Image: Luis Mateo Díez: La novela policíaca actual me cansa, está llena de artificios

Image: Luis Mateo Díez: "La novela policíaca actual me cansa, está llena de artificios"

Letras

Luis Mateo Díez: "La novela policíaca actual me cansa, está llena de artificios"

El autor leonés presenta El animal piadoso, una fábula moral sobre la sospecha y la misericordia

9 septiembre, 2009 02:00

Luis Mateo Díez. Foto: Alberto Aja / EFE

EFE
Luis Mateo Díez convierte a un comisario de policía jubilado en el protagonista de su nueva novela, El animal piadoso, una fábula moral sobre la sospecha y la misericordia muy alejada de los cánones de la novela negra, ese género que el escritor admira aunque no le gusta lo que se publica actualmente.

"La novela policíaca moderna me cansa, está llena de artificios y cualquier cosa vale para multiplicar lo poco que ofrece al lector", afirmó Mateo Díez, horas antes de presentar su nuevo libro, impregnado, como todos los suyos, de esa atmósfera especial que este "contador de historias" ha sabido crear en su obra.

Publicado por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, El animal piadoso es una reflexión sobre la soledad, la vejez y el sentimiento de culpa, salpicada de "los elementos de intriga, de misterio y de indagación" que precisa la historia y que están presentes en la narrativa de Mateo Díez (Villablino, León, 1942) desde su primera novela, Las estaciones provinciales.

Su pretensión con su nuevo trabajo no era, "obviamente, escribir una novela de género, sino una fábula moral", y para ello necesitaba "un personaje muy integrado en el mundo del delito, en la investigación del lado oscuro de lo que somos".

Y ése es el comisario Samuel Mol, un policía jubilado, "dueño de una mala conciencia", al que atormentan los casos que dejó sin resolver en el pasado, como el de un matrimonio que fue brutalmente asesinado, catorce años atrás, en Armenta, la ciudad donde vive el protagonista.

El encuentro casual del comisario con el anciano Elicio Cedal, implicado de alguna forma en aquel terrible suceso, remueve la memoria de Mol "cuando ya era casi un fantasma", y lo lleva a recorrer de nuevo los escenarios del crimen en busca de respuestas.

Samuel Mol, escribe Mateo Díez en el libro, ya no era "el profesional que fracasó en la investigación, el mal policía dueño de una mala conciencia". Era "un hombre perseguido", que necesitaba "perdón y misericordia y piedad".

Galardonado con los premios de la Crítica y el Nacional de Narrativa en dos ocasiones (por La fuente de la edad y La ruina del cielo), Mateo Díez sabe que el personaje del comisario "es uno de los mejores" que ha construido en su larga trayectoria, y lo dice "sin que suene a autohalago". "Dios me libre", añade,

Mol poseía "una gran generosidad personal, misericordiosa", y eso no le facilita las cosas a un policía. "Siempre se vio a sí mismo -comenta el autor- como si no se atreviera a asumir esa profesión de la sospecha y de que al culpable hay que castigarlo". Y por eso en la novela hay "un conflicto de culpa y de exculpaciones".

"Es un hombre extremadamente solitario, acorralado, extraviado", como muchos de los que pueblan las novelas de Mateo Díez. Y es también un ser religioso, de "alma imprecisa", que hace "un uso extraño de la religión".

En la novela, vivos y fantasmas conviven sin problemas. Y algunos de estos últimos, como el policía Carmelo Cadmo, fallecido de un infarto antes de los 50, se quejaba de que "el aburrimiento es infinito" en el más allá. "Los muertos estamos más solos que la una", decía Cadmo.

En El animal piadoso hay ciertas dosis de humor y de elementos grotescos, y Mateo Díez anuncia que quiere "intensificar el humor" en sus próximas novelas.

Este académico de la Lengua, Premio Castilla y León de las Letras, es "muy lector" de clásicos de la novela negra como Dashiell Hammett, Raymond Chandler y Simenon, pero lee "poca" de la que se publica actualmente.

"Los grandes maestros de la novela negra siempre hacen un uso muy estricto de la intriga y del desarrollo de la trama, con un poderío estilístico y descriptivo límite", señala el escritor.

Pero, en su opinión, "la novela policíaca moderna hace todo lo contrario; el laberinto en el que te metes está lleno de artificios por todas partes", afirma Mateo Díez, quien todavía no se ha leído la famosa trilogía Millenium del sueco Stieg Larsson, aunque no descarta hacerlo en un futuro.

La próxima obra del escritor no será de ficción y estará dedicada a "las muertes familiares". Se llamará Azul serenidad o la muerte de los seres queridos y en ella el autor tratará de encontrarle "un sentido, un consuelo" a esos fallecimientos.