Teatro

Los títeres crecen

8 octubre, 2010 02:00

Escena Aullidos


A lo largo de todo el siglo XX, Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, en su Diccionario de los símbolos, definen al títere como la heroína de los deseos secretos y los pensamientos ocultos. Von Kleist consideraba al títere un organismo vivo compuesto de una materia liberada de la gravedad.

Maeterlinck fue más allá al considerarlo como un estado intermedio en la evolución de la nueva escena: un teatro de sombras, no corpóreo, y en el que la mente desempeñaría un papel esencial. El títere también interesó a Valle, a Lorca, a Miró y a otros creadores y compañías actuales.

Entre estas últimas destaca la labor de Teatro Corsario y de su responsable de la división de títeres para adultos, Jesús Peña. Él es el artífice de Aullidos, espectáculo inspirado en cuentos de hadas. En cuanto al trabajo con los manipuladores, Peña logra extraer de ellos todo su potencial expresivo como actores, permitiendo así que el espectador reciba todo su caudal emocional: "Los actores han de interpretar a los personajes de un modo similar a como lo harían sin los títeres", cuenta Peña.

Aullidos tiene su origen en relatos mitológicos como Cupido y Psique, y cuentos de hadas como La bella durmiente. El espectáculo nos cuenta la historia de una mujer que, tras ser poseída por los demonios, es ajusticiada por la Inquisición dejando a una hija adolescente huérfana. Para protegerla del amor por los hombres, la madre vuelve a la vida como fantasma, duerme a la joven y vela sus sueños. Aullidos mezcla elementos cómicos y terroríficos, imágenes hermosas y de fuerte impacto: "Me interesan los personajes con vidas misteriosas y secretos terribles. Quiero sorprender al espectador con propuestas provocadoras que traten temas universales".