Image: Del Corral: No aceptaré soluciones personales, lo que me importa es el estatus de la BNE

Image: Del Corral: "No aceptaré soluciones personales, lo que me importa es el estatus de la BNE"

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Del Corral: "No aceptaré soluciones personales, lo que me importa es el estatus de la BNE"

Ante la pérdida de autonomía de la institución, aprobada en el último Consejo de Ministros, Cultura le ofrece un contrato de alta dirección, algo que no evitaría su marcha

4 mayo, 2010 02:00

La ministra de Cultura, Angeles González-Sinde y la europarlamentaria Marielle Gallo con Milagros del Corral durante la inauguración de un seminario. Foto: EFE

M. Caballero / A. Ojeda
El viernes, tras el consejo de Ministros, la Biblioteca Nacional, la cuarta más importante del mundo, sufrió una insólita bajada de categoría (sin precedentes en tiempos de democracia) que consistió en rebajar la autonomía de la institución. Según la iniciativa del Ejecutivo, perderá el rango de Dirección General, que ostenta desde hace 20 años, para pasar a ser una Subdirección General, lo que implicará una mayor dependencia jerárquica.

La noticia pasó de puntillas por el fin de semana, y ha sido este martes cuando ha eclosionado en los medios. Ha ocurrido tras la entrevista que ha mantenido hoy con la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, tras la cual ha puesto sobre la mesa su decisión: "Abandonaré mi cargo si no se revoca el recorte contra la Biblioteca Nacional".

La ministra ha intentado reconducir la situación de esta experta internacional en la promoción del libro y de las industrias culturales, que accedió al cargo en 2007 tras la marcha de Regàs a propuesta del anterior ministro de Cultura, César Antonio Molina. Le ha llegado a plantear algunas soluciones para que el ajuste resulte más suave. Pero Del Corral se ha mostrado firme en su advertencia: "No acepto el contrato de alta dirección que me ofrecen. No busco soluciones personales, sino mantener la importancia de la Biblioteca Nacional y el rango administrativo que ha ostentado hasta ahora, a un año de la celebración de su 300° aniversario".

La medida del Gobierno se enmarca en el nuevo plan de Racionalización de la Administración que se aprobó el pasado viernes y con el que se suprimieron otros 31 órganos en los distintos departamentos ministeriales. A pesar de la cordialidad de las conversaciones con González-Sinde, quien le ha sugerido la permanencia, Del Corral, ofendida ante lo que interpreta como "un cese", asegura que sólo permanecerá al frente de la institución si se mantiene el estatus de la BNE.

Su máxima responsable descarta, pues, cualquier arreglo que tenga que ver exclusivamente con su situación personal, como el contrato de alta dirección que le ofrece el ministerio, como el que tiene Borja Villel, director del Reina Sofía. Aunque se muestra "dispuesta a permanecer en mi puesto hasta que se culmine el proceso de transición".

Voces en defensa de una gestión eficaz

Con la noticia, las reacciones del mundo bibliotecario a través de la red empiezan a crecer (en número y en enfado). La mayoría agradece a Del Corral el trabajo realizado estos años y considera que es nocivo para la cultura española en general la degradación de una de sus instituciones más importantes. A continuación, les mostramos algunas declaraciones.

Pablo Jauralde, catedrático de Literatura de la Universidad Autónoma: "La Biblioteca Nacional es una bandera cultural de España. La labor de digitalización, catalogación y reproducción de sus fondos está siendo ejemplar. Y eso se debe en gran medida al esfuerzo de Milagros del Corral, una directora, por fin, funcional, no política, como muchos de sus predecesores". Este investigador teme que la medida pueda ralentizar estos trabajos: "Es como un coitus interruptus: ahora que todo marchaba bien, que había un consenso en torno la buena marcha de la Biblioteca, llega esta decisión"."

Pilar Moreno (subdirectora de la Biblioteca Histórica de la Complutense): Como institución encargada de conservar y difundir la memoria escrita de un país, con una trayectoria de más de trescientos años, a la que han dedicado y dedican cada día su esfuerzo muchos profesionales, merece otra consideración por parte de la Administración del Estado y de los responsables del Ministerio de Cultura. Ante los problemas económicos que todos vivimos, me pregunto si la única forma de ahorro que ha encontrado el Ministerio de Cultura es degradar a la Biblioteca Nacional. ¿Alguien se ha preguntado cuánto supone el ahorro real de esta medida? La Biblioteca Nacional de España no puede dejar de tener el máximo nivel político administrativo dentro del organigrama de nuestro país por la responsabilidad que tiene con el pasado y con el futuro de nuestra Memoria y una medida de este alcance desprecia a la profesión bibliotecaria en general.

Carta abierta de la bibliotecaria Marta Torres : "¿Una de las más importantes y antiguas instituciones culturales del país, la que guarda y difunde su Memoria escrita, la que nos pone en el mundo de las Letras con mayúsculas, la primera que defiende el derecho al acceso a la información y a la cultura como uno de los derechos fundamentales del hombre, el espejo en el que nos queremos mirar todas las bibliotecas y todos los bibliotecarios, una de las instituciones con más prestigio y de la que todos nos sentimos orgullosos, desaparece del más alto nivel del organigrama político-administrativo y no pasa nada?".

Portal web de la Complutense: No está clara qué categoría pasará a tener ahora, al dejar de ser un organismo autónomo. Pero sí parece que no tendrá efectos positivos para una institución con unas funciones primordiales, como son la conservación y difusión del Patrimonio Bibliográfico de todo un país. Actualmente la Biblioteca Nacional está conquistando a pulso el sitio que debe tener en la vida intelectual y cultural del país, con una excelente labor de su personal".