Lola López Mondéjar

Lola López Mondéjar Daniel Hidalgo

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Lola López Mondéjar: "El uso adictivo de las pantallas dificulta el poder poner palabras a las emociones"

El Cultural
Publicada

¿Qué libro está leyendo?

Dans le nu de la vie. Récits des marais rwandais, de Jean Hatzfeld.

¿Cuál es el libro que más le ha ‘autoayudado’ ?

Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.

Si no hubiera podido ser escritora y psicoanalista, ¿qué hubiera querido ser?

Ballena. No deseo ninguna otra existencia humana.

¿A qué se debe la crisis de subjetividad en la narrativa actual?

No sé si existe tal crisis, pero mantengo la hipótesis de que el ascenso de la literatura del yo podría ser una reacción a la atrofia de la capacidad narrativa que sufrimos.

¿Tiene algo que ver con el poder creciente de las redes?

El uso adictivo de las pantallas ha incrementado la dificultad para ponerle palabras a nuestras emociones y sentimientos, y por tanto, para poder registrarlos en la memoria y ser capaces de narrarnos. Creo que esta dificultad afecta a ciertas formas de escritura, que adoptan una sintaxis hecha de frases yuxtapuestas y huye de las coordinadas y subordinadas.

¿Cree que estamos asistiendo al ocaso del narrador?

Sí en los intercambios comunes, donde falta también la capacidad de escucha que estimule la narración, lo que convierte a menudo el no-diálogo en un bla, bla, bla fragmentario, que informa pero no narra, y donde la subjetividad está elidida.

El libro detecta la dificultad de contarse y explicarse a uno mismo que sufrimos, a pesar del exhibicionismo emocional campante. ¿Tiene solución a corto plazo?

No la tiene sin reducir la virtualidad a favor de la desaceleración y la presencia.

¿Y la crisis del pensamiento y de la imaginación?

Al no separarnos de los objetos tecnológicos no se crea el espacio interno en el que pueda prosperar nuestra imaginación. El pensamiento necesita atención y tiempo, secuestrados ambos por las pantallas, que nos estimulan y distraen desde afuera.

¿A quién y por qué le interesa que dejemos de situar en el centro del relato la vulnerabilidad del ser humano?

Las grandes plataformas digitales tienen claro el perfil de los ciudadanos que pretenden producir: consumidores manipulables, acríticos, individualistas, fuente de los datos con los que se enriquecen.

Un disco/canción que se ponga en bucle estos días.

Águas de março, de Antonio Carlos Jobim.

¿Cuál es la serie que ha devorado más rápido? ¿Diría, por cierto, que es la mejor que ha visto?

A dos metros bajo tierra. Creo que es la mejor que he visto.

¿En qué película se quedaría a vivir y en cuál no aguantaría ni un minuto?

Viviría en el tren de Con faldas y a lo loco. Me salí del cine en La sustancia.

¿Ha experimentado alguna vez el síndrome de Stendhal? ¿Ante qué?

En la Capilla Brancacci, frente a La expulsión de Adán y Eva del paraíso, de Masaccio; en las celdas de Fra Angelico del convento de San Marcos, o paseando por las calles más escondidas de Roma.

No se muerda la lengua, díganos algo que ya no soporte del mundillo cultural.

La desafección política de demasiados escritores.

Una obra sobrevalorada.

Se me olvidan.

Un placer cultural culpable.

Adoro Jurassic Park.

¿Cuál es la última exposición a la que ha ido? Impresiones…

Surrealismo, Centro Pompidou de París. El loable esfuerzo de los curadores por visibilizar a las artistas.

¿La inteligencia artificial matará la creación artística?

Abrirá caminos en manos de los creadores, la mutilará en quienes la usen sin imaginación.

España es un país…

Bañado por el mar.