La vendimia ciega de Eduardo Mendicutti
El Centro de Arte Moderno de Madrid publica una edición limitada de un viejo relato del escritor gaditano, que prepara un libro de cuentos
17 julio, 2012 02:00Eduardo Mendicutti. Foto: Antonio Heredia
Cuando Eduardo Mendicutti era un veinteañero, "hace como un millón de años", bromea el autor, escribió estas palabras: "Septiembre. Había en el aire una lejana melancolía de humo y polvo. Y en la casa, un aroma profundo que aún parecía agazapado, tirante, a punto de desbordarse e inundarlo todo. En el gran zaguán de la bodega, pegada a la casa como un gran animal somnoliento que estuviera desperezándose, se ultimaban los preparativos de la vendimia". Es el potente comienzo del relato La vendimia, un texto que entonces publicó en algún periódico y que no había recuperado hasta ahora, cuando El Centro de Arte Moderno de Madrid le ha hecho una edición especial y limitada que se presenta este miércoles a las 20 horas.Enzarzado en la selección de cuentos para un libro de relatos al que nunca le ve el final y en la escritura de su nueva novela, Mendicutti eligió aquel texto de La vendimia por ser "un cuento intimista, de los que hacen llorar a mi madre". Le pulió las "ñoñerías" propias de los 20 años y lo dejó listo para esta nueva edición artesanal de 100 ejemplares firmados y numerados y que está ilustrada por Manuel Cano López.
La casa de esta historia es la misma casa grandísima y de mucho postín en la que se desarrolla El palomo cojo. Y la historia, además, tiene algunas similitudes. "Es una evocación de un narrador adulto que rememora las vendimias de su infancia, desde la casa del abuelo. En El palomo cojo no aparece la figura de mi abuelo tal como era, porque él era ciego desde que le atracaron una vez para robarle los jornales. Por su ceguera, evoco en el cuento una vendimia a través de los olores", explica el escritor, que no incluyó este relato en el volumen que prepara porque pensaba que, a diferencia de los que sí lo conformarán, esta historia no tenía un carácter elegiaco y de humor que le da coherencia a los otros. Además, avanza que será, si no una continuación, al menos sí un complemento para su anterior libro de relatos, Fuego de marzo.
Brillante en el género corto, Mendicutti asegura que el tan anunciado esplendor del relato es todavía relativo. "Probablemente empiecen a funcionar un poco mejor, van ganando terreno, pero España no tiene todavía la demanda suficiente", lamenta. De momento, esta edición exquisita en la que el gaditano ahondará este miércoles en el Centro de Arte Moderno.