Image: Carta a don Juan. Cuentos completos

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Letras

Carta a don Juan. Cuentos completos

Carmen Laforet

8 marzo, 2007 01:00

Carmen Laforet. Óleo de Grau Santos

Menoscuarto. Palencia, 2007. 241 páginas, 16 euros

Cuando se cumplen dos años de la muerte de Carmen Laforet, esta dición recupera oportunamente el manojo de diez cuentos que la autora recogió en volumen durante su vida y añade, además, dieciséis relatos -algunos apenas esbozados- nunca dados a conocer o aparecidos en revistas y publicaciones de difícil acceso. Acaso podrían los editores haber sobrepasado el estricto marco del cuento breve y haber añadido algunas de las siete novelas cortas que publicó la autora; por ejemplo, las tres que con los títulos La niña, El viaje divertido y Los emplazados figuraban en el volumen titulado La niña y otros relatos (1970), al que precedía un interesante prólogo que también podría haberse incluido en el presente volumen, porque ayuda a entender la evolución que sufrieron las creencias religiosas de la autora, asunto esencial en la gestación de La mujer nueva y también de algunos de los cuentos que ahora se reproducen.

De todos modos, y aun echando de menos ciertos textos, el lector tiene a su disposición los relatos menos conocidos de Carmen Laforet, y esto es una buena noticia. Divididos en tres secciones, la primer recoge escritos juveniles, anteriores a Nada, algunos de los cuales son, más que cuentos, bosquejos, estampas sin desarrollar, apuntes todavía inmaduros, como "Leyenda de Alcorah", canto a las tierras canarias donde transcurrieron la infancia y la adolescencia de la escritora, o las tres "Fugas", en las que hay muchos elementos autobiográficos -rasgo que será permanente en la literatura de Carmen Laforet- y más reflexión de corte poético que narración propiamente dicha, como queda patente en la "Fuga tercera"

La segunda sección contiene los relatos breves que la autora recogió y publicó en varias ocasiones, y en ella figuran sin duda las muestras más logradas de su actividad cuentística, siempre centrada más en mostrar e impresionar que en desarrollar anécdotas marcadamente narrativas. Unas cuantas vidas míseras, algunos desheredados de la fortuna compatibles, sin embargo, con sentimientos profundamente humanos, sustentan cuentos como "El regreso", "La fotografía" o "Un matrimonio". Como sucedía en Nada, las gentes modestas y empobrecidas, los hogares menesterosos, el horizonte gris de la vida cotidiana sirven para enmarcar las leves historias en un entorno histórico del que no se dan pormenores, pero que planea poderosamente sobre cada línea y oscurece el panorama de estas pobres gentes. La desaparición de la anécdota es casi absoluta en el cuento titulado "Al colegio", acaso la pieza más destacada -y claramente marcada por su carácter de experiencia vivida- de un conjunto donde hay varias excelentes; una pequeña joya en la que la hondura psicológica y el lirismo de buena ley mantienen un equilibrio perfecto. Otros relatos transparentan igualmente su carácter de recuerdos personales vinculados a la vida familiar, como "La extranjera" o "Recién casados". En este sentido hay que citar, además, el cuento que cierra la tercera sección del libro, y también el volumen, "Libertad", nunca publicado por la autora, donde se encuentran finas percepciones del paisaje que hacen pensar en la madurez alcanzada en este aspecto con La mujer nueva, a cuya época debe de corresponder la composición de estas páginas finales. Vale la pena leer estos breves relatos. Ayudan a comprender mejor una literatura cuya autora fue siempre fiel a un concepto determinado de la creación novelesca como ficción en buena parte vivida, como imaginación refrenada por la experiencia.