Pablo Messiez, en 'Misericordia'. Foto: Geraldine Lautre

Pablo Messiez, en 'Misericordia'. Foto: Geraldine Lautre

Teatro

La dramaturga Denise Despeyroux recuerda el año en que fue a Uruguay como hija de exiliados

La autora vuelca en 'Misericordia', rompiendo las reglas de la autoficción, la experiencia de aquel histórico viaje promovido por el gobierno español en 1983.

19 enero, 2024 01:22

Denise Despeyroux ha decidido explicar una parte importante de su biografía en Misericordia, obra que llegará este 19 de enero al Teatro Valle-Inclán con las interpretaciones de la propia Despeyroux, Natalia Hernández, Pablo Messiez, Cristóbal Suárez y Marta Velilla.

“La decisión de participar como actriz se impuso. Sencillamente no podía esconderme. Aparecer era parte del riesgo que tenía que correr. También vi claro que para poder contar algo acerca de mi vida tenía que convertirme en un elemento imprescindible para que Darío Duarte, uno de los personajes, pudiera contar la suya”.

Se refiere la autora de Carne viva a la historia de más de 150 hijos de exiliados y presos políticos que viajaron a Uruguay para pasar la Navidad de 1983 con sus familias. El relato se centra en Duarte (Pablo Messiez), que es hijo de uruguayos. Viajó en aquel avión, fletado por el gobierno español, con tan solo cinco años pero no recuerda nada. Es un dramaturgo que, ahora, a sus 45, se enfrenta a su primer estreno.

“No podía esconderme. Para poder contar algo sobre mi vida tenía que ser imprescindible”. Denise Despeyroux

Continúa el montaje cuando Sergio Blanco (dramaturgo y amigo de Despeyroux en la vida real), también uruguayo, le anima a que escriba algo sobre aquel acontecimiento tan imporante en su vida. “Darío venera a Sergio. Yo agradezco muchísimo su generosidad en la vida real. En la ficción, Sergio es el puente para que Darío tenga que contactar con Denise, una dramaturga que, de otra manera, no tendría interés en conocer”.

Así, de este juego de espejos, de esta mezcla de realidad y teatro nace un nuevo tipo de autoficción que Despeyroux maneja rompiendo algunas reglas.

“Para empezar, yo no soy la dramaturga protagonista que recibe la propuesta de escribir sobre aquel viaje. Tampoco Darío Duarte es mi alter ego, ya que yo existo como un personaje secundario que en un principio despierta poco interés al protagonista. Me parece relevante el hecho de que Darío, más joven y con menos experiencia que yo, esté en una situación más privilegiada que la mía. Esa es una decisión que me permite trabajar con uno de los temas más difíciles de la obra: mi propio lugar dentro de esta profesión a la que llevo dedicándome toda la vida”.

Para la autora, asistimos a un viaje de la ficción a la autoficción más que a la inversa, pero ambas están estrechamente vinculadas. En la ficción, Sergio Blanco insiste a Darío para que hable con Denise Despeyroux.

Ella también estuvo en el viaje de los niños y podrá ayudarlo. Pero ella (siempre en la ficción) escribe comedias con pretensiones filosóficas en las que, para colmo, se llora. Además, está anticuada y no estrena en salas grandes... Duarte se resiste a hablar con una dramaturga que considera más bien una promesa incumplida...

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Entre el elenco, destaca el autor, director y actor Pablo Messiez, uno de los primeros nombres convocados por Despeyroux para llevar a cabo su proyecto: “Era perfecto para encarnar ese papel. Es un actor estupendo y fue muy valiente sumándose cuando la obra era aún un esbozo. Lo mismo podría decir de Cristóbal Suárez”.