Piedad Bonnett. Foto: Juan Cristóbal Cobo

Piedad Bonnett. Foto: Juan Cristóbal Cobo

Letras

La poeta colombiana Piedad Bonnett, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana

El jurado del galardón más prestigioso de la poesía en español y portugués, convocado por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, destaca su "poesía luminosa".

3 junio, 2024 18:30

La poeta colombiana Piedad Bonnett (Amalfi, Antioquia, 1951) ha sido galardonada hoy con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más prestigioso en el ámbito de la poesía en español y portugués, auspiciado por Patrimono Nacional y la Universidad de Salamanca desde 1992. El fallo se ha anunciado esta tarde en el Salón de Mayordomía del Palacio Real de Madrid.

Piedad Bonnett recibirá el premio de manos de la Reina Doña Sofía en una ceremonia que se celebrará durante el mes de noviembre en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana está dotado con 42.100 euros y la edición de un poemario antológico, jornadas académicas y estudio de su obra a cargo de un profesor de la Universidad.

La gerente de Patrimonio Nacional, María Dolores Menéndez, ha sido la encargada de leer el fallo del jurado. En este se destaca que la poesía de Bonnett "muestra una trayectoria sólida y orgánica con gran coherencia en su obra".

El jurado también ha señalado que la poesía de Bonnett "destaca dentro de un amplio mundo literario en el que tienen importancia también el ensayo y la narrativa" y que la autora es "una voz actual de referencia en la poesía iberoamericana con un trato elaborado del lenguaje que le permite acercarse a la experiencia vital con profundidad y belleza y a responder con humanidad a la tragedia de la vida. Su poesía es luminosa, aun cuando trata temas arduos, como el desamor, la guerra, la pérdida o el duelo".

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, se ha referido a Bonnett como “una de las voces más fuertes de la poesía iberoamericana, que se su suma a una lista deslumbrante de poetas que este premio acerca a todos los lectores”. Del último libro de la galardonada, Los habitados, ha destacado su capacidad para dejar patente que “el pasado nos acompaña porque todos estamos habitados de aquello que hemos perdido”.

En una conversación con Fernando Aramburu publicada en El Cultural en 2019, la propia Bonnett declaraba lo siguiente acerca de la fuerza de su voz que hoy ha elogiado García Montero: "Busco la fuerza expresiva como una forma de conjurar mis fragilidades y mis miedos. La literatura es un territorio donde uno puede reconstruirse, ir hasta el fondo, desentrañar". En aquella entrevista también reconocía que su poesía "nace del dolor, la insatisfacción, el escepticismo".

Piedad Bonnett es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes —de la que es profesora desde 1981— y tiene una maestría en Teoría del Arte y la Arquitectura por la Universidad Nacional de Colombia.

Además de poeta, Piedad Bonnett es novelista, dramaturga y crítica literaria. Su obra poética está compuesta por De círculo y ceniza (Ediciones Uniandes, 1989); Nadie en casa (Fundación Simón y Lola Gubereck, 1994); El hilo de los días (Colcultura, 1995); Ese animal triste (Editorial Norma, 1996), Todos los amantes son guerreros (1998); Las tretas del débil (Punto de lectura, 2004); Las herencias (Visor, 2008); Explicaciones no pedidas (Visor, 2011) y Los habitados (Visor, 2017).

A finales de 2021, Visor publicó Lo terrible es el borde, una antología de sus poemas a cargo de la profesora Malola Romero Carbonell. En el prólogo, la antóloga sitúa a la poeta colombiana cerca de los universos de Baudelaire, César Vallejo o José Asunción Silva. El retrato de los individuos sometidos por un entorno hostil, la visión trágica de la existencia y el “desamparo metafísico” aúnan a estos creadores, según destacó Francisco Javier Irazoki en su reseña del libro en El Cultural.

Bonnett ha publicado además las novelas Después de todo (2001), Para otros es el cielo (2004), Siempre fue invierno (2007), El prestigio de la belleza (2010), Lo que no tiene nombre (2013), Donde nadie me espere (2018) y Qué hacer con estos pedazos (2022), todas ellas publicadas por Alfaguara. También publicó un libro testimonio sobre la muerte de su hijo a los 28 años, Lo que no tiene nombre (2013).

También ha escrito obras de teatro como Gato miedo liebre, Que muerde el aire afuera, Sanseacabó, Se arrienda pieza y Algún día nos iremos.

En 2023, en un artículo con motivo de los 25 años de El Cultural, Piedad Bonnett explicaba los cambios ocurridos en su voz poética, siempre influida por sus escritores favoritos en cada época, desde Sylvia Plath a Juan Gelman o Idea Vilariño. También reconocía cómo cambió su estilo un hecho que partió su vida en dos: "Desde el suicidio de mi hijo, los versos salían de mí secos, duros, con un escepticismo que a veces deviene en ironía".

También se definía así como poeta: "Me identifico con aquella poesía para la cual lo íntimo es importante, que posee un decir al sesgo, y un desdén hacia experimentaciones intrascendentes. Y me siento un poco ajena a la que se apoya en recursos visuales o elementos propios de la realidad virtual. Pero todo está por verse. Con mi llegada a los 70 la vida me llama de nuevo a un cambio, y en ello estoy".

La autora colombiana suma este nuevo galardón a sus anteriores reconocimientos, entre los que figuran el Premio Nacional de Poesía de Colombia (1994, por El hilo de los días), el XI Premio Casa de América de poesía americana (2011, por Explicaciones no pedidas), el Premio de Poesía José Lezama Lima (2014, por el mismo libro) y el Premio de Poesía Generación del 27 (2016, por Los habitados).

Posteriormente al anuncio del fallo, a las 19 horas se celebra en el Auditorio de la Galería de las Colecciones Reales una velada poética para homenajear a la anterior galardonada, la poeta nicaragüense Gioconda Belli, en la que participan la propia autora, Raquel Lanseros, Antonio Lucas, Yolanda Castaño y Luis García Montero.

El jurado de la edición del XXXIII Premio Reina Sofía ha estado formado por la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva; el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado; el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; el director de la Biblioteca Nacional de España, Óscar Arroyo; la premiada en la anterior edición, Gioconda Belli; el escritor mexicano Jorge Luis Volpi; la poeta Raquel Lanseros; dos representantes del Departamento de Literatura Española e Iberoamericana de la Universidad de Salamanca, M.ª Isabel Toro Pascua y María José Bruña; la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, Selena Millares; la directora de la cátedra Ángel González de la Universidad de Oviedo, Araceli Iravedra; y María Sonsoles Sánchez-Reyes, secretaria del jurado.

En ediciones anteriores, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana ha recaído en figuras tan importantes como Olvido García Valdés, José Hierro, Mario Benedetti o Joan Margarit. El objetivo del galardón es reconocer el conjunto de la obra de un autor vivo que, por su valor literario, constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de España e Iberoamérica. Este premio se ha convertido en el más prestigioso en el ámbito de la poesía española y portuguesa.

En el borde

Lo terrible es el borde, no el abismo.
En el borde
hay un ángel de luz del lado izquierdo,
un largo río oscuro del derecho
y un estruendo de trenes que abandonan los rieles
y van hacia el silencio.
Todo
cuanto tiembla en el borde es nacimiento.
Y sólo desde el borde se ve la luz primera
el blanco-blanco
que nos crece en el pecho.
Nunca somos más hombres
que cuando el borde quema nuestras plantas desnudas.
Nunca estamos más solos.
Nunca somos más huérfanos.

Piedad Bonnett