Lunwerg presenta Marilyn tenía once dedos en los pies y otras leyendas de Hollywood. Un libro ilustrado de María Herreros que, a través de sus reconocibles trazos, recorre las historias locas, oscuras o curiosas de más de 20 personajes relevantes del Hollywood de todos los tiempos.
Ni cómic, ni novela gráfica.
La ilustradora María Herreros (Valencia, 1983) rompe los moldes del género con este libro con formato de cuaderno en el que nos acerca la intrahistoria de Hollywood. A través de curiosidades, anécdotas y leyendas la dibujante repasa las biografías de más de 20 actores y directores de cine poniendo el foco en su lado más curioso, insólito, oscuro o extravagante.
Con su personal y reconocible acercamiento a los personales, la autora realiza este particular recorrido por la historia del cine desvelando curiosidades que son fruto de años de lectura sobre mitos, rumores, datos y documentos alrededor de las estrellas de Hollywood.
David Lynch, Woody Allen, Tim Burton, Quentin Tarantino, Angelina Jolie, Cary Grant… El libro cuenta también con algunos anexos sobre temas específicos, como la cienciología, con Tom Cruise y John Travolta como protagonistas, los niños prodigio de Hollywood o la obsesión de las estrellas del cine por la rinoplastia.
Y como muestra, aquí van seis chismes que tal vez no sabías, y que descubrirás en este libro:
1. La doble vida de Cary Grant
En Hollywood era un secreto a voces que Cary Grant era gay. No se escondía mucho, pero accedía a los matrimonios que le concertaban los Estudios Paramount para acallar los rumores. Con su primer novio americano, Jack Kelly, abrió un bar en plena Ley Seca en Manhattan, y ya en Hollywood conocería al que sería el amor de su vida: Randolph Scott. Vivieron juntos, y en 1940 rompieron su relación por presiones del estudio pero siguieron amándose siempre a pesar de matrimonios, divorcios y papeles de seductor. Para no arriesgar su carrera (la homosexualidad era un motivo por el que las productoras rompían sus contratos, y con 3 millones por película, era el mejor pagado de los años sesenta), se vio obligado a administrar una doble vida que le llevó al alcoholismo y a la esquizofrenia. Los escándalos se multiplicaron y, una noche, la policía lo arrestó por asaltar sexualmente a un marinero en Los Ángeles. Rápidamente pusieron a un actor de tercera que aceptó los cargos por una suma considerable, pero ¿tienen los estudios de Hollywood tanto poder como para cambiar el nombre de un acusado? Se dice que en sus viajes a Europa había dado un servicio al espionaje estadounidense y le debían aun favor. Finalmente, en los años cincuenta pudo superar sus adicciones y la esquizofrenia, a través del uso del LSD, que vivía un momento álgido en el mundillo de Hollywood.
2. Alfred Hitchcock: el psicópata maestro del suspense
Hitchcok ponía a prueba el aguante y los nervios de sus actrices con bromas pesadas, metiéndose en su vida personal, traspasando los límites de la intimidad y presionándolas de diferentes maneras. A Kim Novak le pegó un susto con un pollo desplumado. A Robert Donat y Madeleine Carroll los esposó y "perdió la llave". En el cumpleaños de la hija de Tippi Hedren (Melanie Griffith), le regaló una muñeca caracterizada como su madre metida en una estrecha caja de madera de pino. En casa también sufrieron sus bromas enfermizas y su vena cruel. A su hija Patricia la subió a la rueda de un barco a vapor, pidió al encargado que la girara hasta que la niña quedara suspendida en la parte más alta y la dejó allí hasta que sufrió un ataque de nervios. Durante muchos años, han circulado historias sobre el capricho de Hitchcock de aparecer travestido en una de sus películas. Se supone que
Con la muerte en los talones, en el minuto 44, una mujer gorda con vestido turquesa y sombrero azul y blanco que aparece en un tren es el mismo Hitchcock. Y corren rumores de que hay metraje grabado de su personaje femenino, que tenían previsto que apareciera en la película e incluso tenía diálogos.
3. Charles Chaplin: manías y fobias del genio Charlot
A pesar de ganar millones y millones de dólares, era muy tacaño. Dormía en moteles, no se cambiaba de ropa y se parecía cada vez más a su vagabundo personaje. Decían que se metía un pedazo de plátano podrido en los pantalones para que la peste molestara a todo el equipo de rodaje. Chaplin era una persona llena de miedos irracionales y paranoias. Entre ellos: fobia a los guantes de látex (y los condones); fobia a los gorros con borla; fobia a la leche caliente Además, tenía tal pánico a ser asesinado que no asistió a la ceremonia en la que le hacían entrega de su estrella en el paseo de la fama.
4. Angelina Jolie, una vida intensa y peligrosa
Si hay algo que defina a Angelina, es la intensidad con la que aborda todos los aspectos de su vida: el cine, sus relaciones personales (y consigo misma) y su trabajo humanitario. Esta intensidad ha dado mucho que hablar sobre su vida y ha generado tal cantidad de rumores e historias (tanto reales como inventadas) alrededor de su enigmático modo de vida que se ha convertido en una de las pocas estrellas que general una fascinación equiparable a los grandes ídolos del antiguo Hollywood. Desde que empezó a trabajar como modelo de adolescente, ha tenido una relación especial con el peligro para gestionar sus épocas más oscuras. Ha tenido serpientes, coleccionado cuchillos y aprendido a pilotar. En su boda con Jhonny Lee Miller, llevó una camiseta blanca en la que escribió el nombre de él con su sangre. En la boda con Billy Bob Thornton, un vial alrededor del cuello con la sangre de él. Tras estos dos divorcios, disparó rumores de relaciones incestuosas con su hermano cuando recogió su Óscar y se lo dedicó diciendo "Estoy tan enamorada de mi hermano ahora mismo". Además de darle un montón de besos en la boca en la alfombra roja. Lo han negado siempre.
5. Tom Cruise, atrapado por la Cienciología
Cuando L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología, murió, le sucedió David Miscavige. Tom Cruise y él son íntimos. Tan íntimos que cuando Tom se casó con Nicole Kidman, David se disgustó bastante (Nicole era considerada dentro de la iglesia como "fuente potencial de problemas", entre otras cosas, por tener un padre psicólogo, algo que no gusta mucho a los cienciólogos). En el documental
Going Clear de HBO sobre la Cienciología, un exmiembro, Marty Rathburn, cuenta cómo se le asignó la misión de acabar con este matrimonio. Usaron las "auditorías" de Nicole contra ella, le rastrearon el teléfono y usaron información para que Tom sospechara de su mujer. Además, le ofrecieron poner todo su poder a disposición de ganar la custodia de los dos hijos de la pareja. Tres cuartos de lo mismo pasó con Katie Holmes, supervisada y aprobada por la iglesia de la Cienciología, y que parecía fácil de manipular. Sin embargo, en lo que dicen que fue un muy preparado plan de fuga, Katie consiguió escapar con Suri, la hija de la pareja, y suficiente información sobre Tom como para que la dejaran quedarse con la custodia.
6. Stanley Kubrick: todo bajo control
El director de cine de
Lolita, 2001, Una odisea en el espacio o
La naranja mecánica, era un obseso del control. Era tan maniático de los detalles que mandaba fabricar sus propios cuadernos, porque tenían que ser exactamente de 10x15 centímetros, y de unas características muy precisas. En los sets de rodaje siempre los llevaba encima y estaban llenos de notas con minuciosas observaciones. Mandó construir 400 cajas a su gusto para guardar cosas porque no le satisfacía ninguna. Iban a retirar del mercado la tinta marrón que usaba, así que compró todas las existencias. También era un loco de la tipografía. Siempre usaba tipos de letra
san serif en todas sus películas. Y siempre ponía "THE END" al terminar las películas. Cuando se perdió esta costumbre, él siguió haciéndolo, pero lo ponía al final de los créditos.