Ascenso y crisis: Europa 1950-2017. Un camino incierto
La situación de Europa, tal como se detalla en esta obra de Ian Kershaw, no es tan mala como parece
17 junio, 2019 08:59Ian Kershaw
Traducción de Yolanda Fontal
Crítica. Barcelona, 2019
688 páginas. 33 €. Ebook: 14,24 €
La última Conferencia de Seguridad de Múnich fue deprimente. Durante la Guerra Fría, era el acontecimiento más importante para los europeos y los estadounidenses comprometidos con la OTAN y los lazos transatlánticos. El senador John McCain encabezó durante décadas la delegación de Estados Unidos. En su último discurso, pronunciado en 2017, se ganó una clamorosa ovación cuando proclamó: “No deberían prescindir de Estados Unidos, y tampoco deberíamos prescindir unos de otros”.
En la reunión de este año, en cambio, el vicepresidente Pence, en la línea de Trump, intimidó a los aliados en vez de homenajearlos. El debate entre europeos fue igualmente descorazonador. Los británicos y sus colegas europeos discutían diferentes opciones para el Brexit. Al mismo tiempo, los liberales diseccionaban las causas de la popularidad que algunos populismos de derechas están alcanzando en el continente. Las discusiones más negras giraban en torno al posible hundimiento de la eurozona y la Unión Europea.
Ambos desafíos –el futuro de los vínculos transatlánticos y la suerte de la UE– son reales. Sin embargo, la historia de Europa a lo largo de los últimos 70 años –tal como se explica brillantemente en el magistral Ascenso y crisis. Europa 1950-2017, de Kershaw (Oldham, Gran Bretaña, 1943)– debería dar crédito al argumento de que la situación no es tan mala como parece. Al sintetizar este periodo de la historia europea en un volumen extenso pero de muy fácil lectura, su autor nos recuerda que el continente se enfrentó a otros retos inmensos en la época de posguerra y sobrevivió; que hay tendencias duraderas a la paz, la prosperidad y la democracia sólidas y notables.
La situación de Europa, tal como se detalla en esta magistral obra de Kershaw, no es tan mala como parece
Respecto a los retos del pasado, Kershaw pone de relieve que los europeos de la posguerra se enfrentaron a problemas que hacen que los actuales parezcan más manejables. Durante la mayor parte del periodo abarcado por el libro, los regímenes comunistas leales a la Unión Soviética sometieron a millones de europeos y la tensión entre el Este y Occidente se incrementó hasta acercarse al conflicto armado.
Entre 1950 y 2017, la política interior de los países europeos también daba muestras de una incertidumbre y una inestabilidad mayores de lo que muchos recuerdan hoy. Durante esa “Edad de oro” de Europa, las potencias imperiales tuvieron que lidiar con la descolonización. Las guerras francesas en Indochina y Argelia y las portuguesas en Angola y Mozambique representaron retos peligrosos para los regímenes, al lado de los cuales los problemas actuales de Francia y Portugal parecen menores. Además, Europa fue víctima de la violencia, ya fuese la de las Brigadas Rojas en Italia, la del grupo Baader-Meinhof en Alemania occidental, la del IRA en Irlanda del Norte o la de ETA en el País Vasco. Los reveses económicos –en especial los de 1973 y 2008– interrumpieron periodos de crecimiento. Incluso la guerra, a veces bajo la forma de limpieza étnica, estalló en los Balcanes en los 90. El Brexit, el populismo e incluso el terrorismo yihadista parecen problemas más leves que el genocidio.
Kershaw detecta en la historia europea de 1950 a 2017 varias tendencias positivas y duraderas absolutamente milagrosas. La principal es que la mayor parte del continente vivió en paz todos esos años, en agudo contraste con las espantosas atrocidades relatadas por el autor en Descenso a los infiernos. Europa 1914-1949. La segunda, en parte consecuencia de la primera, es que, por término medio, los europeos se volvieron más ricos de lo que habían sido nunca. Según cálculos del autor, la fase comprendida entre 1950 y 1973 fue muy próspera y constituyó una “Edad de oro” o un “milagro económico” para la parte occidental del continente, e incluso una “Edad de plata” para el bloque comunista. Al final, se congratula Kershaw, casi todos los países europeos adoptaron la democracia. El británico lo resume diciendo que “Europa es más pacífica, próspera y libre que nunca en su larga historia”. Junto a estas tres tendencias positivas de paz, prosperidad y democracia, la cooperación entre los países europeos experimentó una expansión que culminó con la creación de la Unión Europea y el euro.
La verdad es que todas estas tendencias asombrosas se han ralentizado o detenido. Con la salida de Gran Bretaña, la Unión Europea disminuirá de tamaño por primera vez. Por otra parte, en 2004 la guerra volvió a Europa con la anexión rusa de Ucrania, donde la intervención encendió la llama de un conflicto militar que ya se ha cobrado 10.000 vidas. Con todo, sería prematuro vaticinar una nueva trayectoria negativa. La paz, la prosperidad y la democracia en Europa todavía gozan de un impulso importante.
Los líderes europeos deberían leer a Kershaw para recordar los increíbles avances de estos 70 años
El futuro de Europa resulta especialmente difícil de predecir, subraya Kershaw, porque “es fácil subestimar el papel del azar en el cambio histórico”. En contra de algunas modas intelectuales, el autor trae aires nuevos al admitir la posibilidad de que los individuos pueden influir en la historia. Por ejemplo, atribuye un papel decisivo al canciller Adenauer en la transformación de Alemania de amenaza para el continente en pilar de la estabilidad y la prosperidad. El relato del autor también concede un importante papel a Jruschov por reducir la represión en el mundo comunista. Asimismo, nos recuerda que la decisión del primer ministro David Cameron de celebrar un referéndum sobre el Brexit evidencia cómo las decisiones de los líderes pueden tener consecuencias estratégicas. Esto no significa que, en su relato, el autor destaque sólo la labor –para bien y para mal– de los líderes políticos. También lleva a escena a las masas cuando explica cómo la ciudadanía movilizada acabó con el comunismo. Todo un capítulo está dedicado a “El poder de la gente”.
La teoría de Kershaw sobre la capacidad de acción en el curso de la historia abre la puerta a un abanico de posibilidades relacionadas con el futuro del continente. Los líderes europeos deberían leer Ascenso y crisis para que les recuerde los increíbles avances de los últimos 70 años y les diga que ellos tienen el poder de sostener esos avances con sus acciones individuales. Los líderes estadounidenses también deberían leerlo para enterarse de que hemos estado y podríamos seguir estando mucho mejor en sintonía con un continente de aliados libres, seguros y prósperos.
© New York Times Book Review