El sangriento conflicto de los Balcanes ha generado varios libros, tampoco suficientes, que intentaban desentrañar la complejidad del mismo. Uno de los más claros es Welcome to hell de Alfonso Marco (Edicions de Ponent, 2001). Pero también ha interesado a varios dibujantes de historieta que viajaron hasta aquellas tierras con misiones humanitarias (es el caso de Arnal Ballester, o de Sento, que recientemente nos regaló su crónica del Viaje a Bosnia). Sin embargo, el más ambicioso y el mejor de los trabajos de esta índole es esta obra de Joe Sacco, un estadounidense nacido en Malta en 1960, que ha sabido mezclar su pasión por el periodismo, carrera en la que se licenció en la Universidad de Oregón, con su dominio del lenguaje de la historieta, en la que debutó a los 23 años.
Sacco nos había ido dejando hasta la fecha en diversas obras los recuerdos de su madre sobre la Segunda Guerra Mundial, el laberinto del conflicto entre palestinos e israelíes (en un album, Palestina, que le valió en 1986 el prestigioso American Book Award), e incluso sus impresiones de una primera visita a Bosnia. Pero en este volumen de lectura más que recomendable cede la voz a los habitantes de la sitiada Gorazde, por la que pasea su figura caricaturizada, para que la empatía nos ponga en la piel de unas víctimas, cuya presencia en los medios de comunicación se le antoja a este dibujante más que minimizada.
Con un estilo gráfico próximo al de algunos maestros del underground estadounidense, Sacco se muestra como el testigo aventajado de la ignomia de un Occidente que tardó demasiado tiempo en responder al genocidio que se estaba llevando a cabo en aquellas tierras. Y, aunque es imposible ante el relato de tanta tragedia, adoptar una posición objetiva, procura que quede claro de principio a fin que su lápiz está al servicio de los horrores que unos y otros le van narrando, sin que él sea quién para ponerlos en entredicho.