Historias del Savoy
José Luis Alvite
4 noviembre, 2004 01:00Del Savoy, ese local nocturno, "mezcla de music hall y casa de comidas", dice él mismo que es un submundo a la vez sedante y moral, une espacio para masticar paradojas, una "manera feliz de sobrellevar la tragedia". Es, ciertamente, una creación de su imaginación, una cornisa desde la que otear el mundo; un lugar donde habitan los que no esperan gran cosa de la vida, donde rigen ideales, más que ideas, donde la realidad duele menos, donde desaguar, sin pudor, los sentimientos.
De sus relatos, descarnadamente lúcidos, obsesivamente sórdidos, canallas y sublimes, llenos de imágenes y malabarismos verbales, de acertada expresividad, de asombrosas greguerías, diremos que la degustación vale la pena, y que no podemos sino secundar la idea de que son literatura que tiene lugar en la prensa. Sólo añadir, repetir, las palabras que el Alvite autor, narrador y protagonista de excepción del Savoy, dedica a uno de esos tipos fascinantes que paran en su local: "Al, eres un personaje, y los personajes no se merecen un reproche sino una crítica literaria".