Viento poético favorable
Juan Carlos Suñén y Esperanza López-Parada inauguran en CentroCentro la segunda etapa de recitales y coloquios, Favorables. Madrid. Poema.
15 enero, 2014 01:00Juan Carlos Suñén, Esperanza López-Parada, Eduardo Moga y Eli Tolaretxipi
"El poeta es un árbol con frutos de tristeza y con hojas marchitas de llorar lo que ama", escribió Antonio Machado. La poesía siempre ha sido un género minoritario, marginado a ratos. Es un arte de misterio, de sombras, un viaje hacia el aprendizaje íntimo y personal, de lo que nos rodea y de lo que desconocemos. En un intento por acercar la poesía al público, da comienzo la segunda etapa de Favorables. Madrid. Poema, un ciclo que cita a algunos de los poetas contemporáneos más representativos del panorama español en la Capilla de CentroCentro. Juan Carlos Suñén sigue al frente de la velada que esta tarde contará con la participación de Esperanza López-Parada. Como es habitual, la invitada leerá algunos poemas y luego mantendrá un coloquio con el público.En un día como hoy, con la noticia de la muerte del poeta Juan Gelman, Esperanza López-Parada cuenta que su "lectura va a estar afectada por este hecho". Juan Carlos Suñén ha querido reunir, mensualmente, a diversos poetas nacidos en los años 60, aunque López-Parada alega, entre risas, no sentirse representativa porque escribe poco. "Leeré poemas de mi último libro, que son inéditos y algo dolorosos", detalla. En cuanto al objetivo de este ciclo, Suñén afirma que "intenta, sobre todo, representar a los poetas como personas reales, sin sacralizaciones intimidantes, y acercarlos a un público interesado no solo en lo que escriben, sino en sus pretensiones, motivaciones y expectativas".
Otro de los nombres que se dará cita en fechas futuras es Eli Tolaretxipi, una de las voces poéticas vascas del momento. Para ella, estos encuentros erigen una de las "pocas oportunidades para hablar de poesía y del propio trabajo". Lo que le atrajo de este formato es "la forma de presentar a los autores, pues no es solo una lectura de poemas, sino una presentación del autor y un diálogo con otro poeta". Eduardo Moga, que también participará, pone de manifiesto que le interesa "todo cuanto permite a dar a conocer más y mejor la poesía" que escribe. El objetivo final, continúa, es "transmitir" su trabajo.
Las motivaciones de los poetas
Ahora que "quizás la poesía esté homogeneizándose un poco, son importantes ciclos como Favorables, que nos recuerdan la riqueza morfológica desde la que partimos", comenta el comisario de la cita. La inspiración es la infinita lucha de todo escritor. "Se trata de filtrar lo exterior, revolver luego en lo interior y decir-filtrar, otra vez, el poema", explica Moga. Tolaretxipi, por su parte, apunta que "la propia literatura, el arte y la experiencia" son sus fuentes de inspiración. Además, la donostiarra ha traducido a personalidades como Sylvia Plath, Elizabeth Bishop y Patti Smith, de quienes ha aprendido "a tratar de ser coherente, a crear mundos y lenguajes propios y a no seguir las modas".Cualquier sentimiento que pueda padecer el ser humano es una fuente de energía que puede inspirar los mejores poemas. Para Suñén, "la ira, el miedo, el amor, la indignación, toda clase de preguntas, el bosque, el futuro, la ternura", entre otras muchas. Al fin y al cabo, "la inspiración es, en realidad, una busca, una persecución", redondea Moga. Y como preocupación común entre los poetas está "mantener el equilibrio entre la cercanía del mundo y la bellaza expresiva", apunta el comisario. Así, la poesía sirve para un conocimiento íntimo. "Es un arte misterioso, de las sombras, del enigma. Nos permite saber lo que no sabemos, nos proporciona la llave para descubrir otros 'yos' y otros espacios. Es un arte cifrado, nos revela lo que no sabemos, incluso de nosotros mismos", filosofa López-Parada.
Mala salud de hierro
Todos coinciden en el hecho de que la poesía nunca ha gozado de un buen estado de salud. Pero como una anciana fuerte y robusta ha ido saliendo adelante. "Faltan publicaciones de referencia, con autoridad suficiente para separar el trigo de la paja", apunta Suñén. El problema también radica en la "gran variedad de voces y poéticas con trabajos importantes pero con dificultades para dar a conocer sus obras", comenta Tolaretxipi. Pese a todas las dificultades y por su carácter minoritario unido a una crisis rampante y los cambios en los hábitos de comunicación y de lectura, "sigue habiendo mucha gente que lee y escribe poesía, aunque sería deseable que hubiera más que la leyera y menos que la escribiera", ahonda Moga.Por otra parte, Eli Tolaretxipi se encuentra con un doble problema debido a su procedencia y origen vasco. Considerada una de las voces de la poesía actual asegura que en Euskadi no es poeta vasca "por no escribir en euskera. Estas cosas, en el fondo, no significan nada y no le aportan nada a la poesía, esa manía de los orígenes y las identidades son etiquetas que estropean bastante las cosas", se apena. De lo que sí se alegra es de que "la poesía en vasco es una especie protegida y muy cuidada, con sus propios canales de difusión y bastantes recursos económicos". No obstante, encuentra un problema y es que "se eligen figuras con mucho poder en los medios que hacen sombra al resto de autores".
Sea como fuere, tanto Suñén como Moga inciden en que se está gestando una inquietud apremiante en cuanto a este género. "En un momento en el que las propuestas (respondiendo, seguramente, a la inestabilidad de los tiempos) se multiplican a gran velocidad, hay voces de gran calidad y novedades prometedoras", se alegra Suñén. Echando la vista atrás y recordando su recorrido histórico, "el estado de salud de la poesía no es peor que en otras épocas: hay una saludable diversidad, que aún no ha cuajado en una estética dominante, y, por fortuna, se ha abandonado ya la acritud, incluso ferocidad, con la que se vivió el enfrentamiento entre las diferentes corrientes estéticas hace bien pocos años", concluye Moga. "Esa condición marginal es la que debe mantenerse y respetarse", apuntilla López-Parada.