Image: El viaje que nunca termina (1926-1957)

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Ensayo

El viaje que nunca termina (1926-1957)

Malcolm Lowry

7 junio, 2000 02:00

Malcolm Lowry, por Grau Santos

Edición de Sherill Grace. Traducción de Carmen Virgili. Tusquets Editores. Barcelona, 2000. 314 páginas, 3.000 pesetas

El estilo de las cartas es tan elegante y sobrecogedor como su narrativa. Descubrimos a un Lowry que nos sorprende y cautiva por su erudición y la profundidad de sus ideas

"Malcolm Lowry, autor de una novela única, Bajo el volcán, se ha convertido ya en un clásico maldito". Con esta frase inicia Carmen Virgili el "Prólogo" del volumen compilatorio de las cartas de Malcolm Lowry, y pese a que el uso del adjetivo "maldito" resulte un tanto forzado, lo cierto es que a Lowry se le identifica casi exclusivamente con la obra mencionada, un clásico de la novela anglosajona.

Pero no viene Lowry a estas páginas por su sobrecogedora novela, sino por El viaje que nunca termina. Correspondencia (1926-1957), la edición de sus cartas que acaba de publicarse en España. Una edición en la que se ha seleccionado la correspondencia más importante del autor recogida en los dos volúmenes de sus cartas en edición de Sherrill E. Grace.

La correspondencia abarca un período de 30 años, entre 1926 y 1957, y se divide en ocho grandes grupos coincidiendo con los acontecimientos o estancias más importantes de su vida. Cada una de estas secciones va precedida de una breve pero informativa introducción de la editora donde nos informa de aquellos aspectos biográficos en la vida de Lowry que, al situarnos artística, temporal y espacialmente, colorean el contenido de la correspondencia. Encontramos cartas de todo tipo, desde breves anotaciones dirigidas a su médico hasta extensas y concienzudas epístolas donde se analizan momentos importantes en su vida, pasando por las que envió a sus esposas o editores. Algunas de ellas tienen el valor añadido para nosotros de haber sido enviadas desde Granada a su primera mujer, Jan Gabriel (el modelo para Ivonne en Bajo el volcán).

El estilo de las cartas es tan elegante y sobrecogedor como el de su narrativa de ficción. Entre sus líneas iremos conociendo a un Malcolm Lowry que, si bien no difiere mucho de la idea preconcebida que de él se tenía, nos sorprende y cautiva por la su erudición y profundidad de sus ideas como por el sentido del humor agudo, dirigiendo en muchos casos sus dardos irónicos a su propia persona, lo que se traduce en una humanización del personaje.

Sin duda alguna la misiva más importante de todas ellas es la que dirige a Jonathan Cape, el 2 de enero de 1946, defendiendo Bajo el volcán. Se trata de un ensayo de más de treinta páginas donde va diseccionando, desmenuzando el contenido de su novela. La carta ya ha sido publicada anteriormente (creo que la leí hace tiempo en una revista literaria de nuestro país), así que tal vez sea esa la razón por la que me ha interesado más otra de la que conocía su existencia pero no su contenido. Me refiero a la remitida al crítico Jacques Barzun (6 mayo 1947) por "una crítica tan tremendamente injusta de mi libro Bajo el volcán que creo que me perdonará que le devuelva el palo".

El interés de esta larga carta, de seis páginas, interesa distintas áreas. Por una parte sirve para desvelar de forma descarnada parte de la personalidad de Malcolm Lowry, pero es que además ofrece su valoración, creo que sincera, del propio autor sobre su obra: "Creo que dije que Volcán había sido elogiado en exceso, incluso por cualidades que probablemente no tiene... esa no es razónsuficiente para que usted lo despedace implacablemente por defectos que tampoco tiene". En esta carta efectúa Lowry un recorrido por la historia de la literatura como en ninguna otra, citando a Dostoyevski, Joyce, Faulkner, Hemingway, Keats, Zola... más de una docena de autores de todo tipo, estilo, época y nacionalidad. Y descubrimos una declaración sorprendente: "Yo no he imitado ninguno de los trucos de los escritores que usted menciona... De hecho -y para vergöenza mía- nunca leí el Ulises de cabo a rabo, de Dos Passos solo he leído Tres Soldados y nunca he sido capaz de leer una página de Tristam Shandy... Me gustó Fiesta cuando lo leí hace doce años, pero no he vuelto a leerlo desde entonces y no creo que haya influido en mí de un modo particular".

Las cartas están anotadas y, aunque algunas de las notas a pie de página puedan resultar superfluas, lo cierto es que en su conjunto resultan una ayuda ciertamente estimable.

A los dieciocho años Malcolm Lowry (nacido en Birkenhead, Gran Bretaña, en 1909) se embarcó como marinero hacia Extremo Oriente, experiencia que relató en su primera novela, Ultramarina (1934). Estudió filosofía entre 1929 y 1932 en Cambridge para, ya dedicado a la literatura, entregarse a una existencia itinerante, con estancias en Nueva York, en Hollywood y México y en la Columbia Británica. Progresivamente alcoholizado, en 1947 publicó la versión definitiva de su obra maestra, Bajo el volcán, que había reescrito cinco veces. Su vida terminó trágicamente en Sussex, al morir asfixiado mientras dormía, en 1957.