Aquí puedes leer las primeras páginas de Las chicas de Emma Cline

Emma Cline (Sonoma, 1989) se estrena con una historia sobre crecer y sus peligros. Un relato sobre el paso a la edad adulta instalado en ese tenso momento en el que todo puede saltar por los aires. Este debut rotundo ha sido aclamado por la crítica y confirma las expectativas de esta prometedora voz americana.

Verano de 1969: Evie Boyd, una californiana de catorce años, no está donde querría estar. Su presente la tiene sumida en la apatía; su futuro inmediato, un internado, se le antoja una humillación. Los rituales inocentes de la amistad púber ya no le sirven, y los chicos aún no le hacen caso. Evie busca una salida que toma la forma de unas chicas: misteriosas, elegantes, sexuadas, impregnada de promesas de libertad. Las chicas la subirán a un autobús y la llevarán a un rancho, donde, lideradas por Russell (músico reconvertido en gurú omnipotente), consagran sus días a la vida natural, atravesada por una subcorriente erótica que estimula e inquieta. Fascinada y perpleja, Evie se sumerge en una espiral de drogas psicodélicas y amor libre, de manipulación mental y sexual, que le hará perder el contacto con su familia y con el mundo exterior. Y cuando un aire enrarecido empieza a traer las primeras señales de su error, Evie ya no será capaz de verlas.

Las chicas ha venido precedida de una gran expectación a nivel internacional. En parte debido al reconocimiento cosechado por Emma Cline con sus relatos de ficción en revistas como Thin House o The Paris Review, otorgándole esta última el Plimpton Prize. El lector juzgará si la expectación está justificada, pero la crítica ya destaca la inusitada madurez con la que Cline perfila la compleja psicología de sus personajes. A su vez, Las chicas nos presenta un retrato excepcional de la fragilidad adolescente y del tormentoso proceso de hacerse adulto. También aborda el tema de la culpa y las decisiones que nos marcarán toda la vida. Y recrea aquellos años de paz y amor, de idealismo hippie, en los que germinaba un lado oscuro, muy oscuro. Claramente inspirada en uno de los momentos más siniestros de la reciente crónica americana: la matanza de Charles Manson y su clan, Cline prefiere poner el foco de atención en aquellas chicas angelicales que participaron en el crimen atroz. Una novela tan inquietante como absorbente cuyos derechos de traducción ya se han vendido en treinta y cinco países. Asímismo, el productor Scott Rudin planea adaptarla a la gran pantalla.