Francisco Ayala: "Toda mi vida me he limitado a cumplir con mi deber"
La Biblioteca Nacional homenajea al escritor granadino en su 103 cumpleaños y presenta una reedicción de Glorioso triunfo del príncipe Arjuna
16 marzo, 2009 01:00Francisco Ayala, hoy en la Biblioteca Nacional, junto a César Antonio Molina, ministro de Cultura. Foto: Sergio Barrenechea / EFE
EFE"Toda mi vida me he limitado a cumplir con mi deber, y creo que lo he hecho más o menos decentemente", decía hoy emocionado Francisco Ayala al agradecer el homenaje que se le ha tributado en la Biblioteca Nacional, el día en que el escritor granadino cumple 103 años.
"Doy las gracias al mundo por haberme consentido seguir adelante y cumplir durante todos estos años lo que creía que era mi obligación de hombre y de ciudadano", afirmaba Ayala, tras haber escuchado diferentes intervenciones en las que se destacaron el "rotundo compromiso ético con el mundo y con su tiempo" que ha tenido el escritor, en cuya obra "está el secreto de su envidiable vitalidad".
La alusión al secreto de la vitalidad de Ayala la hacía el ministro de Cultura, César Antonio Molina, al presidir el homenaje en el que también intervinieron la directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral; la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, y la presidenta de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, Soledad López.
La ocasión era especial, y Ayala estuvo acompañado por representantes del mundo de la cultura y amigos como el director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha; el cineasta José Luis Borau, las escritoras Almudena Grandes y Mercedes Monmany, los académicos Antonio Mingote y Francisco Rodríguez Adrados, y el gerente de la Fundación Francisco Ayala, Rafael Juárez, entre otros.
Flanqueado en todo momento por su esposa, la hispanista estadounidense Carolyn Richmond, Ayala se mostró tranquilo, con buen humor y con el semblante relajado durante el homenaje, y al final, con su modestia habitual, no sabía qué decir "en vista de tanta generosidad y cariño" hacia su persona.
"Doy las gracias inmensas con una absoluta entrega a la bondad de todos ustedes que, por encima de cualquier inconveniente, ven en mí algo digno de ser recordado en estos momentos", señalaba Ayala, que se sentía "un poco avergonzado" ante tanto elogio como le prodigaron.
Y es que, como dijo el ministro, "nadie tiene las claves de la vida, aunque posiblemente Ayala se haya acercado a ellas más que ninguno". Su vida "intensa y torrencial ha recorrido como en un vuelo" el siglo XX y parte del XXI, y su sabiduría "es patrimonio de unos pocos que, como dijo Séneca, saben comunicarla", añadió Molina.
Apasionado por el cine, los deportes, la política, el periodismo y "las revoluciones sociales y literarias", el autor de El jardín de las delicias ha sabido observar "con lucidez e inteligencia" cuanto le rodeaba, y eso le ha llevado a reflejar en su obra "una visión ambigua y poliédrica de la realidad", subrayó el ministro, quien, siempre que puede, pasa ratos con Ayala para entender "la razón del mundo".
"Necesitamos personas como usted". "Su pensamiento ético insobornable puede contribuir a mejorar el mundo", dijo con énfasis Milagros del Corral, tras haber aludido a las memorias de Ayala, Recuerdos y olvidos, como una obra que contiene "las claves constantes" de su vida.
Su percepción de la realidad como algo complejo, "su ironía inteligente y su rotundo compromiso ético con el mundo y con su tiempo", serían esas claves, a juicio de la directora de la Biblioteca Nacional, una institución cuyo Patronato preside Ayala desde hace unos años.
Un compromiso ético que también destacó la consejera andaluza de Cultura y presidenta de la Fundación Francisco Ayala, para quien Ayala "ha sido un valeroso y leal servidor de la causa de la libertad". "En el futuro seguirá siendo uno de los faros más deslumbrantes de nuestra cultura", aseguró.
El mejor regalo de cualquier escritor es su obra, y hoy Ayala ha recibido uno excelente: la presentación de su novela corta Glorioso triunfo del príncipe Arjuna, publicada por primera vez en 1980 en la revista Nueva Estafeta y preciosamente editada ahora para la ocasión por la SECC con ilustraciones del pintor Juan Vida.
Como afirmó Soledad López, este libro "destila la sabiduría" acumulada por Ayala a lo largo de su vida, y es fruto de un largo "viaje hacia Oriente" que el escritor hizo en 1956 y que lo llevaría -él mismo lo dejó dicho en "Recuerdos y olvidos"- hasta la India.
La lectura del Ramayana, del Mahabharata y de libros de poesía y filosofía oriental están detrás de la escritura de esa obra, en la que el escritor reflexiona sobre el ejercicio del poder y la violencia.