Ediciones de la Torre. Madrid, 1999. 186 páginas, 1.800 pesetas
¿Por qué la obra de Miguel Espinosa se mantiene todavía como una de las más olvidadas de nuestro panorama literario? Razones de mercado, de gusto y de despreocupación crítica vendrían a responder a esta pregunta y señalarían a la vez la pedestre recepción que las obras más inconformistas y heterodoxas tienen entre nosotros. Por eso es de agradecer que Luis García Jambrina haya escrito un libro como éste donde se analizan las características de la escritura de Espinosa, su peculiar concepción narrativa y las múltiples lecturas que se pueden hacer de este universo literario. Su trabajo, centrado en Escuela de Mandarines, La fea burguesía y la Tribada, es una buena introducción, divulgativa y rigurosa a la vez, para adentrarnos en una literatura de una belleza tan rara como clásica, tan innovadora como original. Tal vez si se hubiera prescindido de un determinado sesgo pseudofilosófico el libro hubiera ganado en claridad. Porque en verdad nos encontramos con un ensayo que merece ser tenido en cuenta para comprender la grandeza de nuestro escritor, la ambición de un proyecto narrativo que no sólo es audaz en sus planteamientos formales, en su riqueza estilística o en su tensión lingöística sino que a la vez propone un acercamiento moral al mundo presente no sólo en La fea burguesía sino en toda su obra. Además lo importante de este ensayo es que se estudia pormenorizadamente una parte de ese infinito mecanismo literario que fue el estilo de Espinosa y que supo traer fresco hasta nosotros el estilo culto y elevado de la gran tradición.