El escritor Martín Caparrós. Foto: Archivo

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) andaba feliz esta mañana. Su nombre acababa de ser pronunciado como el ganador del Premio de Novela Herralde, convocado por la editorial Anagrama y dotado con 18.000 euros. "De todos los premios literarios es el que está más lejos del dinero y más cerca de las palabras. Y su lista de ganadores es un club al que apetece mucho pertenecer", explicaba a elcultural.es el escritor argentino. En ese club tienen carné de miembros honoríficos autores de la talla de Roberto Bolaño, Álvaro Pombo, Enrique Vila-Matas...

La novela que le ha valido el prestigioso galardón es Los Living, donde narra la historia de Nito, argentino nacido en un día que marcará el resto de su biografía: 1 de julio de 1974, fecha exacta de la muerte de Juan Domingo Perón. Pocos años después tanto su padre como su abuelo morirán en circunstancias "confusas" (el adjetivo figura en la nota de prensa remitida por la editorial). ¿Ese adjetivo remite a la represión política? "Es algo que no quiero desvelar, porque ahí está una de las claves de la novela. Nito poco a poco va descubriendo las verdaderas razones de la muerte de ambos". Quien quiera saberlo, ya sabe lo que le toca: leer la novela.

En ella, Martín Caparrós parte de una especie de juego que refleja la obsesión de los argentinos de conversar con sus antepasados. "Los familiares muertos conviven con los personajes vivos. Están embalsamados, sentados en el sillón del living, ven la televisión juntos, hablan de qué van comer o desayunar...". Es un guiño cómico que deriva en situaciones más dramáticas, incrustadas en el inconsciente colectivo del pueblo argentino. "Tenemos una gran capacidad para mantener vivos los lazos con nuestros muertos. Pero creo que es un rasgo humano universal. Todos nos hacemos hombres a partir de nuestra constancia de que existe la muerte, y por eso creamos una cultura estructurada que nos diferencia de los animales. En Argentina, quizá la peculiaridad es que el vínculo con los muertos tiene un carácter más político".

Entonces, por ejemplo, ¿la victoria por goleada de Cristina Kirchner en las pasadas elecciones es una evidencia de esa imposibilidad de romper amarras con su pasado político de los argentinos? Caparrós asiente pero rápidamente aclara y toma distancias: "Mi novela no pretende hacer metáforas relacionadas con la actualidad política del país. Detestaría que se leyera en esa clave. La esencia del libro va mucho más allá". Los Living no deja de ser una reflexión de algo tan insondable como la conexión entre la vida y la muerte, y cómo esta última incide en la primera. El autor de A quien corresponda la define como una "un historia que va de la farsa a la tragedia, y viceversa, en la que los dos tonos mantienen una tensión constante".

Martín Caparrós es un argentino muy cosmopolita, con una trayectoria de infatigable viajero a sus espaldas. Se licenció en historia en París, y también ha vivido temporadas en Madrid y Nueva York. Como asesor de la ONU sobre problemas varios de nuestro planeta (cambio climático, pobreza, inmigración...) se ha pateado medio mundo. Ha escrito más de una veintena de libros. El último publicado en España, Contra el cambio, denuncia el tremendo negocio que se esconde tras la preocupación -muchas veces injustificada- por el cambio climático.

En ese tono crítico también se inscribe A quien corresponda , crítica feroz contra el poder eclesiástico que sostuvo y alentó la dictadura militar argentina. La voluntad dio el pie para la adaptación cinematográfica titulada Los condenados, que rodó Isaki Lacuesta, en la que se analiza las secuelas de la lucha armada en veteranos militantes de la izquierda revolucionaria de Latinoamérica.

El jurado ha estado compuesto por Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix y el editor Jorge Herralde.