrimonio/Saraband, coproducción del coso madrileño con el TNC que cuenta con la dirección de Marta Angelat, escenografía con dos espacios a distinta altura de Glaenzel y Cristià e iluminación de tonos cálidos y progresivamente gélidos de Lyonel Spycher. Saraband es un epitafio fílmico en vida, un epílogo a una de sus obras maestras: Escenas de un matrimonio. Tras la separación en Escenas, Saraband de Johan y Marianne (espléndidos Francesc Orella y Mónica López) arranca con el reencuentro de estos dos personajes 30 años después: Marianne (ahora Marta Angelat) se presenta en el refugio del bosque donde vive el ermitaño Johan (ahora Miquel Cors) rodeado de libros tras haberse retirado como profesor.

Una relación tortuosa.
Johan, pueril y narcisista, mantiene una tortuosa relación con su hijo Henrik (Francesc Orella) al que humilla mientras se desvive por su nieta Karen (Aina Clotet). A partir de aquí asistimos al duelo de un pasado enconado en el presente y a un lúcido análisis de situaciones que ya no pueden modificarse. Resulta conmovedor ese temple frío y a su vez emocional con el que los actores del film sostienen monólogos en primeros planos que delatan el dolor interior. Algo, sin duda, muy difícil de resolver teatralmente y desde un punto de vista convencional.

Otro de los escollos con el que ha de lidiar la conversión teatral de la película es el paso del tiempo real (y no dramático) que acontece entre la pareja de actores que interpretó Escenas y que luego se reencuentran en Saraband. De alguna manera, la razón de ser de esta despedida fílmica fue precisamente este paso del tiempo y la búsqueda de compasión y de perdón por parte del creador. "Miradme, entendedme y, si es posible, perdonadme", llegó a escribir Bergman en sus memorias. En la sutil y fluida propuesta de Angelat, dos parejas de actores de diferentes edades interpretan a Johan y Marianne, eliminándose así la brecha de tiempo real que, en su día, dio sentido al reencuentro en el ocaso de dos vidas.