Cervantes y Shakespeare en las librerías
Viaje alrededor del Quijote
Fernando del Paso. FCE.
Publicado por vez primera en México en 2004, FCE recupera este Viaje en el que el último premio Cervantes, el mexicano Fernando del Paso, se mide con el Quijote desde el punto de vista del lector, no del erudito ni del crítico literario. El envite está claro desde el primer capítulo, titulado “Quijotitos a mí”, pues con clara intención irónica y autoburlesca proclama que como lector no teme al clásico y se atreve a "nadar en ese océano paciente sin fondo que es la bibliografía cervantina" para responder a cuestiones como si estaba realmente loco don Quijote, o era sólo un bravucón; si sabía y podía amar o qué simboliza en realidad Dulcinea. Imprescindible.
Miguel de Cervantes
Jordi Gracia. Taurus.
Biógrafo de Ridruejo y de Ortega y Gasset. Gracia aborda la peripecia vital y literaria de Cervantes y narra con fidelidad cronológica lo que le va sucediendo al escritor desde la infancia, su descubrimiento del teatro a su aventura en Lepanto, sus desdichas como comisario de abastos y cobrador de impagos, y el éxito del Quijote, que encumbró a quien no era sino un iluso "escarmentado por la experiencia".
El espejo de un hombre
Stephen Greenblatt. Debolsillo.
Los datos sobre la vida de Shakespeare son abundantes aunque imprecisos y poco concluyentes. ¿Cómo trazar, entonces, su biografía? Greenblatt apuesta por retratar la época isabelina, mientras abunda en la contradicción del dramaturgo, que empatizó con sus personajes sin olvidar sus debilidades y excesos, mientras reflejaba en sus desventuras las de su propia vida, que se obstinaba en ocultar.
Don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes y Andrés Trapiello. Destino.
Andrés Trapiello, escritor y experto en Cervantes, nos sorprende con una ambiciosa edición de uno de los mayores hitos de la literatura universal: el Quijote. Coincidiendo con el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, Trapiello ha adaptado el texto íntegro de esta obra imprescindible al castellano que hablamos hoy en día. Bajo el título Don Quijote de La Mancha. Puesto en castellano actual íntegra y fielmente por Andrés Trapiello, este libro pretende acercar las aventuras de don Quijote y Sancho Panza a todos los lectores para que puedan disfrutar de ellas sin la dificultad que puede suponer leerlas en el castellano de cuatrocientos años atrás.
Guía del lector del Quijote
Salvador de Madariaga. Stella Maris.
Ya lo dijo Octavio Paz: "Con Cervantes comienza la crítica de los absolutos: comienza la libertad. Y comienza con una sonrisa, no de placer, sino de sabiduría". Por eso, nada como la mirada de otro sabio, Madariaga, para descubrirnos otra lectura del Quijote a partir de la relación de Cervantes con los libros de caballerías primero, y con algunas cuestiones psicológicas que plantea el clásico cervantino después.
El año de Lear
James Shapiro. Cátedra.
1606 fue un año excepcional y terrible: la reina Isabel acababa de morir y mientras su sucesor, Jacobo I, se enfrentaba a diversas conjuras y enfrentamientos religiosos, Shakespeare terminó El rey Lear y comenzó a escribir Macbeth y Antonio y Cleopatra, en las que, como demuestra Shapiro en este apasionante ensayo, reflejó la inestabilidad, divisiones, incertidumbres y cainismo de su tiempo.
Cervantes: los años de Argel
Isabel Soler. Acantilado.
El Cervantes de este libro tiene 33 años y es soldado. Aunque ha escrito algunos poemas aún no sueña el Quijote, en realidad en 1580 es el arcabucero de Lepanto, el preso de Argel. La profesora Soler le hace mantener una suerte de diálogo imposible con doce testigos, doce compañeros de desgracia, para explicar cómo fueron sus cinco años de cautiverio, desmontando leyendas de misiones secretas o amores imposibles.
La verdad sobre Shakespeare
Paul Edmondson y Stanley Wells. Stella Maris.
Pocas obras ofrecen una actualización tan exhaustiva y rigurosa de los "Argumentos, evidencias y polémicas" que oscurecen La verdad sobre Shakespeare como este completo volumen, que ilumina las falsas atribuciones a otros autores de sus obras y desenmascara las conspiraciones antishakespearianas que siguen vivas incluso en nuestros días y que cuestionan su misma existencia.
La juventud de Cervantes
José Manuel Lucía Megías. EDAF.
A partir de los escasos datos ciertos que existen de Cervantes, Lucía Megías, acaso el mayor especialista español vivo en el autor del Persiles, ofrece una visión panorámica de su época que no olvida el estudio de los retratos literarios y pictóricos del autor en el contexto de las convenciones iconográficas de su tiempo, la tipología de los documentos cervantinos o la vida académica y literaria del Siglo de Oro.
Leer a Shakespeare
Logan Pearsall Smith. Stella Maris.
Un esclarecedor prólogo de Luis Racionero nos acerca a un estudio clásico que explica la evolución de la obra de Shakespeare, cómo llevó su revolución teatral a escena, y, sobre todo, que diferenció radicalmente su obra de la de sus contemporáneos, deteniéndose en cómo supo reinventar la palabra para convertirla en vehículo de las pasiones más atormentadas (la ambición, los celos), de la locura y la muerte.
El mundo, un escenario
Jordi Balló y Xavier Pérez. Anagrama.
Aunque podían haberse limitado a estudiar las adaptaciones de obras de Shakespeare a la pantalla, o a capturar argumentos shakespearianos en el cine actual, los autores analizan en este libro, subtitulado Shakespeare: el guionista invisible, las estructuras y procedimientos dramáticos, estilísticos y narrativos que utilizó en sus obras para indagar en las películas que recurren a las técnicas utilizadas por el inglés.
Lunáticos, amantes y poetas
Varios autores. Galaxia Gutenberg.
Ben Okri, Giralt Torrente, Puértolas y Yuri Herrera, entre otros, narran "Doce historias inspiradas en Shakespeare y Cervantes", en las que no falta la de un profesor desesperado tras 31 años intentando que sus alumnos admiren las metáforas malvadas de lady Macbeth (Juan Gabriel Vásquez), o la de la primera visita de don Quijote, "enciclopedia viviente del absurdo y las fantasías", a una imprenta (Okri).
Don Quijote en el arte
John J. Allen y Patricia S. Finch. Cátedra.
Confiesan Allen y Finch que en todos los museos encontraron algún Quijote, muchos de ellos del siglo XX: de Fragonard a Edward Hopper, de Andre Masson a Picasso pasando por Odile Redon, Jan Sluijters o Daumier, esta obra reúne un centenar de miradas sobre el clásico, acompañadas de reflexiones de Freud, Nietzsche, Ortega y García Márquez, entre otros, que explican la vitalidad del mito.
William
Care Santos y Dani Cruz. Base.
Con un puñado de versos, magníficas ilustraciones, rigor, desenfado y mucho humor, los autores acercan a los lectores más jóvenes la vida de "quien supo contar el mundo como nadie sabría", en una época en la que no existían los "selfies" ni Instagram.
El viaje de Don Quijote
Julio Llamazares. Alfaguara.
La del alba sería cuando ese inquieto vagamundo que siempre es Julio Llamazares comenzó a recrear, desde el convento de las trinitarias de Madrid a la playa de Barcelona, los viajes de Don Quijote por España, sin olvidar, claro está, La Mancha, Sierra Morena o Zaragoza.Y lo hizo visitando cada pueblo y terruño por Cervantes, con La ruta de don Quijote de Azorín (1905) en una alforja, numerosas relecturas de la novela y una curiosidad a prueba de tópicos. Y la certeza de que "el viaje de don Quijote no se termina nunca, ni siquiera se sabe por dónde va realmente".
El hueco del tiempo
Jeanette Winterson. Lumen.
Con El hueco del tiempo, descarnada actualización del Cuento de invierno shakespeareano , arranca The Hogarth Shakespeare, en el que destacados narradores reinventan los títulos más característicos del dramaturgo. Así, Winterson transforma al rey Políxenes en Xeno, un introvertido diseñador de video juegos, y a Leontes en Leo, un tiburón de fondos de inversión, enfrentados en una tormentosa relación de amor, celos y muerte.
Quijote y los invencibles
Erri de Luca. Cículo de Bellas Artes.
En una taberna imaginaria un ‘quijoptimista' llamado Erri de Luca rinde homenaje al héroe cervantino, acompañado de la guitarra de G. Testa y el clarinete de G. Mirabassi. Sus reflexiones, entremezcladas con poemas y canciones de Brecht, Alberti, Nazim Hikmet o Boris Vian, son el eje de un libro que se completa con la trascripción del espectáculo, una entrevista con el italiano y unos ensayos en los que De Luca reivindica el caracter visionario, que no soñador, del Quijote.
Cervantes y la Orden Trinitaria
José Antonio Ramírez Nuño. Digital Asus.
Hace casi un siglo, en 1917, el trinitario Domingo de la Asunción desvelaba el papel esencial que había desempeñado Juan Gil en la liberación de Cervantes de su cautiverio en Argel. Ahora, Ramírez Nuño recupera, corrige y amplía ese volumen centenario para narrar las penalidades sufridas por el escritor desde que en 1575 fuera capturado, sin olvidar sus intentos de fuga ni su conquista de la libertad.
Las burbujas de la tierra. En torno a William Shakespeare
Ignacio Gracia. Cátedra.
He aquí un estudio breve pero sustancioso sobre Shakespeare y su obra, en la que Ignacio Gracia profundiza en el “primer escritor de Occidente” como poeta y dramaturgo, sus argumentos y personajes, su relación con el poder, el sueño, el vino y la demagogia, para examinar cómo se han vertido al cine sus dramas o su relación con España (Cardenio, Falstaff), con Quevedo y con Gracián.
Enseñanzas del Quijote para la vida moderna
Eugenio Suárez-Galván. Kailas.
Profesor avezado y "Quijote" de 1988 de la Sociedad Cervantina de Esquivias, Suárez-Galván ofrece una lectura amena del clásico, destacando las lecciones de vida y literatura que ofrece. Así, destaca la importancia en el Quijote de la tolerancia y la justicia, y al analizar el tema del amor, el machismo y la misoginia resalta con ejemplos extraídos de la novela la actitud progresista de Cervantes respecto a las mujeres, en una época que no se caracterizaba precisamente por el respeto ni por la igualdad.
Cervantes y Lope. Vidas paralelas
Mary Shelley. Calambur.
Publicada por vez primera en 1837, es posible que esta breve biografía no se hubiese recuperado este año si su autora no hubiese sido Mary Shelley, la creadora de Frankenstein, que, tras quedarse viuda en 1822, se vio obligada a escribir una serie de obras alimenticias para mantener las aspiraciones aristocráticas de su hijo Percy. Ésta de Cervantes ofrece la peculiaridad además de resaltar sólo sus hechos más heroicos y dramáticos (la batalla de Lepanto, el cautiverio en Argel) mientras soslaya los menos recomendables (sus encarcelamientos).
Y Shakespeare leyó el Quijote
José Enrique Gil-Delgado. Ediciones de la Torre.
Uno de los grandes enigmas shakespeareanos es si llegó a leer el Quijote, en el que podría haber inspirado su legendaria Historia de Cardenio, perdida en el incendio del teatro The Globe en 1613. Gil-Delgado asegura en esta novela que sí y que Cervantes y el inglés se reunieron en Valladolid, en el Colegio de los Ingleses de San Albano, para reescribir el drama desaparecido, tras innumerables aventuras en Escocia e Inglaterra.
Don Quijote en la España de la reina Letizia
Amando de Miguel. Stella Maris.
¿Qué pasaría si un anciano con aspecto de indigente y que dice ser Alonso Quijano, esto es, el auténtico don Quijote en quien se inspiró Cervantes para crear su célebre personaje cuatro siglos atrás, apareciese hoy mismo a las puertas de un hospital de Toledo? Amando de Miguel traza con este pretexto un divertimento agudo y bienhumorado que descubre el asombro del hidalgo ante el mundo actual, las alianzas políticas y nuestra forma de vivir, sin que falte la sátira más acerada ante nuestras contradicciones.
Madrid, 1616
Eloy M. Cebrián y Francisco Mendoza. Algaida.
El hallazgo de unos manuscritos en una casa en Esquivias pone en marcha este relato, en el que los autores engarzan leyendas, certezas y medias verdades que van desde la autoría del Quijote de Avellaneda a la supuesta relación entre Shakespeare y el manco de Lepanto, más las trastadas de un Lope celoso que intuía que a pesar de su fama de entonces sería Cervantes quien alcanzase, con los siglos, mayor trascendencia.
Dulcinium, el amor perdido de Cervantes
Angela Rodicio. Confluencias.
¿Y si Dulcinea no fuera un personaje, sino un lugar? Sobre Miguel de Cervantes se sabe todo, y nada. Sus biografías podrían definirse como aproximativas. En Dulcinium se esboza lo que pudiera ser la llave de su gran amor, y del bíblico desencanto con la patria. En la guerra de Kosovo de 1999, informando sobre la campaña de la OTAN contra Serbia, Angela Rodicio descubrió que la localidad montenegrina de Ulcinj se trataba de la antiuga Dulcinium. Se quedó boquiabierta cuando, en la primera de diversas visitas, sus habitantes no cejaban en dar todo tipo de detalles sobre la estancia de Cervantes, cautivo, entre los muros de su fortaleza. Fue el comienzo de más de una década de viajes y revisiones de aquella leyenda y su significado en la vida y la obra de nuestro escritor más universal.
El hidalgo que nunca regresó
Carlos Luria. Pàmies.
Pocas ciudades amó tanto Cervantes como Barcelona, única que nombra en el Quijote. Se sabe que la visitó seis días en 1575, pero no qué hizó allí, así que para averiguarlo el joven Rocamaura viaja a Madrid cuarenta años después, con una arqueta antigua que sólo regalará al anciano escritor alcalaíno si le desvela lo ocurrido en aquel viaje. Los recuerdos de juventud, sus amores y aventuras, se alternan con las reflexiones del autor de 1615 que está rematando la segunda parte del Quijote, desengañado ya de casi todo.
El ingenioso hidalgo
Álvaro Bermejo. Algaida.
Con el atrevimiento que da conquistar cientos de premios literarios, Álvaro Bermejo remeda al Quijote en el título de su penúltima novela, en la que arte, literatura y herejía navegan juntas gracias al encuentro en Roma de El Greco y Cervantes. Esa es la excusa para recorrer la vida del pintor, por una parte, y la del narrador, por otra, al tiempo que se suceden aventuras de todo tipo y trascendencia.
Misterioso asesinato en casa de Cervantes
Juan Eslava Galán. Espasa.
Con este libro Juan Eslava Galán ganó el último Premio Primavera de Novela. El libro se centra en uno de los últimos infortunios que vivió el autor del Quijote cuando era ya un "hombre viejo y fracasado". Con el cadáver de un hidalgo aparecido a las puertas de la casa de Cervantes, el escritor arma un thriller a la española que el propio autor inscribe en "la tradición realista de la literatura española".
El club de los caníbales se zampa a don Quijote
Gabriel García de Oro. Anaya.
Lo normal, cuando no se hacen los deberes, es alegar que el abuelo se ha puesto malo o que se han perdido los apuntes, pero lo de Leo, a pesar de parecer inverosímil, es la verdad: mientras preparaba un trabajo sobre el Quijote, su libro ha caído en la jaula de los chimpancés. Octavio, un mono con un elevadísimo nivel intelectual, lo lee y se trastorna como don Quijote. Una forma de perder el miedo a los clásicos más segura que el bálsamo de Fierabras.
Shakespeare cuenta...
Charles Lamb. Espasa.
Los autores, a comienzos del siglo XIX, pensaron que la mejor manera de dar a conocer a los lectores jóvenes el teatro de Shakespeare sería convertir en cuentos las famosas tragedias del inmortal escritor inglés. Con este fin cambiaron la forma dialogada en una prosa amena convervando los argumentos originales. Toda la belleza y el interés de la obra shakesperiana están presentes en estos maravillosos relatos. Se recogen siete de los más importantes dramas: Otelo, Hamlet, Romeo y Julieta, El sueño de una noche de verano, El rey Lear, Macbeth...
Si eres gato, salta del plato
Varios autores. Guadarramistas.
Como no sólo de aventuras y desvaríos vivía el viejo hidalgo, los autores recuperan la gastronomía española del siglo XVII, de los suelos y quebrantos al pan de munición, de las bebidas de nieve a la olla podrida, la alboronía, los pasteles, y tantos otros platos que constituían la base de la alimentación de reyes, campesinos y soldados en los tiempos de Cervantes.