Image: Retrato de Aznar con paisaje al fondo

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Ensayo

Retrato de Aznar con paisaje al fondo

Amando de Miguel

12 junio, 2002 02:00

J. M. Aznar. Foto: Mercedes Rodríguez

La Esfera de los Libros. Madrid, 2002. 368 páginas, 18 euros

Con este pormenorizado análisis de la figura política y personal del actual primer ministro, el conocido sociólogo Amando de Miguel echa abajo el tópico del hermetismo de José María Aznar.

El retrato resultante sorprende, pues a la conocida visión de un político de principios y de firme carácter se añade una dimensión de notable pragmatismo. Una prueba de esto es que, como acertadamente señala el autor, el líder del PP nunca ha pretendido amoldar la militancia del partido a su visión de las cosas, sino que, por el contrario, ha sabido leer con perspicacia la voluntad y los deseos de las bases y del cuerpo electoral más afín para navegar a favor de esa corriente.

Pero estamos ante un político al que le interesa mostrar que tiene principios y nada más significativo que su renuncia a optar a la reelección. La constatación de que es un hombre de convicciones, junto a la conciencia de que se trata de una persona honrada, perseverante, que no se deja influir por los poderes económicos y un comportamiento y valores que lo asimilan a la clase media española, es lo que ha contribuido en gran medida a sus victorias electorales. Quizá el asunto que pueda parecer más interesante, a la vez que controvertido, para los lectores es el énfasis de Amando de Miguel sobre el españolismo de Aznar como su mayor contribución a la ideología del PP. La percepción del sociólogo es crítica, lo denomina "españolismo vergonzante", porque siendo patente en el discurso de los populares no es explícitamente reconocido.

Puede que el autor desorbite algo el asunto. él mismo reconoce con honradez cierto exceso después de que Aznar le aclare: "Yo no necesito ser españolista, ni es bueno que lo sea". Sin embargo, es un hecho que Aznar tiene una idea de España y que recoge y representa una extendida opinión de las bases contra el sentimiento antiespañol.

Se trata de una cuestión de interpretación y aquí puede ser oportuno citar al historiador Charles Powell, quien la ha explicado de forma matizada: "Aznar y sus colaboradores se caracterizaron desde el principio por su preocupación [...] por la necesidad de hacer compatibles los valores democráticos encarnados en la Constitución de 1978 con un legítimo sentimiento nacional español. A su juicio, España no podía considerarse una ‘nación de naciones’, ni mucho menos un Estado plurinacional, sino que debía entenderse como una única nación, integrada por distintos pueblos, cuyo rasgo más destacado era precisamente su carácter plural, multilingöe y pluricultural".

El lector se encontrará con una obra esclarecedora sobre Aznar, muy bien escrita y entretenida, en la que Amando de Miguel ha puesto a prueba su olfato como analista y observador de la realidad.