Image: Gaudí. El arquitecto de Dios

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Letras

Gaudí. El arquitecto de Dios

J. J. Navarro Arisa

15 mayo, 2002 02:00

Gaudí, por Gusi Bejer

Planeta. 268 pp., 18’05 euros. Carlos Flores: La lección de Gaudí. Espasa. 350 pp., 54 euros. Antoni Gaudi: Escritos y documentos (Ed. Laura Mercader). El Acantilado. 322 pp., 21 euros

La obra de Navarro Arisa permite a un lector ignorante pero curioso acercarse y disfrutar de una de las arquitecturas más enigmáticas. La de Flores, en cambio, es una biografía intelectual. Además, los escritos de Gaudí son el contrapunto a las interpretaciones sobre el arquitecto

Este año 2002, bautizado Año Gaudí por cumplirse los ciento cincuenta años de su nacimiento, está rindiendo una notable cosecha de publicaciones. Como precedente, apareció el año pasado la biografía titulada Antoni Gaudí, realizada por Gijs van Gijs van Hensbergen y ahora lo hace esta de J.J. Navarro Arisa. Hay que señalar en primer lugar que esta biografía del arquitecto catalán es, como el propio autor declara en las primeras páginas, una obra eminentemente divulgativa. Esto es, un libro que permite a un lector completamente ignorante pero curioso, acercarse y disfrutar de una de las arquitecturas más entretenidas y enigmáticas que se han realizado en nuestro país. Y realmente cumple este propósito. Por un lado, traza una crónica de la vida de Gaudí suficiente para hacernos idea cabal del personaje. Subraya los aspectos más anecdóticos, pero gracias a ello podemos conocer con detalle su método de trabajo o su excéntrica dieta. Por otro lado, recorre de forma ordenada y meticulosa cada uno de los edificios realizados, insistiendo siempre en aspectos concretos de su localización y entorno actuales, como invitándonos a una visita en la que seguirá guiándonos con fidelidad. En ocasiones, sin embargo, se empantana en extensos panoramas históricos o en contextos sociales que sin duda el lector de este tipo de libros conoce. En ocasiones es también un tanto escolar en su afán divulgador, y llega a explicarnos hasta qué es la manzana de la discordia o en qué consiste la Cuaresma.

La lección de Gaudí, de Carlos Flores, tiene rasgos distintos. Es, en primer lugar, el libro de un arquitecto, especialista desde hace cuatro décadas en la obra de Gaudí. Contiene, desde luego, una "vida" del personaje, pero incide sobre todo en su biografía intelectual. Y sobre todo, plantea una serie de tesis y opiniones que muestran el carácter vivo y polémico de su arquitectura. Flores se ocupa de los aspectos lógicos y metodológicos de su obra, única vía para rescatarlo de ese apartado de raros y extravagantes que suprime toda posibilidad de continuidad o enseñanza. Resultan también interesantísimas sus exposiciones acerca de los criterios con que se ha emprendido la restauración de sus edificios más representativos. Flores dedica dos largos capítulos a La Sagrada Familia, que constituirían por sí mismos un libro con entidad. También es del mayor interés el capítulo dedicado al modernismo catalán y a la posición ecléctica que Gaudí decidió ocupar en él. El libro es en esencia un muy legible análisis arquitectónico de su obra, que profundiza en el significado de sus aportaciones técnicas y espaciales. En las páginas dedicadas a La Sagrada Familia, Flores plantea los argumentos que en su día mantuvo el autor a favor de dejar el templo tal y como quedó tras la muerte de Gaudí -ultimando sólo las partes que estaban en construcción- dado que en su opinión era radicalmente imposible, con los medios de la época, terminar el proyecto. Que sólo gracias a la tecnología de siglo y medio después pueda hacerse y que la obra resulte tan persuasiva como para que se lleve intentando desde hace muchos años, da idea del reto que el genio de Gaudí planteó a sus sucesores. Queda por decir que La Lección de Gaudí es un libro bilingöe, inglés y español, y extraordinariamente ilustrado. Ilustraciones que no son un despliegue meramente ornamental, sino que acompañan eficazmente al texto.

El hecho de que durante la guerra civil se quemaran todos sus archivos personales y de trabajo ha convertido la reconstrucción del pensamiento gaudiniano en una tarea especulativa. Sin embargo, se conservaban multitud de escritos de juventud, dispersos e incluso inéditos, que son los que ahora ofrece Laura Mercader cuidadosamente editados y anotados en estos Escritos y documentos. En ellos Gaudí manifiesta una serie de intereses y puntos de vista que le sitúan en una posición decimonónica bastante tradicional y tópica. A pesar de sus puntos de contacto con lo que fuera su arquitectura, estos textos no la sustentan ni la explican. Después de dedicarse asiduamente a la escritura, Gaudí la abandonó por completo cuando empezó a realizar sus proyectos, como si ellos fueran sus escritos en piedra. Pero esta lectura resulta muy útil como contrapunto a las interpretaciones de Gaudí en clave de predecesor de la arquitectura moderna, elogiado como tal por Gropius o Le Corbusier. Frente a la racionalidad y objetividad que caracteriza ésta, la obra de Gaudí aparece como el resultado impredecible de alguien capaz de pensar con las manos.