Image: Nell Leyshon: La escritura tiene que ser fresca, como el habla

Image: Nell Leyshon: "La escritura tiene que ser fresca, como el habla"

Letras

Nell Leyshon: "La escritura tiene que ser fresca, como el habla"

La escritora ha sido galardonada con el Libro del año 2014 por el Gremio de Libreros de Madrid por Del color de la leche

24 diciembre, 2014 01:00

Nell Leyshon

Cuando tenía 15 años vivía en un pequeño pueblo rural inglés. Allí tenía tantas cosas para admirar como para detestar, estaba tan desesperada por pertenecer a ello como por salir de allí. Aún siente ese conflicto en su interior y algo de ello ha depositado en la protagonista de su libro, Del color de la leche. Nell Leyshon (Glastonbury, Reino Unido) ha sido galardonada con el Libro del año 2014 por el Gremio de Libreros de Madrid por esta obra en la que crea un microcosmos de la Inglaterra de 1830 en plena Revolución Industrial dando voz a una niña de 15 años que escribe su propia historia.

La chispa que prendió la idea de escribir esta novela es el interés de la escritora por dar voz a las minorías pues se trata de una persona que ha trabajado "con gente marginada durante mucho tiempo". ¿Qué pasa si no pueden leer y escribir? Se pregunta a sí misma, para acto seguido responder de manera contundente: "Literalmente no tienen voz y se vuelven invisibles". Y ese es el poso donde se asienta Del color de la leche.

El espíritu luchador, irreverente y pícaro de su protagonista, la joven Mary, choca con su corta edad. Vive en una granja con su familia (abuelo, padre, madre y cuatro hermanas) donde cada día las labores duran de sol a sol. Pero ella cuenta con un impedimento añadido: desde su nacimiento una de sus piernas es defectuosa. Su padre maldice no haber tenido hijo varón para trabajar más duro, su madre no se permite ningún atisbo de cariño ni alegría y sus hermanas, a cada cual más extraña, no muestran empatía con Mary. Tan solo con su abuelo se permite el lujo de reír a escondidas e imitar a cada uno de sus familiares.

Todo cambia cuando el vicario pide a su padre ayuda con su mujer enferma. A cambio de los labores recibe una suma de dinero extra. Un aliciente a un carácter que solo mira a la moneda, a la cosecha y a la venta de la materia prima. Allí todo resulta diferente, desconocido y su picardía y descaro sirven como contrapunto a una familia adinerada y con recursos. Pero el vicario guarda simpatía por la joven y, junto a él, aprende a leer y a escribir. Junto a él a través de la Biblia. "Nos estimularon a pensar acerca de la Biblia y al final se me ocurrió la idea de que este libro serviría de elemento educativo", explica la escritora. No obstante, apunta que en un principio la idea surgió para una obra de teatro. "Hablé con el editor y me dijo que podría usar la misma idea para ambas cosas. Así que empecé a escribir ese mismo día porque la voz de Mary se estaba apoderando de mí".

- El libro podría entenderse como una conversación íntima entre la protagonista y el lector
- Escribo mucho para radio y hay algo mágico en ello porque se trata de una conversación entre el locutor y el oyente. Esa intensidad creo que es la que se muestra en el libro. Acabo de terminar mi siguiente libro y creo que ocurre lo mismo. Muchos escritores no escriben de manera directa, utilizan muchas descripciones, palabras grandilocuentes... me gusta lo directo porque soy una persona directa. Creo que hay una relación estrecha entre tu forma de escribir y cómo eres como persona.

- Al principio, cuando Mary no sabe leer ni escribir, observamos que sus frases son cortas, simples y con una puntuación dudosa. Pero a medida que va aprendiendo introduce subordinadas y se ve el proceso de aprendizaje.
- Sí, un poco. No quería que fuera demasiado porque requería que fuera realista. Lo cierto es que el momento en el que está contando la historia no es muy extenso de modo que tampoco tenía mucho tiempo para escribir. Ahí está la intensidad. A medida que iba escribiendo yo me iba convirtiendo en ella, tienes que hacerlo cuando escribes. Acabo de terminar mi próximo libro que va acerca de un ladrón y me he descubierto a mí misma mirando a las carteras de la gente cuando voy en el metro. Terminas viendo el mundo a través de tus personajes. Cuando escribo no soy consciente sino que me centro en sentir, no me cuestiono lo que estoy haciendo. Creo que si piensas que todo lo que haces es bueno es un desastre, cada vez que escribes tienes que ser fresco, como cuando hablas.

No hay que olvidar que la historia transcurre en 1830, momento en el que la Biblia era un elemento sagrado. Leyshon comenta que "en Inglaterra piensan que es una novela histórica mientras que en América opinan que es una obra muy contemporánea que refleja la situación que vivimos". Pero, sobre todo, habla de la religión, la pobreza y la cultura en lugares marginales. La similitud con la actualidad llega al pensar en todas las mujeres que han tenido que buscar su propio camino siendo fuertes y con carácter luchador. Por esta razón, el personaje de Mary podría pensarse como una "metáfora de la fuerza del espíritu humano o, al menos, como una representación porque incluso en las condiciones más adversas encuentra el modo de mantener sus creencias", explica la autora.

Todo con el aura de inocencia de una joven con el pelo del color de la leche. Ese mismo color que ofrece una mirada tierna, de inocencia, de virginidad. El contrapunto es su "fuerza como persona porque las chicas de esa edad no siempre son así, tienen mucha presión en diferentes direcciones, tienen que comportarse y pensar en cierto modo, etc. Es muy difícil tener 15 años". Esa crítica barrera en la que no eres niño pero tampoco adulto.

- La Revolución Industrial hace aparición en la historia. Hablamos de las cadenas anteriores y las posteriores. Al igual que Mary tiene unas ataduras con su familia y unas nuevas con la familia del vicario. En cierto modo como hoy en día que creemos que somos libres pero no lo somos tanto...
- No somos para nada libres. Pasas por enfrente de las oficinas y vemos calles y calles de gente trabajando en sus ordenadores. Vivimos en la prisión de la tecnología. Cojo el metro y casi todos van mirando al teléfono, no somos libres. Es triste. Escogí la Revolución Industrial a conciencia porque marcó un gran cambio en la vida. Sigue siendo un problema porque la gente está desapareciendo del mundo rural e intenta buscarse una nueva vida porque todo ha sido industrializado. Me interesa mucho cómo se relaciona la gente con la tierra y cómo de aquello hemos llegado a esto. De todos modos no me gusta hacer investigación, me gusta imaginar.

Pero, a pesar de que la novela está basada en esa época hay otro punto importante en ella. Y son las emociones y sentimientos de los humanos. Universales e imperecederos. Lo que cambia es el modo de expresarlos, el contexto. Y las cadenas que nos atan, las barreras que nos ponemos, las metas que nos proponemos.