José Ovejero en la Feria del Libro de Madrid. Foto: Sergio Cadierno

José Ovejero en la Feria del Libro de Madrid. Foto: Sergio Cadierno

Letras

'Vibración', la inquietante novela de José Ovejero sobre el mundo rural y los secretos de un pantano

El escritor narra la historia de una pareja que se instala en un pueblo buscando la paz pero se encuentra con una atmósfera turbadora de culpas y odios.

23 enero, 2024 01:57

José Ovejero (Madrid, 1958) es uno de los autores más interesantes del actual panorama literario en español, un escritor integral, capaz de tocar cualquier palo con la implicación debida. Lo certifican sus publicaciones, que van desde la poesía (Biografía del explorador, 1993) a los libros de viajes (China para hipocondríacos, 2005), pasando por el ensayo (La comedia salvaje, 2010; La ética de la crueldad, 2012), el relato corto (conmovedora su colectánea Mientras estamos muertos de 2022, reseñada en estas páginas) y la novela, en la que abundan títulos significativos (La seducción, 2017; Insurrección, 2019 o Humo, 2021, entre otros) y a la que parece haber consagrado su esfuerzo en los últimos años. A este género pertenece Vibración.

Se trata de una novela ambiciosa en la que Ovejero explora el mundo rural y se hace eco de diferentes modelos vitales, encarnados en multitud de personajes que aparecen bien definidos, a pesar de que la mayoría apenas asoma a la historia.

Vibración

José Ovejero

Galaxia Gutenberg, 2024
363 páginas. 21 €

Una pareja joven recala en un pueblo casi perdido con su hija de cinco años. Allí tratan de recomponer sus vidas, en pausa tras un fatal accidente del que el hombre fue responsable. Sin embargo, el lugar no les da la paz que esperaban porque les resulta inhóspito, de ambiente enrarecido y turbador.

Así mismo, el trato con los vecinos es poco cordial: están ofuscados con secretos que les han agriado el carácter y han minado la convivencia entre ellos. El hombre lo sabe bien porque parte de su infancia transcurrió en ese lugar, el espacio original de sus mayores. En el pasado, además, el pueblo sufrió la fiebre del desarrollismo, como refleja su desolador paisaje: una central nuclear desmantelada, zonas residenciales inacabadas y en ruinas, una ciudad del ocio que solo existió en carteles ahora anticuados y descoloridos…, en definitiva, anuncios de crecimiento y progreso finalmente fracasado. Pero, por encima de todo, destaca el pantano, una masa oscura y tentadora bajo cuyas aguas se esconde una antigua necrópolis y una aldea que quedó anegada tras su construcción.

"En 'Vibración', José Ovejero aborda temas como la violencia secular, el vacío de la juventud y el miedo"

La novela consta de varias partes, enmarcadas por dos narraciones breves, perfectamente simétricas, que abren y cierran el núcleo central, confiriéndole una estructura circular que simboliza el eterno retorno. La primera, de carácter fragmentario, recoge relatos cortos sobre diferentes individuos enraizados en el pueblo y muestra el estancamiento de un lugar sin futuro, incapaz de proporcionar esperanzas a unos jóvenes cuya existencia se diluye en la nada. La segunda se focaliza en la familia de forasteros que se instala en la localidad y que, a medida que pasa el tiempo, advierte el efecto pernicioso de esa atmósfera inquietante y malquistada.

El escritor teje su discurso sobre la base de obras fundamentales de nuestra literatura, desde el Lazarillo hasta En la orilla, pasando por Pascual Duarte o El Jarama. Todo está ahí –connotando sentidos– como reflejo de nuestra historia, mezclado y original, plural y único, impecablemente ensamblado. En la parte centrada en el grupo foráneo el relato se tiñe de misterio. Es entonces cuando el pantano cobra mayor protagonismo, con sus rumores y su oscuridad atrayentes; con sus enigmas perpetuos que compiten con las incógnitas de los vecinos; con sus sombras, sus seres fantasmagóricos y las ánimas de los que sufrieron una realidad tormentosa.

En Vibración, José Ovejero aborda temas como la violencia secular, la convivencia en el mundo rural, las culpas y los odios que se transmiten entre generaciones, la falta de expectativas vitales, el vacío de la juventud, la frustración de la adultez, el miedo, la atracción de los abismos, las ruinas personales, la carencia de afectos… Y la resistencia vibrante de un hombre y una mujer como origen de la vida y única certidumbre.