La experiencia de la depor-tación impregna toda la literatura del Nobel Imre Kertész, caracterizada por su lucidez. El protagonista de Liquidación ha sobrevivido, pero no consigue desprenderse de sus recuerdos. Sólo encuentra alivio en la escritura, que le permite reconstruir la lógica perversa del exterminio. Ha perdido hasta su nombre. Simplemente es B, un superviviente más, con un desarraigo tan profundo que no se reconoce ni en su Yo. El suicidio es el único gesto de libertad posible. Su editor buscará su novela póstuma, pero sólo encontrará fragmentos. Auschwitz no pertenece al pasado, sino al futuro. Kerstéz sugiere que el texto no acaba. El totalitarismo es la esencia del poder y el poder nunca renunciará al porvenir.