Image: Muere André Glucksmann, uno de los grandes filósofos del mayo francés

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Letras

Muere André Glucksmann, uno de los grandes filósofos del mayo francés

10 noviembre, 2015 01:00

André Glucksmann

Tenía 78 años. Experimentó a lo largo de su vida un notable viraje ideológico, desde el maoísmo hasta las posiciones más conservadoras de su madurez. Acabó apoyando a Sarkozy

André Glucksmann, uno de los filósofos estrella del mayo francés y, posteriormente, y hasta hoy mismo, uno de los intelectuales más mediáticos del país, falleció la pasada noche en París a los 78 años. Su defensa de la guerra de Irak, su interpretación del terrorismo islamista (para él, en realidad, nihilista, lo que sirvió de tesis para su Dostoievski en Manhattan), o su pesimismo con Europa, para él un continente cansado, fueron algunas de sus posturas públicas más controvertidas, que lo hacían antipático sobre todo a cierta izquierda que no le perdonó su denuncia, muy temprana en la intelectualidad francesa, del totalitarismo de los países comunistas.

En una entrevista con El Cultural de 2010, demostró cuáles eran algunos de sus posicionamientos políticos de los últimos años. Como la defensa de la intervención en Irak ("Mereció la pena sobre todo para los iraquíes. Ahora son más libres que cuando vivían bajo Sadam Hussein. Éste ha asesinado a muchísima más gente que los atentados islamistas"), la interpretación del terrorismo islamista como nihilismo ("Los islamistas se matan a sí mismos para poder asesinar. El hecho de que acepten morir en sus atentados les justifica para matar a otros civiles. Su grito favorito, en realidad, es "¡Viva la muerte!"), el agotamiento del Mayo francés ("Mayo del 68 acabó hace mucho tiempo, y la herencia que dejó es muy contradictoria. Por un lado, se criticaba al Partido Comunista Francés, mientras que por otro se lanzaban proclamas marxistas, maoistas...") o la decadencia de Europa ("Se ha pasado de un Antiguo Régimen a un Nuevo Régimen. Pero ahora, en este siglo, Europa vuelve a estar cansada, y ya no tiene fuerza para defender a aquellos que quieren recorrer su mismo camino").

Asociado a los llamados Nuevos Filósofos a comienzos de los años 1970, Glucksmann tuvo una notable evolución ideológica a lo largo de su vida pública. Nacido el 19 de junio de 1937 en Boulogne Billancourt, una ciudad limítrofe con París, de padres judíos de origen austríaco, era asistente del sociólogo Raymond Aron cuando se produjeron las revueltas estudiantiles de 1968, en las que participó activamente. Pasó de ser un militante maoísta, defensor de la llamada Revolución Cultural llevada a cabo en China a romper con el marxismo y a denunciar los crímenes de los regímenes comunistas, en particular en un libro publicado en 1975 y del que se vendieron decenas de miles de ejemplares: La Cocinera y el devorador de hombres. Reflexiones sobre el Estado, el marxismo y los campos de concentración.

En 1979, junto a Raymond Aron y al padre del existencialismo, Jean-Paul Sartre, se puso en cabeza de una iniciativa para acudir en ayuda de los refugiados que huían Vietnam con la victoria allí de los comunistas en la guerra. Miles de esos refugiados fueron acogidos entonces por Francia. Muy activo en los movimientos anticolonialistas, en los años 1980 su viraje ideológico fue hacia el atlantismo, entendido como una forma de antitotalitarismo y de defensa de los derechos humanos frente a múltiples dictaduras. Por eso mismo se pronunció contra el pacifismo.

Defendió la intervención de la coalición liderada por Estados Unidos contra el Irak de Sadam Husein en la primera Guerra del Golfo en 1991, al igual que la de la OTAN en Serbia en 1999 por el conflicto con Kosovo. A comienzos de 2007, manifestó su apoyo a Nicolas Sarkozy en la campaña que llevaría al líder conservador a la presidencia de la República (2007-2012). Posteriormente se alejó de él por la proximidad que mantuvo Sarkozy con el presidente ruso, Vladímir Putin, cuya política -en particular en Chechenia- había denunciado repetidamente el filósofo. Además de Dostoievski en Manhattan, en donde adaptaba al 11-S las tesis del autor de Los demonios, Glucksmann es autor de libros como Una rabieta infantil, El discurso del odio, El discurso de la guerra, Cinismo y pasión u Occidente contra occidente.