Andrés Barba, librero por un día
El escritor atiende a la clientela de Tipos Infames: "Demasiado divertido para ser cierto"
26 febrero, 2013 01:00Andrés Barba
La propuesta parece apasionante: una vez al mes, un escritor, en este caso Andrés Barba (Madrid, 1975), cruza las líneas amigas y se convierte en librero por unas horas en Tipos Infames (San Joaquín, 3, Madrid). Los antecedentes no son malos: lo han probado y lo saben Marta Sanz, Mercedes Cebrián, Patricio Pron, Marcos Giralt Torrente, Jesús Marchamalo, Luis Magrinyà y Edmundo Paz Soldán... O sea, que de 7 a 9 de la tarde, durante apenas dos horas de un lunes granizado, Barba nos expone lo mejor de su biblioteca personal, elige sus libros (propios y ajenos) favoritos, habla con sus potenciales lectores y “se abandona a lo inesperado”. En este caso, de las escritas por él, ha elegido novelas como La hermana de Katia, finalista del premio Herralde en 2001; Las Manos Pequeñas (Anagrama, 2008); Muerte de un caballo (Pre-textos, 2011), Ha dejado de llover (Anagrama, 2012) o Libro de las caídas, una joya literaria publicada en México en 2008 por Sexto Piso, ilustrado por Pablo Ángulo, con prólogo de Sergio Pitol y prefacio de Javier Cercas, del que sólo se editaron 1.000 ejemplares y en el que lanza y se lanza este reto: “¿Te atreverás a decirlo todo? Tú, que amabas los cuerpos que sufrían, las palabras rotundas, si, ¿te atreverás a decirlo todo?” Y se atreve, claro que sí... -¿Qué haría -le pregunto- si un cliente le pide ese libro amarillo que se está vendido tanto pero cuyo título y autor ha olvidado, o la tercera parte de Anatomía de las sombras de Grey; El Capital, de Artur Mas, o El fantasma de los Baskerville, de Dorian Grey (que son consultas reales publicadas en Facebook por Libreros que ocultan preciosa información...)? -Sonreír, supongo, y orientarle y aconsejarle libros mejores... y volver a sonreír... Sin embargo, ayer no estaba el tiempo apacible para libros: menos de diez personas tomaban café o leían, ajenas al escritor, que aprovechaba el tiempo con su futura editora y Pablo Angulo, que va a ilustrar su próximo libro, Desaparecidos, para revisar, vía iPad, las pruebas del libro y el futuro diseño. Si esperaba lectores en manada como gruppies no fue su tarde, pero no faltaron los amigos, y Andrés Barba estaba feliz: -“La verdad -confiesa- es que el oficio de librero entre cañas y amigos es demasiado divertido para ser cierto... En realidad es mi segunda vocación... ¿existe algo mejor que vivir entre libros, y compartir pasiones, a veces inconfesables, a veces desesperadas, pero casi siempre felices?” No faltaron sorpresas: de repente entró Enrique Redel, editor de Impedimenta, pero al ver al escritor se apresuró a disculparse porque en realidad venía sólo a traer puntos de lectura y a interesarse por sus libros, protagonistas este mes en la librería. Más tarde se dejaba caer el argentino Patricio Pron pero tampoco reparó en el escritor, demasiado atento a otras personas y a su felicidad. Y Vicente Molina Foix que, él sí, se acercaba a la improvisada mesa de libros de Barba, comentaba algunos títulos y compartía confidencias... Con todo, nos confirma Barba, fue una tarde feliz: "¿hay algo mejor, además de escribir?"