Una pregunta ineludible que se hace el lector ante una antología es desde qué criterio, o criterios, se ha llevado a cabo la selección. Dejando aparte que no falta en ocasiones el simple “gusto” personal, una de las respuestas que está detrás de los textos reunidos en este tipo de libros, libros de libros, es uno o unos ciertos valores estéticos, lo que en última instancia apunta siempre al objetivo de canonizar el ideario poético del que se trate. No en vano toda antología cumple esa función y, como alguna vez ya se ha apuntado, la visión de la poesía española contemporánea, su historia, viene siendo desde hace ya casi un siglo, fruto de una serie de antologías.
No es así en Años de trece meses. Como se lee en la breve nota introductoria, donde quien escribe es la propia editorial, “Demipage apuesta por la poesía y, en consecuencia, no desea fijar un canon literario […] Nuestra propuesta es clara y sencilla: ofrecemos una muestra breve de la calidad de trece autoras actuales en lengua española”.
En cuanto a lo primero, aun no pretendiendo fijar un canon, una antología no puede renunciar a esa función que le es propia, aunque es verdad que los textos que aquí se presentan no participan de una única estética y, por tanto, en ese sentido lo que se dice es cierto.
Y está la cuestión de que se trata de mujeres. Así, Años de trece meses se une a la serie de poesía de mujeres que, en las últimas décadas viene siendo bastante habitual desde que en 1985 Ramón Buenaventura publicó Las diosas blancas, serie que viene a corregir el olvido de las mujeres en tantos de los volúmenes recopilatorios de las décadas anteriores.
Olvido que es absoluto en bastantes de los casos, aunque también es el momento de recordar la pionera Poesía femenina española viviente de Carmen Conde en 1954. Y es claro que esa serie es síntoma de un cambio cultural que, pese a las resistencias de algunos, es imparable. Tiempo de normalización.
La nómina de poetas seleccionadas en esta antología por el también poeta y crítico Francisco Javier Irazoki la componen Piedad Bonnett, Isla Correyero, Blanca Andreu, Maite Pérez Larumbe, Aurora Luque, Asunción Escribano, Isabel Bono, Luisa Castro, Pilar Adón, Raquel Lanseros, Ioana Gruia, Berta García Faet y Rosa Berbel, algunas de ellas ya presentes, por cierto, en la mencionada Las diosas blancas y en otras posteriores.
'Años de trece meses' se une a la serie de poesía de mujeres que en las últimas décadas viene a corregir el olvido de las décadas anteriores
Como bien sabe el lector de poesía, son autoras reconocidas, con buen número de publicaciones varias de ellas. Aunque es de destacar que Berbel cuenta con un único libro, Las niñas siempre dicen la verdad, que justifica bien su inclusión. Y, si bien es cierto que toda antología supone que alguien echará en falta a X, Y o Z, las trece poetas seleccionadas tienen todos los méritos para estar en estas páginas.
Desde estéticas diversas, del surrealismo al coloquialismo, ya sea con ritmos tradicionales, ya con formas que se desentienden de ellas, estas voces ofrecen nuevas visiones de las cosas y la vida. Y no podría ser de otro modo.
Es de destacar cómo el cuerpo femenino no es ya un mero objeto amado, admirado, sino un cuerpo real, ya no deseado, sino deseante, ya sea expresado en lenguaje indirecto, ya por alguna de estas poetas con un léxico sin tapujos. Voz liberada, cuerpo liberado. La niña que se fue, los cambios en el cuerpo, la maternidad, ¿podrían hablar de ello del mismo modo voces de hombre? Años de trece meses habla de todo esto y mucho más y, desde luego, se dice en poesía.