Image: García de la Concha, al frente del Cervantes de las sinergias

Image: García de la Concha, al frente del Cervantes de las "sinergias"

Letras

García de la Concha, al frente del Cervantes de las "sinergias"

En la toma de posesión del nuevo director, los ministros de Cultura y Asuntos Exteriores manifiestan su intención de colaborar estrechamente en la difusión de nuestra cultura

1 febrero, 2012 01:00

Víctor García de la Concha (izq.) junto a José Manuel García-Margallo y José Ignacio Wert.

Flanqueado por José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, y José Manuel García-Margallo, titular de la cartera de Asuntos Exteriores y Cooperación, Víctor García de la Concha ha tomado posesión de su nuevo cargo: director del Instituto Cervantes. En medio de ambos políticos, que con su presencia conjunta en el acto han querido dar una imagen de unidad y coordinación, el anterior director de la Real Academia Española ha enunciado en un discurso solemne y agradecido las líneas maestras de su próxima gestión al frente de la institución señera de la lengua española.

Lo primero ha sido mostrar diversas gratitudes: al gobierno, por "la confianza" que ha depositado en él y a su predecesora Carmen Caffarel, también presente en el atestado salón principal de la sede madrileña de la institución (entre los asistentes se encontraban José Manuel Blecua, director de la RAE; los académicos Luis María Anson y Arturo Pérez-Reverte; los predecesores en la dirección del instituto César Antonio Molina, el Marqués de Tamarón y Fernando Rodríguez Lafuente; el nuevo secretario de Estado de Cultura, Jose María Lassalle; y el anterior director general del libro, Rogelio Blanco, que miraba desde prudencial distancia a la tribuna de oradores).

Luego ha recordado que Cervantes murió con "el sueño no logrado" de ir a las Indias, pero que, en cierto modo, lo hizo gracias a El Quijote, que lo consiguió "en un viaje de locos, entre los libros de los conquistadores, para convertirse en el verdadero evangelio de la lengua de España". Una lengua que allí, en América, se hizo "americana y universal". Este breve recuerdo a nuestro escritor más célebre y su genial novela lo ha utilizado para fundamentar uno de sus empeños más claros en la andadura que ahora comienza en el Instituto Cervantes: "Hemos de lograr que el Cervantes sea sentido en América como algo propio".

En ese esfuerzo hay dos destinos en los quiere hacer especial hincapié: "Hemos de reforzar nuestra acción en los dos grandes polos americanos: los Estados Unidos, que es ya el segundo país en número de hispanohablantes, y el Brasil". Tampoco se olvida de extremo oriente (China, la India, Corea y Japón…), "tan interesados en conectar con la Comunidad Iberoamericana de Naciones que se cimenta en la lengua".

Es consciente García de la Concha de que en su labor en los próximos meses sufrirá el lastre de la recesión económica. Pero eso no le arredra: "El Cervantes ha nacido y crecido en la austeridad". Eso sí, ha advertido que "algún día, habremos de replantearnos en serio la imprescindible necesidad de dotar con más medios la política lingüística y cultural. Pero avanzaremos mucho si nos organizamos mejor, si evitamos duplicidades y buscamos fusiones que produzcan sinergias".

Y en eso están los titulares de Asuntos Exteriores y Cultura. Tradicionalmente ambos ministerios han entrado en colisión a la hora de repartirse competencias en la difusión de la cultura española en el extranjero. El Instituto Cervantes es una pieza clave en ese terreno y por tanto fuente potencial de tensiones entre ambos. Jose Ignacio Wert ha advertido, sin embargo, que "este gobierno buscará las sinergias de todos los actores implicados" en la exportación de nuestra cultura, a la que, ha remachado, "haríamos un flaco favor si no pusiéramos en común todos los esfuerzos".

José Manuel García-Margallo, por su parte, ha ensalzado la cultura como elemento vertebrador de los pueblos. Y se ha acordado de Jean Monet, que una vez dijo: "Si tuviera que empezar a construir Europa de nuevo, empezaría por la cultura". El ministro ha añadido: "Nosotros hemos empezado por la economía y así nos va". Sus palabras han sido conciliadoras con su colega en el gobierno ("es bueno que el Cervantes tenga un padre y una madre"), pero no ha podido evitar rematar su intervención señalando que "la ley dice que el Instituto Cervantes depende del Ministerio de Asuntos Exteriores".