Image: Francisco Rico

Image: Francisco Rico

Letras

Francisco Rico

"Las ediciones posteriores me parecen como apócrifas"

31 julio, 2009 02:00

Francisco Rico. Foto: Begoña Rivas

La pregunta que más temo es el trivial "¿Qué tal, cómo estás?" de los viejos amigos. Tengo prefabricadas algunas repuestas ("Sobrevivo apenas", "Me muero sin dignidad"), pero no puedo evitar preguntarme a mí mismo cómo estoy y entrar en un laberinto de dudas. Otro tanto me ocurre ahora a propósito de mi primer libro. ¿Son un libro los centenares de páginas de la edición, prólogo y anotación de un clásico de primera categoría? ¿Lo es la exigua plaquette de unos versos aparecidos antes en una revista? ¿Y un volumen en colaboración?

Por otra parte, libros, lo que se dice libros, he publicado pocos, y desde luego no lo son la inmensa mayor parte de los que figuran como tales en las innumerables bibliografías que hoy se impone presentar a cada paso. Porque no son libros las compilaciones de artículos propios, no lo son las obras colectivas que uno ha dirigido, no lo son los encargos pro pane lucrando.

Con todo, aun descartando las cuestiones metafísicas sobre el ser y el parecer, tampoco estoy muy seguro de cuál fue mi primer libro. ¿Primero en escribirse o primero en imprimirse? La cosa está entre El pequeño mundo del hombre y La novela picaresca y el punto de vista, pero en cualquier caso en 1970.

El estudio de la idea y la imagen del hombre como microcosmos lo había empezado en Baltimore, "en la feliz primavera de Johns Hopkins", en 1967, y de vuelta en España lo acabé entre julio y marzo de los años siguientes. Hacia mayo de 1969, así, tenía el original listo y me lo llevé a Madrid para que lo viera don Antonio Rodríguez Moñino y, si le gustaba, lo publicara en Castalia.

Se lo entregué, en efecto, en la tertulia del café Lyon, y al día siguiente, allí mismo, compareció con el mecanoscrito, en cuya página de guarda, con aquella pulquérrima caligrafía suya, había hecho el diseño de la portada, añadiéndoles a título y subtítulo un epígrafe en cursiva: "Al hombre llaman el pequeño mundo -Lope de Vega". Me pasó la página sin decir palabra, la miré y sin decir nada yo tampoco escribí la dedicatoria: "A don Antonio Rodríguez Moñino". Sólo entonces me informó de que había decidido sacar el libro como segundo volumen de una colección, "España y españoles", que estaba por inaugurarse con el espléndido Liberales y románticos de Vicente Lloréns.

Creo que ni entonces ni en otro momento hablamos más al respecto, hasta que unos meses después, no recuerdo cuántos, me llegaron las compaginadas, en un insólito papel cebolla. El libro salió a no tardar con excelente tipografía, óptimo papel y bella encuadernación, tuvo una excelente acogida (la primera reseña fue de Antonio Tovar) y desde entonces cinco o seis ediciones, en Alianza, Il Mulino (en italiano), Destino y el Círculo de Lectores.

La novela picaresca y el punto de vista lo redacté en unas semanas del verano de 1969: pocas, porque no pasaría de tres botellas de coñac Mascaró, que era lo que entonces bebía yo por las tardes. Se me había ocurrido que el lugar adecuado para publicarlo era la Biblioteca Breve, así que en septiembre se lo dije a Carlos Barral y en seguida se lo confié a Rosa Regás, aún bien lejos de ser la célebre polígrafa que es hoy.

Rosa, con el entusiasmo que jamás ha perdido, decidió que el libro saldría en la Breve, sí, pero en la versión de bolsillo, y lo envió a la imprenta con instrucciones tipográficas en ese sentido. Cuando vio las pruebas, Carlos, con buen criterio, decidió que era más natural que figurara en la serie básica. De modo que a la postre el libro (impreso aún en 1969) apareció en ésta, con todas sus características (incluida la camisa que yo había excogitado para ella), pero en el formato de bolsillo, y sólo a partir de la reimpresión, que fue casi inmediata, adoptó el que desde el principio le correspondía.

Después, en una carrera como quizá ningún otro libro de su estilo, han venido varias ediciones en español (la última, del 2000, en la colección heredera de Biblioteca Breve) y las traducciones al japonés, italiano e inglés (ahora Cambridge University Press tiene en prensa el paperback). Todas ellas van más o menos revisadas, pero a mí me parecen como apócrifas: la auténtica es la primera de 1970, con su falso formato y su diseño de cubiertas.

Ver todos los artículos de la 'Primera memoria'

DESDE ENTONCES

Francisco Rico (Barcelona, 1942), catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de la Real Academia Española, ha dirigido grandes obras como Historia y crítica de la literatura española o la Biblioteca Clásica, iniciada por la editorial Crítica y continuada por Círculo de Lectores, y ha escrito numerosos libros sobre literatura e historia medieval, como Mil años de poesía española (1996); El texto del Quijote (2006) o Mil años de poesía europea (2009). Su última obra es Tiempos del Quijote (Acantilado, 2012). A finales de septiembre obtuvo gracias a este libro el premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald. La obra "es un volumen inteligente, ameno y divertido", según destacó José Carlos Mainer, presidente del jurado que concedió por unanimidad el premio, que también ha querido galardonar "la trayectoria ejemplar y la erudición de Rico".