Historia y retos del feminismo: un análisis global
Más de 30 especialistas ofrecen una amplia perspectiva sobre los desarrollos y desafíos del movimiento en un volumen colectivo editado por la UNED.
18 septiembre, 2024 02:20¿Qué es el feminismo? Se pueden dar muchas respuestas a esta pregunta, algunas básicas o previsibles, otras imaginativas, neutras o profundas, sesudas o líricas, sencillas o complejas... El feminismo es, según Paul Ricoeur, una filosofía de la sospecha, un intento de desvelar opresiones ocultas que se disfrazan. Todos los días encontramos en el debate público y en los medios de comunicación motivos de reflexión y discusión en torno al feminismo, acercamientos e invocaciones desde la política, la cultura, la sociología, la economía...
En la bibliografía sobre el feminismo se instala ahora una obra publicada por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) que por su ambición, por su comprensión global de esta ¿ideología, movimiento, fenómeno, sistema de pensamiento, filosofía, activismo?, aspira a una condición referencial: Feminismo(s): Historia y retos actuales, coordinada por María de la Paz Pando Ballesteros, Marta Calleja Duque y José María Enríquez Sánchez y que cuenta con la participación de más de 30 especialistas y un prólogo de José Luis Muñoz de Baena Simón.
Un libro que, como explica la profesora Pando Ballesteros, ha conllevado un largo proceso de edición (la pandemia aportó nuevas complicaciones), pero que ha supuesto para los coordinadores “un disfrute y una satisfacción”. El proyecto surge “a partir de la percepción de la necesidad”.
Título: Feminismo(s): Historia y retos actuales
Autores: María de la Paz Pando Ballesteros, Marta Calleja Duque y José María Enríquez Sánchez (coordinadores)
Editorial: UNED
Año de edición: 2024
Los responsables son profesores de universidades distintas pero que comparten en su desempeño docente intereses y temáticas. Y sentían “la necesidad de contar con un volumen que englobara de forma amplia lo que significan el movimiento y el pensamiento feministas”. “Evidentemente”, indica, “un volumen que ofrezca una visión completa es imposible, pero hemos intentado ofrecer una panorámica general que resulte accesible a estudiantes, docentes, investigadores e investigadoras”.
A partir de “un diagnóstico de las problemáticas esenciales”, los coordinadores se dirigieron “a los máximos especialistas en cada una de ellas”, para conformar un listado de autores integrado por Ana de Miguel Álvarez y María Ávila Bravo-Villasante, Rosa María Capel Martínez, María Dolores Ramos Palomo, Cristina Pérez Rodríguez, Ethel Barylka, Margarita Pintos de Cea-Naharro, Nieves Paradela Alonso, Amelia Sáiz López, Antonia Navarro Tejero, Izaskun Álvarez Cuartero, Pilar Cuder-Domínguez, Pilar Rodríguez Martínez, Elízabeth Manjarrés Ramos, Laura Fano, Lizbeth Sagols, Beatriz Suárez Briones, María de la Paz Pando Ballesteros, Iván Sambade Baquerín, David Pérez Rodríguez, Monserrat Boix, María Jesús Fernández Gil, Gracia Trujillo Barbadillo, Sonia Reverter, Mónica Colombara, Rosa Cobo, Gabriela Chiriboga Herrera, María de la Concepción Fernández Villanueva, Ana María Tepichin Valle, Mónica Ramos Toro, María Teresa Vera Balanza, Gema García-Albacete, Inmaculada Pastor-Gosálbez y Anna Sánchez-Aragón, Teresa López de la Vieja de la Torre y Soledad Murillo de la Vega. Los coordinadores solicitaron a cada especialista “una síntesis que nos permitiera tener la puesta al día del tema y una selección bibliográfica para que el interesado pueda ampliar y seguir trabajando”.
La obra arranca con una sección que ofrece una perspectiva histórico-conceptual del feminismo occidental, para analizar a continuación la evolución de los movimientos de las mujeres más allá de Occidente, los debates conceptuales de los feminismos contemporáneos (feminismos periféricos, feminismo y decolonialidad, ecofeminismo, teorías lesbianas…), los retos actuales del feminismo (sensibilidades lingüísticas, comunicación, ciberfeminismo, gerontología feminista, nuevas formas de movilización…) y su relación con las políticas públicas.
Un feminismo en cada época
¿Cuántos feminismos hay? “El tema”, señala Pando, “es complejo y polémico, pero a mí se me escapa un poco esa idea polémica: planteamos una perspectiva desde un ámbito académico, de pensamiento, docente e investigador. Hablamos de feminismos porque entendemos que hay distintos enfoques con un objeto común. Seguimos defendiendo ese objeto común, que es la voluntad de alcanzar la igualdad y luchar por la emancipación y la promoción de las mujeres. Buscar una igualdad efectiva y real. Conseguir la equidad y luchar contra un patriarcado que está implícito en todos los ámbitos de la vida cotidiana y se manifiesta de maneras diferentes según el lugar del planeta. Todas las épocas a lo largo de la contemporaneidad han presentado, en cada momento y en cada contexto, diferentes formas de responder a esa invisibilidad o discriminación que la sociedad mostraba sobre las mujeres. En cada lugar y en cada momento se han dado respuestas diferentes: de ahí que utilicemos el plural”.
Uno de los objetivos del libro, aclara la coordinadora, es “abordar el movimiento en toda su pluralidad de discursos, sin limitarse a los debates occidentales y eurocéntricos, calificados por otras culturas como imperialistas”. Para los responsables resultaba fundamental “aportar otras perspectivas, las de otras orillas, culturas y pensamientos” que protagonizan el segundo bloque de la obra.
El feminismo sigue enfrentándose a retos y problemas de enorme dimensión. Entre ellos, la violencia contra las mujeres y la consideración del cuerpo femenino “como un territorio a controlar o a dominar”. Luchar contra esa violencia (su presencia en los informativos es dolorosamente cotidiana) “es una necesidad que está por resolver”. Son violencias “que se manifiestan de diferentes formas: feminicidios, asesinatos machistas, violaciones grupales y también otras violencias implícitas y no tan evidentes pero que hay que tener en cuenta”.
También es un desafío “luchar contra la feminidad de la pobreza”, y es que “la pobreza está teniendo un rostro femenino en muchas partes del planeta”. Asimismo, “la vejez tiene distintas formas de ser afrontada y entendida en función de si se hace desde una mirada masculina o se tiene en cuenta una perspectiva en la que las mujeres tienen cabida”. Entre esas “violencias e instrumentalizaciones de los cuerpos de las mujeres” figuran también “la pornografía, la prostitución y los vientres de alquiler”. Asuntos que demandan activismo, pedagogía y movilización, “porque el cuerpo de las mujeres está siendo utilizado”.
Nuevos retos
Desde las luchas pioneras por el derecho al voto, por la consideración de la mujer como sujeto político (en algunas partes del planeta sigue siendo una conquista pendiente), el feminismo asiste a una continua renovación y actualización de sus retos. Problemas nuevos que requieren nuevas respuestas.
El feminismo no es una realidad homogénea ni unitaria. Y se enfrenta a contradicciones, brechas y rasgaduras internas. “A mí no me gusta identificar el feminismo como una ideología -explica Pando-, sino como un movimiento social, un pensamiento, y por supuesto está en continua evolución, en continua construcción. Y si se evoluciona es porque hay una crítica, un cuestionamiento a la forma de dar respuesta a los diferentes problemas. Eso provoca que haya disensiones o distintas maneras de interpretar y de dar respuesta a los conflictos. También tenemos ejemplos dentro del marxismo de estas fricciones y diferentes versiones que van matizando, corrigiendo o promoviendo el avance de la teoría. En el feminismo, los debates en torno a la formulación postestructuralista, así como las críticas que vienen de otras orillas como el feminismo poscolonial, que critican el feminismo occidental como un feminismo etnocéntrico, y que entienden que en otros lugares y culturas el feminismo puede tener una aplicación diferente, están contribuyendo a la actualización y revisión del discurso”.
Pero también conviene precisar que no hay tantas diferencias entre las proyecciones y los desarrollos del feminismo en las sociedades occidentales y en otras regiones o zonas geográficas, “porque el problema de las mujeres es el mismo en todas partes, buscar la igualdad y la emancipación y luchar contra el patriarcado y la discriminación”. Sí cambian “el ritmo y los contextos”, así como la naturaleza y la densidad de la discriminación. Diferencias determinadas por la cultura, “y aquí tenemos un enorme reto, porque nos estamos encontrando en el planeta con sociedades cada vez más multiculturales, y el feminismo tiene un reto en la multiculturalidad, en la convivencia de hombres y mujeres de diferentes culturas”.
El lenguaje inclusivo
Un tema que suministra de vez en cuando alguna polémica al debate público es el lenguaje inclusivo. “Desde su primera época”, señala la profesora, “el objetivo del feminismo es visibilizar a las mujeres. Porque estaban invisibilizadas en la Historia. Y el lenguaje inclusivo permite esa visibilización. Somos conscientes de que la Historia no es neutra, de que en los acontecimientos históricos han participado hombres y mujeres y que en numerosas ocasiones el genérico invisibiliza la participación femenina. Ese esfuerzo que se ha buscado durante mucho tiempo en el lenguaje inclusivo, que a veces nos produce incomodidad porque retrasa la expresión y la dinámica del discurso y a veces raya en lo ridículo si se quiere llevar al extremo, tiene un origen en esa necesidad de la visibilización, de poner sobre la mesa que las mujeres también han estado presentes en la Historia y han formado parte de los procesos y acontecimientos y han sido invisibilizadas por los términos neutros. Es un tema que se presta fácilmente a la polémica, pero hay muchas formas en el lenguaje de hacer presentes a las mujeres y no discriminarlas”.
¿Y qué papel representan los hombres en la proyección del feminismo? “Fundamental e imprescindible. Lo que busca el feminismo como movimiento social, y la historia de las mujeres como disciplina, no es desde luego invisibilizar a la mitad de la humanidad, sino avanzar en igualdad con la sociedad al completo. Más allá del binarismo masculino-femenino u hombre-mujer, tenemos que incorporar otras categorías que ya están muy presentes y visibles. El papel de los hombres es fundamental para luchar conjuntamente por la igualdad y acabar con esa estructura de poder que siempre discrimina a una de las partes. No se avanza en igualdad sin una redefinición de la masculinidad. Hay que desencializar los conceptos, que tienen que adaptarse a los contextos porque son construcciones culturales. Todos los conceptos y términos, la masculinidad, la feminidad, el hombre, la mujer…, pueden ser deconstruidos y desencializados, y reconstruidos con un significado que avance hacia la igualdad”.
Hay pocas obras sobre el feminismo que incorporen tantas perspectivas, a partir de la evidencia, como señala en el prólogo Muñoz de Baena Simón, de que “la variedad de direcciones de esta ideología (…) ha aumentado tanto en los últimos decenios, que resulta muy difícil dilucidar qué significa hoy en día ser feminista”. Lo que sí permanece a través del tiempo, las evoluciones, los debates, los desvíos y los significados es la necesidad y la pertinencia de una conquista: la igualdad.