Los mejores libros de Antonio Gala para entender las obsesiones del escritor
De 'El manuscrito carmesí' a sus poemas, el amor fue el tema que vertebró la obra literaria de un creador total.
28 mayo, 2023 13:50Antonio Gala, el último icono de las letras españolas del siglo XX, fue el escritor del arte de la palabra. En su obra literaria, que empezó de forma precoz, armando relatos cuando apenas tenía cinco años, cultivó la narrativa, la poesía, el columnismo o la dramaturgia. Muchos de sus libros cosecharon un gran éxito de público —fue durante muchas temporadas el autor que más vendía en la Feria del Libro de Madrid—, aunque su producción se había frenado en las últimas décadas por culpa de una larga enfermedad. El considerado señor de la palabra y poeta del amor ha fallecido este domingo a los 92 años de edad. Estas son algunas de sus obras más importantes
El manuscrito carmesí (1990)
Fue su primera novela, con la que ganó el Premio Planeta. La ficción histórica reconstruye la vida de Boabdil, el último rey nazarí de Granada. La luminosidad de los recuerdos infantiles del protagonista palidecen al recaer sobre sus hombros la responsabilidad del final de su reino. Gala muestra en su narración simpatía hacia el sultán, a quien consideraba injustamente tratado por la historiografía oficial.
La pasión turca (1994)
Otro de los títulos más célebres del escritor, una amarga meditación sobre el amor, llevado a sus últimas consecuencias en medio de un clima muy patético, hasta la destrucción física y moral, que Gala describe con la irresistible fuerza de su estilo. La novela contó con una exitosa versión cinematográfica dirigida por Vicente Aranda y protagonizada por Ana Belén.
Más allá del jardín (1995)
Gala aseguró durante la presentación de esta novela que se trata de "una invitación a todas las mujeres a la transgresión. Está dirigida a las que viven instaladas en la felicidad doméstica del matrimonio y acatan la moralidad burguesa". La protagonista, una aristócrata sevillana de nombre Palmira, ha de enfrentarse a un inesperado amor carnal y arrebatador que resquebraja su tranquilo mundo. Este libro también fue adaptado al cine por Pedro Olea en una película protagonizada por Concha Velasco, intérprete también del mejor teatro de Gala.
Charlas con Troylo (1981)
En su faceta de articulista, Gala trabajó en diarios como Pueblo, Sábado Gráfico, Actualidad española, El País y El Mundo. En la columna de este último periódico fue donde anunció en 2011 que padecía cáncer. Varias de sus series de artículos han sido publicadas posteriormente en forma de libros, como Charlas con Troylo, donde recogió sus comentarios sobre la vida española de esos años, los de la Transición, publicados en El País Semanal, bajo la forma de charlas o monólogos con su perro Troylo.
Dedicado a Tobías (1988)
También recopilación de artículos publicados en El País. El epígrafe que le da título surgió durante una cena, cuando una mujer le pidió que dedicase un libro a su hijo de cinco años. Durante una de las presentaciones explicó que la base de esta selección de columnas, como la de toda su obra, era la actitud poética. "La creación es como un líquido que toma la forma del recipiente en que se vierte; y si se cristaliza, se transforma en lo más alto que hay en la literatura: un poema", destacó.
Poemas de amor (1997)
Antonio Gala fue un enorme poeta que hizo del amor uno de los temas esenciales de su obra. "El amor siempre rompe, al llegar tanto como al irse. A sangre y fuego entra; a sangre y fuego sale", decía. Pero también tiene otros versos certeros sobre este tema tan protagonista en toda su creación: "El amor sin dolor es una bobería". "Todo el que ama, incluso el desamado, gana, porque también el desamor nos enseña mucho". "El amor de verdad tiene que transgredir".
Ahora hablaré de mí (2000)
Autobiografía de Gala en la que se permitió hablar "en primera persona, sin coturnos, descalzo". Estructurada en 24 capítulos, es en realidad "una vaga colección de recuerdos y de anécdotas" que escogió el autor sobre su propia vida, las cosas cotidianas o incluso la política —se definía como "un anarquista comprensivo, lo mío es la ausencia de poder"—. Una obra que el creador firmó por la necesidad de hacerse entender por sus miles y miles de lectores.