Misha Glenny: España es un país muy vulnerable al crimen organizado
El exitoso autor de McMafia, radiografía de la delincuencia internacional, charla con ELCULTURAL.es a su paso por Getafe Negro
21 octubre, 2010 02:00Misha Glenny
A Misha Glenny se le cayó el Muro de Berlín en los pies. Pero no se los pilló porque anduvo rápido de reflejos. Era corresponsal de la BBC en Europa del Este (antes lo había sido del diario The Guardian), especializado en las revoluciones comunistas. Pero de pronto el escenario sobre el que debía informar mutó radicalmente sus códigos. Tras la caída del telón de acero vino el colapso de la Unión Soviética. Tocaba reciclarse, mirar la realidad desde una nueva perspectiva. La zona oriental del viejo continente pasó en cuatro días de un régimen económico intervenido obsesivamente por el gran hermano estatal a un espacio donde toda normativa era papel mojado. Los que hasta ese momento habían controlado los resortes del poder siguieron haciéndolo. Eso no cambió. Sólo que a partir de ese momento ni siquiera se tenían que molestar en enmascarar sus fines lucrativos con documentos legales.Glenny, hoy en visita fugaz por Getafe Negro, siguió su instinto de periodista y empezó a tirar del hilo de las tramas criminales que se iban fraguando en este contexto. Ahí arranca su libro McMafia. El crimen sin fronteras, que ha tenido una gran repercusión internacional y que para algunos autores, como el propio Lorenzo Silva, director del festival getafense, "es de lectura obligatoria si se quiere conocer realmente el mundo en el que vivimos". Primero se centró en Bulgaria. "Los servicios secretos búlgaros, a instancias de la KGB, inundaron en los 80 toda Europa occidental de heroína", explica el autor británico. "Cuando se desmoronó la Unión Soviética vieron las puertas del cielo abiertas. Ya no tenían jefes. Ahora podían quedarse todo el dinero del negocio para ellos". En este país empezó su investigación pero se dio cuenta de que esto era sólo una pequeña porción del pastel mafioso, que según datos del propio Fondo Monetario Internacional mueve alrededor del 20% del Producto Interior Bruto mundial.
Así que entre 2004 y 2007 se dedicó a recorrer el planeta de cabo a rabo, levantando alfombras y husmeando en las cloacas de lugares como China, los Balcanes, Italia, la India, Colombia, México, Japón, la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina... Hizo más de 300 entrevistas a todo tipo de personas, situadas a ambos lados del delito, el bueno y el malo, y también a aquellas que se mueven en terrenos fronterizos, sin esconder su intención de escribir sobre los detalles que le desvelaban. "Decía sencillamente que era escritor, no periodista. A los libros no les temen, porque sus efectos, si los tienen, se producen a largo plazo. Los periódicos, en cambio, sí tienen un efecto más inmediato", explica con amabilidad impecable a pesar del cansancio (llegó anoche a Madrid, esta mañana ha dado una conferencia y después de esta entrevista tiene que dar otras dos, y las tres de la madrugada toma un vuelo para Tirana, capital de Albania, un país en el que trabajó en su día y al que quiere tomar el pulso de nuevo).
Época dorada de las mafias
La conclusión de Glenny en McMafia es que la delincuencia organizada, en un sentido global o planetario, vive una época de esplendor. Y da sus razones: "Ha habido un fenómeno de desregulación en los mercados financieros, los avances tecnológicos y en la comunicación facilitan los contactos entre grupos de diversos países, y a pesar de toda la riqueza que se ha creado en los últimos años, la tensión entre ricos y pobres se ha agravado, y eso crea una tensión y un resentimiento del que se alimentan las mafias. Y, sobre todo, hay una gran demanda de productos y servicios ilegales (drogas, prostitutas, coltán, diamantes...) y por tanto también hay quien los oferta para beneficiarse".
Al contrario que a su amigo Saviano ("un gran tipo"), él no ha sufrido en carne propia las represalias de mafiosos ofendidos por sus pesquisas. "Sólo me llegaron dos mensajes amenazantes cuando apareció el libro, uno desde Bulgaria, a través de un intermediario, y otro de Moldavia, que leí en los periódicos, y provenía de un hombre de confianza de uno de sus ministros", afirma Glenny con una sonrisa que le quita hierro al asunto, aunque pone en evidencia una de las tesis de su libro: "Ningún mafioso prospera tanto como el que disfruta del apoyo estatal". "Saviano ha sufrido más estos ataques porque él se ha enfrentado a gente de su propia comunidad, que viven incluso cerca de su propia casa". Nada que ver con su caso: "A mí incluso algunos mafiosos me escriben para decirme que se han divertido mucho leyendo el libro".
La macrolavadora española
España también tiene un papel clave este entramado delictivo global. Ya son varios autores expertos en bajos fondos criminales los que han señalado nuestro país como una especie de macrolavadora de dinero negro. Glenny lo sucribe ("sí es así, es muy vulnerable para la mafia") y apunta que el pujante sector inmobiliario nacional de hace unos años era uno de los destinos predilectos de los mafiosos para ejecutar el blanqueo de miles de millones de euros. Además, pone otro dato desolador sobre el tapete: "El 50 por ciento de la cocaína que entra en Europa lo hace por España". "Es un país -continua- que le gusta mucho a los capos de estos clanes, por el sol, la costa, las chicas guapas... Igual sucedió en los Estado Unidos. La mafia siciliana llegó un momento en que se trasladó desde Nueva York a California, porque allí también había un buen clima, estaban las actrices más guapas y el lucrativo negocio del cine de Hoollywood".
Ahora se encuentra dándole los últimos retoques a su nuevo libro, que se ocupa de la cyberdelincuencia. "Es una investigación sobre un curioso sitio web, www.darkmarket.com, en el que se podían adquirir todo tipo de productos ilegales, como aparatos para clonar tarjetas de créditos, programas para penetrar en bases de datos de organismos oficiales o empresas, sistemas para trasmitir virus informáticos, códigos de cuentas bancarias falsas... Ya está desmantelado, porque estaba dirigido por cinco administradores, pero uno de ellos era un topo del FBI. Si quieres saber su identidad, tendrás que leerlo al final del libro". Glenny despacha la entrevista abriendo la intriga con una media sonrisa pícara. Le esperan dos conferencias y el viaje nocturno a Tirana. Por lo que se ve, este viejo corresponsal -ahora ya escritor de prestigio internacional- sigue en forma.