La niña del pelo raro
David Foster Wallace
6 septiembre, 2000 02:00En todos sus relatos mezcla Wallace lo real y lo imaginario, los personajes históricos y los ficticios; las situaciones diarias más cotidianas con el ambiente ficticio
En cierta forma es una suerte que se publiquen primero sus relatos, pues de otra forma se cae en la tentación de realizar una lectura mediatizada por el contenido de su popular novela.
Los diez relatos aquí recogidos aparecieron con anterioridad en revistas de toda índole, desde la prestigiosa "Paris Review", hasta la elitista "Fiction" pasando por la frívola "Playboy". Y tan variopintos como sus referentes editoriales es la calidad de los relatos. En algunos David Foster Wallace se mueve con la maestría del más consumado cuentista -prefiero no citar nombres- en tanto que otros resulta aburridos, insulsos y carentes de interés.
Formalmente todos ellos se caracterizan por un desmedido afán experimentalista. La primera novela de Wallace fue The Broom of the System (1987) por la que fue comparado con el mismísimo Pynchon (no la he leído pero en vista de su posterior producción tal comparación resulta un tanto forzada) precisamente por su espíritu vanguardista, post-moderno o post post-moderno, en emulación al off off-Broaway, como lo definió algún crítico.
En todos sus relatos mezcla Wallace lo real y lo imaginario, los personajes históricos y los ficticios; las situaciones diarias más cotidianas, como un popular concurso televisivo "Jeopardy", con el ambiente ficticio. El relato que más me ha interesado es "Lyndon", publicado originalmente en "Arrival", cuyo argumento trata de la relación entre su ayudante David Boyd y el presidente de los Estados Unidos. Considero que se trata del relato de mayor calidad y al mismo tiempo el más representativo y característico de todos ellos.
En él encontramos, en boca del presidente Lyndon, lo que será su filosofía argumental: "... lo han tenido todo muy fácil en la vida, joder. Esos jóvenes que son hippies y se manifiestan y usan la violencia y hacen actos públicos. Se lo dimos todo hecho, chaval. Mejor dicho, a sus padres. A los jóvenes de mi generación. Y estos jóvenes de ahora dicen que están cabreados. Nunca han tenido que preocuparse de sufrir ni pasarlo mal en realidad". Esta será precisamente la piedra angular sobre la que descansen relatos como el que da título al volumen, "La niña del pelo raro", un relato bien construido y contado, pero que conociendo ya la obra de autores como Bret Easton Ellis puede resultar un tanto, permítaseme la expresión, desfasado.
Sea como fuere este volumen de relatos es un buen aperitivo para lo que ya se nos promete, la edición de Infinite Jest.