Rita Indiana. Foto: Lisbeth Salas

Rita Indiana. Foto: Lisbeth Salas

Letras

Rita Indiana y el aullido del diablo: 'Asmodeo', una novela turbia y salvaje

El demonio que protagoniza el nuevo libro de la escritora posee a los humanos para sembrar por la Tierra la tristeza, la rabia y la venganza.

20 junio, 2024 01:34

Asmodeo bebe, de forma evidente, de El diablo cojuelo, la obra más conocida de Luis Vélez de Guevara, publicada en 1641. Si el demonio, en aquel texto, tiene un cuerpo encerrado dentro de una vasija y un estudiante lo libera del cautiverio y juntos van por los aires para observar cómo viven los humanos dentro sus hogares y descubren de ese modo sus vicios y sus virtudes, en la última novela de Rita Indiana (Santo Domingo, 1977), el diablo es incorpóreo y coloniza los cuerpos de los humanos para sembrar por la Tierra la tristeza y la rabia, la envidia y la venganza.

Asmodeo

Rita Indiana

Periférica, 2024. 264 páginas. 20 €

Aquí no hay vasija, pero sí un objeto mágico, un cuchillo que pide sacrificios para avivar al diablo. La sangre con que los muertos alimentan a los vivos.

Todo empieza con un Asmodeo pesaroso y hastiado del cuerpo en que se aloja desde hace tantos años. Ese cuerpo lleva por nombre Rudy: una vieja leyenda del rock que, a sus 44 años, está lleno de rotos, es decir, de fracasos. Así que el diablo decide transmigrar a otro cuerpo más joven. El periplo agotador de demonio milenario es la base de la trama de la novela: un descenso al interior de las pasiones humanas.

La autora apuesta por una estética barroca, aparentemente abigarrada que sin embargo esconde una asombrosa pulcritud estructural. Contundente como la ira de Black Sabbath, oscura como una pintura de Caravaggio, salvaje y turbia como un adolescente, ácida como una droga que te lleva de viaje y distorsiona el mundo para hacerlo más real, así es Asmodeo; lo más parecido a leer La vida es sueño mientras atruena Iron Maiden en una fiesta de personas heridas.

La novela, situada en 1992, transcurre en una semana y se organiza en siete capítulos como siete círculos de un infierno cada vez más ponzoñoso que, sin embargo, termina esperanzado. La tesis de Indiana podría ser esta: la literatura se eleva como un modo de exorcismo que libera del dolor y modifica los cuerpos y las vidas de los cuerpos.

Salvaje y turbia como un adolescente, ácida como una droga: así es 'Asmodeo'

Repetir que es posible expiar la violencia, repetir una mentira hasta que sea verdad o jugar a creer que el arte puede librarnos del mal. Tal vez por eso Rudy se obceca en escribir una ópera rock que sea capaz de sacarlo del fango. La ex estrella e Indiana: dos voces que se engarzan para aullar con el demonio.

La dictadura de Balaguer funciona como símbolo y trasfondo de esta historia coral alrededor del diablo porque el mal, parece decir Indiana, no está tanto en los genes como en las circunstancias. Se hereda la pobreza humillante y el poder de sembrar terror de manera impune. La conciencia de clase es, en la novela, un leviatán que atraviesa todo, siempre el más vulnerable como chivo expiatorio. Pero esto es una fábula, así que, en un gesto misericordioso que no voy a desvelar, Indiana dice: hay futuro, un futuro que está más allá o más acá de los vínculos humanos.

La novela destripa nuestras miserias terrenas, aunque, tal vez, lo más genuinamente barroco de esta obra es la reflexión acerca del paso del tiempo, "único sortilegio que carece de antídoto". O quizás lo más valioso es el modo en que el diablo se adentra en las personas y muestra la procesión de recuerdos y de anhelos, agolpados en los cráneos en estructura onírica. Porque la vida es sueño, soñemos, pues, como yeguas de Asmodeo.