Trad. Elizabeth Power Cátedra. 448 pág., 1.600 pesetas
Decía Hemingway que la gran novela norteamericana era Las aventuras de Huckleberry Finn de Twain y no le faltaba razón. Twain supo entender como ningún otro escritor desde Cooper la esencia de la joven nación que veía cómo sus fronteras se ampliaban cada década. Sin embargo, en España, su obra más popular es Las aventuras de Tom Sawyer y en menor medida Un yanqui en la corte del rey Arturo. El único valor de la primera radica en ser el germen de Huck; la segunda, por el contrario, tiene mayor calado. La sátira que encontramos en Un yanqui... es más ácida y corrosiva que la de Huck. La vieja Inglaterra del medievo es ridiculizada por Twain con idéntica saña que se mofaba del movimiento romántico, pero poco a poco son los Estados Unidos quienes sufren el doloroso aguijonazo de Twain. El presente volumen incluye también una valiosa introducción de Carme Manuel Cuenca.