Image: Del Corral: “No dirigiré esta biblioteca con las alas cortadas”

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Del Corral: “No dirigiré esta biblioteca con las alas cortadas”

La directora de la BNE confirma su marcha tras la publicación en el BOE de la nueva medida del Gobierno y agradece, en su último acto público, las voces de apoyo que se han escuchado ante la degradación a la institución

6 mayo, 2010 02:00

Milagros del Corral durante su último acto público. Foto: EFE

Marta Caballero
Llega la todavía directora de la Biblioteca Nacional con una sonrisa al auditorio de la institución, dispuesta a presentar su último acto público antes de "callar para siempre", expresión que pronuncia sin pena. Es la sonrisa de la decisión tomada, una determinación difícil pero que tuvo clara desde el momento en que supo, tras el Consejo de Ministros del pasado viernes, que la Biblioteca iba a perder la autonomía de la que disfrutó durante décadas. Este jueves el BOE ya recogía la aplicación de la nueva medida del Gobierno, ubicada en un plan que afecta a una treintena de instituciones, de forma que lo que anunció Milagros del Corral se materializó en el encuentro con Luis García Montero, a cuya ponencia de jueves ha sido la última en la que se ha presentado en calidad de directora de la BNE.

"No espero ningún cambio porque ya está en el BOE. Soy de esas personas coherentes con lo que dicen o piensan y, como ya le comenté a la ministra, mi marcha es inevitable", ha comenzado diciendo Del Corral, quien admite irse no sin lamento de una institución a la que quiere mucho. "No estoy por la labor de refrendar esta medida ni de dirigir una nueva biblioteca con las alas cortadas", ha continuado la bibliotecaria, insistiendo en el sinsentido de la decisión del Ejecutivo.

Esperanzada, sin embargo, asegura que la institución saldrá adelante: "Esta biblioteca, a lo largo de 300 años, ha vivido tantos avatares que podrá con éste de carácter burocrático, y mañana abrirá con el mismo equipo, las mismas ganas y la misma sonrisa". Otra cosa, en cambio, son las posibilidades de realizar las actividades que, desde que ella asumió la dirección, venía celebrando el organismo: "Será más difícil empezar nuevas acciones", ha advertido.

Ni la casi ex directora ni el personal de la Biblioteca temen por un recorte presupuestario, puesto que ya han sufrido dos a lo largo de este curso. En este sentido, Del Corral comprende que en una situación económica como la presente se limiten los presupuestos, e insiste en que no es esta la razón de su dimisión: "Una cosa es el dinero y otra es el rango", ha señalado tajante ante un grupo de periodistas. "Me duele que la Biblioteca Nacional, una institución que es única, esté entre esas 32 administraciones que se verán afectadas con la nueva medida", ha continuado con enfado.

"Estupor e indignación"
Con el favor de un clamor digital e institucional que a lo largo de estos días ha manifestado su apoyo a la directora, Del Corral se reconoce sorprendida por tales muestras de afecto: "Hemos descubierto que tenemos muchos amigos, y todos ellos, a través de sus webs, sus blogs, sus perfiles de facebook... han coincidido en lanzar dos palabras: estupor e indignación. Y es que una hace su trabajo pero nunca sabe hasta qué punto la gente ha interiorizado esta biblioteca, y desde luego, quienes menos lo esperaban son precisamente aquellos que han tomado esta decisión".

Ha aprovechado también para criticar que en un país como este, "a la cabeza de la cultura internacional", se maltrate a este tipo de instituciones, privándolas de presupuestos y posibilidades de los que, ha insinuado, sí gozan otras similares en países desarrollados.

Motor clave de la celebración del tricentenario de la institución, Del Corral se va con cierta pena por perderse la efeméride. En cambio, ha dicho, "hay veces que los sentimientos tienen que dejar paso a la razón. Los caminos son muy largos y la biblioteca, a cuya asociación de amigos pertenezco, y yo, nos cruzaremos, y desde ahí seguiré trabajando con ella. No me voy con amargura, sé que no ha sido nada contra mí, me han dado el privilegio de estar aquí dos años, y espero que el gran equipo que se queda recupere pronto el tono".

Con la misma sonrisa con la que ha atendido a los medios se ha dirigido luego a García Montero, "el protagonista de esta tarde", ha distinguido, y ha presentado el acto, el último, con expresiones como "nuestro ya muy acreditado ciclo dedicado a ustedes que nos siguen con tanta fidelidad". Y al poeta, que venía a hablar de la historia de sus lecturas, lo ha definido como "un amigo de la casa", comparándolo por su procedencia con Ayala, cuyo último acto público fue, por cierto, en la Biblioteca Nacional. Citando al granadino, ha dicho: "Sólo claridad de las conciencias individuales sostiene la claridad de las ilusiones colectivas". Y luego, antes de coger su bolso y de sentarse a escuchar al escritor, antes del teatral aplauso de agradecimiento de un público en el que se encontraban no pocos amigos, ha recitado unos versos de un poema de Habitaciones separadas, "muy apropiado", ha declarado, y que empieza así:

Al volver
Burocráticos hombres con cartera
Descansan un momento.
Hay un rumor de luces suspendidas,
Una dispersa claridad de voces,
Y en la tarde se abren
Los pájaros en fuga,
El coro de las madres y de las bicicletas,
Un músico ambulante.
La vida rutinario es esta mansedumbre