Gaudí. El arquitecto de Dios
J. J. Navarro Arisa
15 mayo, 2002 02:00Gaudí, por Gusi Bejer
La obra de Navarro Arisa permite a un lector ignorante pero curioso acercarse y disfrutar de una de las arquitecturas más enigmáticas. La de Flores, en cambio, es una biografía intelectual. Además, los escritos de Gaudí son el contrapunto a las interpretaciones sobre el arquitecto
La lección de Gaudí, de Carlos Flores, tiene rasgos distintos. Es, en primer lugar, el libro de un arquitecto, especialista desde hace cuatro décadas en la obra de Gaudí. Contiene, desde luego, una "vida" del personaje, pero incide sobre todo en su biografía intelectual. Y sobre todo, plantea una serie de tesis y opiniones que muestran el carácter vivo y polémico de su arquitectura. Flores se ocupa de los aspectos lógicos y metodológicos de su obra, única vía para rescatarlo de ese apartado de raros y extravagantes que suprime toda posibilidad de continuidad o enseñanza. Resultan también interesantísimas sus exposiciones acerca de los criterios con que se ha emprendido la restauración de sus edificios más representativos. Flores dedica dos largos capítulos a La Sagrada Familia, que constituirían por sí mismos un libro con entidad. También es del mayor interés el capítulo dedicado al modernismo catalán y a la posición ecléctica que Gaudí decidió ocupar en él. El libro es en esencia un muy legible análisis arquitectónico de su obra, que profundiza en el significado de sus aportaciones técnicas y espaciales. En las páginas dedicadas a La Sagrada Familia, Flores plantea los argumentos que en su día mantuvo el autor a favor de dejar el templo tal y como quedó tras la muerte de Gaudí -ultimando sólo las partes que estaban en construcción- dado que en su opinión era radicalmente imposible, con los medios de la época, terminar el proyecto. Que sólo gracias a la tecnología de siglo y medio después pueda hacerse y que la obra resulte tan persuasiva como para que se lleve intentando desde hace muchos años, da idea del reto que el genio de Gaudí planteó a sus sucesores. Queda por decir que La Lección de Gaudí es un libro bilingöe, inglés y español, y extraordinariamente ilustrado. Ilustraciones que no son un despliegue meramente ornamental, sino que acompañan eficazmente al texto.
El hecho de que durante la guerra civil se quemaran todos sus archivos personales y de trabajo ha convertido la reconstrucción del pensamiento gaudiniano en una tarea especulativa. Sin embargo, se conservaban multitud de escritos de juventud, dispersos e incluso inéditos, que son los que ahora ofrece Laura Mercader cuidadosamente editados y anotados en estos Escritos y documentos. En ellos Gaudí manifiesta una serie de intereses y puntos de vista que le sitúan en una posición decimonónica bastante tradicional y tópica. A pesar de sus puntos de contacto con lo que fuera su arquitectura, estos textos no la sustentan ni la explican. Después de dedicarse asiduamente a la escritura, Gaudí la abandonó por completo cuando empezó a realizar sus proyectos, como si ellos fueran sus escritos en piedra. Pero esta lectura resulta muy útil como contrapunto a las interpretaciones de Gaudí en clave de predecesor de la arquitectura moderna, elogiado como tal por Gropius o Le Corbusier. Frente a la racionalidad y objetividad que caracteriza ésta, la obra de Gaudí aparece como el resultado impredecible de alguien capaz de pensar con las manos.