Aunque el número de ediciones en español de esta novela supere la decena se echaba en falta la de Cátedra. Encomiables fueron las de D. López, A. Balles-teros o M. Antolín Rato, pero la extensa y erudita introducción de más de cien páginas y las abundantes notas al texto convierten a la edición de Galván y Fernández en imprescindible. Por conocidas que sean las desventuras de Kurtz en el Congo, la lectu-ra de esta obra esencial siempre logra sobrecogernos. El interés de esta aparición tiene más que ver con la edición que con el texto -en traducción de A. García e I. Sánchez-. Su novedad tiene que ver con la propuesta de efec-tuar una lectura de acuerdo a premisas postestructuralistas y postcoloniales.