El muerto muy vivo de Israel de la Rosa
Con 'El hombre que buscaba nacer', el escritor se confirma como un narrador solvente, que logra con unas pinceladas secuestrar la atención del lector
12 mayo, 2020 06:36Novelista, dramaturgo, fotógrafo y actor de doblaje, Israel de la Rosa (Elda, 1973) se dio a conocer en 2001 con Diario de un xenofobo, finalista de los premios de Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Símbolo de la precariedad de gran parte de los narradores españoles ajenos a modas y banderías, tras varios años de silencio se ha visto obligado a recurrir a la autoedicion para publicar su última novela.
Se trata de El hombre que buscaba nacer, un curioso relato que arranca con la repentina desaparición de un cadáver de una funeraria en las afueras de un pueblo. El muerto, además, era un hombre que acababa de despertar de un coma que le había mantenido treinta años postrado en casa de su madre, y que, al despertar, comenzó a dar un paseo que su corazón no resistió. Lo que podría haberse convertido en una desaforada historia de terror o un divertimento de zombies rurales da un giro inesperado cuando el muerto no muerto, Germán, se enamora de una mujer maltratada, Isabel.
Con detalles que recuerdan a Rulfo en lo “real maravilloso” y a Delibes en su retrato de la vida en los pueblos, De la Rosa se confirma como un narrador solvente, que quizás hubiese necesitado más páginas para desarrollar una trama que en ocasiones parece simplemente abocetada, pero que logra con unas pinceladas secuestrar la atención del lector.