¿Quieres ser mi perro?
Arthur Bradford
15 abril, 2004 02:00Esos seres marginales, olvidados, tienen sus pulsiones humanas vistas en este libro desde un prisma de normalización en una sociedad alterada, pues lo monstruoso se constituye en lo cotidiano. De esta manera nos encontramos con hombres y mujeres que se enamoran, aman, sufren, tienen hijos, viven con mascotas, etc. Pero sólo un pequeño detalle les convierten en "diferentes", perros de tres patas, serpientes domésticas, una rata que canta canciones de los Everly Borthers, caricaturas, en fin, de un mundo que refleja la frágil barrera entre lo humano y lo animal, entre la realidad y lo grotesco.
Ese universo, aparentemente feliz, basa su cotidianidad en lo desesperado y anormal: un joven que se acuesta con el perro de su novia, y el animal se queda preñado. Relaciones interpersonales y animales que plasman la soledad de unos seres difíciles, extraños, que buscan en la vida una normalidad que la estructura social les deniega, y que bajo el prisma del humor y la ternura se salvan.