El Premio Planeta es el galardón literario que moviliza una mayor cobertura mediática en nuestro país. "Mí padre [fundador de la editorial y el premio] siempre decía que estaba muy satisfecho cuando llegaba y veía tantos fotógrafos congregados en torno al mundo del libro. Era el único día en que el libro le hacía sombra al fútbol", ha explicado José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta en la rueda de prensa previa a su entrega, esta noche en torno a las doce de la noche. Es pues una inmejorable plataforma para expresar opiniones que quieren buscan ser urgentemente atendidas. Y eso es lo que ha hecho el principal magnate del sector editorial en España. Los políticos han sido los principales destinatarios de su discurso. Por un lado, los encargados de regir la política cultural. Por otro, los competentes en acercar posiciones en la tensión abierta entre el ejecutivo catalán y el español, que con el pulso soberanista impulsado por Artur Mas está incrementándose de manera poco edificante para la convivencia pacífica en Cataluña (en Barcelona llama la atención estos días la pugna de banderas en balcones y ventanas: con señeras esteladas abundantes y también alguna que otra rojigualda).

A los primeros les ha urgido a poner en marcha un nuevo marco legal para combatir la piratería: "Me dicen que están en ello pero no podemos esperar dos años más". "Hay que anticipar al menos las medidas para controlar las páginas de enlace, que son la gran excusa que para colgar contenidos ilegales. Este año llevamos más de 1.500 denuncias contra este tipo de páginas. Tenemos todo un departamento persiguiéndolas, pero cuando logras que quiten alguno de tus libros éste aparece a los pocos días en otra. A estas páginas se les debe pedir que garanticen que los contenidos que enlazan no incumplan la ley de propiedad intelectual". Esta noche Lara cenará junto al ministro de Cultura José Ignacio Wert. Seguro que volverá a insistirle sobre este punto.

Es muy probable también que le deja constancia de otro lamento, que a la vez es una reivindicación. "Hay que asimilar el IVA del libro digital al de papel. Es cierto que hay una norma europea que lo desaconseja pero Francia y Luxemburgo también lo ha hecho". Lara ha informado que Amazon se ha domiciliado en este último país, donde el tipo es un 3%, para gozar de ventajas fiscales. También ha reprochado a aquellos que le exigen desarrollar una "política de precios más agresiva", medida que, a su juicio, no solucionaría nada: "Si el libro pirata cuesta cero el mío siempre va a parecer caro".

A los segundos, Lara les ha pedido, sobre todas las cosas, "diálogo". "La independencia es un mal irreparable para unos y para otros", ha sentenciado. Llegado el caso de que esa hipótesis se verificase, ha señalado que sus editoriales en castellano habrían de trasladarse a algún punto del Estado español. "Yo no me iré, pero a lo mejor tengo que acostumbrarme a trabajar de lunes a jueves fuera". Para el empresario la mayor parte de la población de Cataluña se siente española y catalana, sin incompatibilidad entre ambas condiciones. A esa mayoría, cifrada por él en alrededor de un 75% de catalanes, es a la que debe dársele una fórmula de convivencia por parte de los políticos. Sin embargo, ha indicado, entre estos se dan "muchas visitas oficiales" pero "muy poco diálogo".

Wert, Lara y el presidente de Cataluña, Artur Mas, que también compartirá mesa y mantel con los primeros, tienen una buena oportunidad para ir empezando en la cena de gala del galardón, que este año llega a su 61ª edición, manteniendo su astronómica (así parece en tiempos de crisis) dotación económica: 601.000 euros para el ganador y 150.250 euros para el finalista. De quienes, por cierto, hasta el momento sólo existen rumores poco fiables.