Malos tragos entre humo y serrín en 'Bar Gloria', la ópera prima de Nerea Ibarzabal
- La novela contiene veintisiete escenas en las que no faltan amores, desengaños, secretos de familia e incluso una violación.
- Más información: Eider Rodríguez relata el infierno del alcoholismo en sus secretos de familia
La periodista, narradora y bertsolari Nerea Ibarzabal (Markina-Xeimen, Vizcaya, 1994) se suma con esta vibrante ópera prima a la nueva generación de escritoras vascas, con voces tan potentes como las de Karmele Jaio, Edurne Portela, Txani Rodríguez, Eider Rodríguez, Katixa Agirre y Uxue Alberdi, entre otras.
Y lo hace con una novela-puzle compuesta de veintisiete escenas que se engarzan a pesar de algunos saltos en el tiempo, y en las que no faltan amores, desengaños, secretos de familia e incluso una violación.
Presidida, como el mismo Bar Gloria, por una cabeza de buey disecada y colgada en la pared que hace las veces de testigo impasible, la novela nos lleva a un pueblo indeterminado del País Vasco en los años 70 u 80, y a una tasca rural que huele a humo y serrín, a soledad y fiesta, pues es un inmenso varadero de historias, esperanzas y fracasos.
Los protagonistas del relato son los tres camareros del bar, Miguel, Ana y Rakel, hijas de la dueña, tranquila una y explosiva la otra, así como los parroquianos que encuentran allí refugio.
Escrita sin preciosismos, la novela derrocha vida y verdad en cada página. Lástima que el tamaño de la letra dificulte tanto la lectura de esta estupenda novela.