El fundador de Milrazones, Jesús Ortiz, con su hija Palmira. "No me gustan las fotos de señores con sus libros", se excusa.

Marta Caballero
Jesús Ortiz observaba las librerías con la sensación de hallar redundancias. "No es que creyera que sobraban libros, sino que veía tratamientos repetidos", explica quien, tras años trabajando en el mundo del diseño gráfico y de los medios, soñaba con la idea de "ser editor de mayor". El empujón se lo dio la voz de un teórico, del que aprendió que "en tiempos de escasez manda la demanda, pero en los de abundancia es la oferta la que se impone", recuerda Ortiz. ¿Podremos hacernos un sitio entre tanto libro? Se preguntaba hace un par de años. Y halló la solución en arrojar materiales para la reflexión "no para los intelectuales, sino para mayorías".

Y nació Milrazones, y nueve razones como nueve libros ha dado ya para discutir sobre la sociedad y sus componentes. También halló mil obstáculos: "La saturación, la carestía y la probable obsolescencia del canal que llega al lector, que sólo le funciona bien y rentablemente a las editoriales, que son también propietarias del resto de los elementos de ese canal, distribuidores y librerías", critica.

Pero por fin, a mediados de 2008, salió a la luz Delirios multitudinarios, el primer título del sello, un libro escrito en la Inglaterra del XIX en torno a las primeras burbujas financieras del XVII, y que vio la luz en castellano justo antes de que nuestra propia burbuja estallase. "El libro subraya que este fenómeno económico se repite. Es un clásico para inversores americanos y que aquí se citaba mucho sin estar publicado", expone Ortiz, para quien los fundamentos de Milrazones residen en hablar sobre el hombre en el seno de las organizaciones. De esta forma, la editorial toca materias como la psicología social y la política en su sentido más amplio.

"Estamos muy contentos porque con libros como éste o el último que hemos publicado, Consulta para sapos, de Robert de Board, estamos llegando a gente poco lectora o sólo aficionada a la ficción", se alegra. No obstante, la crisis es impenitente, más con una nueva editorial "sin reservas considerables". Así la sufre su responsable: "Las librerías han devuelto muchos libros, que pierden por ello la oportunidad de venderse y se acumulan en almacenes. Otro efecto es que a la tradicional recepción de originales y ofertas a las que no hay tiempo de atender se añade ahora la de peticiones de trabajo por parte de compañeros de pronto desempleados. Profesionales con preparación y currículo excelentes que no pueden trabajar. Demoledor".

A Ortiz y sus otros dos socios les salvan las ganas, el trabajo bien hecho y lo versátil de un mundo, el actual, cambiante y abierto a atender demandas minoritarias o exquisitas con posibilidades de dejar de ser justamente eso, minoritarias y exquisitas.

Su web: http://www.milrazon.es/