La madurez poética de Hasier Larretxea
En 'Otro cielo' el poeta, que ha logrado depurar el lenguaje, deja a menudo una puerta abierta a las dudas y jamás incurre en maniqueísmos
23 junio, 2022 02:41Hasier Larretxea (Arraioz, Navarra, 1982) ha publicado nueve libros de versos —algunos de ellos en euskera—, un ensayo, un volumen de narrativa con ecos autobiográficos.
Los trece poemas iniciales de su nueva obra, Otro cielo, están escritos en prosa. Larretxea evoca su niñez de alambradas, maleza, nieve, ladridos, amenazas, caídas. La intensidad de las vivencias es expresada con frases nítidas. La infancia rural del autor termina con alusiones a la arruga, el palo y la sombra. La segunda parte del libro contiene veintiséis preguntas inspiradas por un homenaje.
El músico Niño de Elche reconoce su fascinación por el cineasta José Val del Omar, y Hasier Larretxea transmite el mismo asombro. En el tercer apartado, el poeta se refiere a un tiempo de luchas íntimas, desasosiegos colectivos, temores, neblinas. La vida cotidiana y las huellas poderosas de los ancestros comparten un espacio restringido. Se percibe el deseo de emanciparse en un ambiente de nudos, herrumbre y guadañas: “Fuimos recolectando / piedra a piedra / una herencia / de ruina / para construir / la ventana / de la palabra / y de la contemplación”.
[Memoria y lugar de Hasier Larretxea]
La cuarta sección es la más breve. Encierra afirmaciones a las que el escritor responde con preguntas. La literatura de Larretxea deja a menudo una puerta abierta a las dudas y jamás incurre en maniqueísmos. La inquietud, latente en no pocas composiciones, asoma en algunas líneas: “El miedo / es ese aliento / que dormita / siempre / de costado”.
La última parte de la obra se cierra con un poema en prosa y confirma la depuración expresiva lograda por el autor. Leemos nuevas reflexiones sobre los años de incertidumbres y aprendizajes: “Madurar supuso cambiar de preguntas, que la bruma fuera disipando cada letra que conseguíamos garabatear en aquellas botellas que aún olerán a alcohol”.
Otro cielo certifica la madurez literaria de Hasier Larretxea. La edición cuidada y la imagen sugerente que Alejandro Pasquale ha creado para la cubierta del libro son igualmente encomiables.