Gibraltar. La roca en el zapato de España
Manuel Leguineche
31 octubre, 2002 01:00Manuel Leguineche. Foto: Mercedes Rodríguez
Manuel Leguineche, con este nuevo reportaje, donde mezcla con pericia la documentación histórica, el rastreo del pasado reciente y la indagación periodística, nos pone al día sobre la cuestión de Gibraltar.Y lo hace con una medida de la proporción que sólo da la experiencia y un admirable despliegue de objetividad periodística. Que en el libro aparezca la circunstancia histórica, con la consabida aportación de fechas y hechos del pasado, en ocasiones algo tediosa, es imprescindible en esta crónica. Sin embargo, hay una parte del acontecer que es capital para el asunto abordado. Se trata de la etapa que va desde la II Guerra Mundial hasta la definitiva apertura de la verja, período en el que se conforma la identidad de la sociedad gibraltareña, tanto durante el exilio ocasionado por las medidas militares británicas durante el conflicto bélico como por el proceso de cohesión y toma de conciencia provocado por el cierre de la verja (1969) y el aislamiento dictado por el franquismo. Ahí se crea y consolida una conciencia diferencial, tanto frente a España como respecto a una Inglaterra distante.
Con todo, el componente más sobresaliente del libro está en el manejo de las fuentes orales y su sabia dosificación para proporcionar conocimiento sobre la conformación de la sociedad de los llanitos y su percepción de la situación. Aquí es donde el reportaje alcanza su máxima profundidad, son las informaciones relevantes que hacen tomar al lector idea de la verdadera situación de este enclave histórico y de la encrucijada que se presenta en la actualidad, tras el último acercamiento entre los gobiernos de Aznar y Blair para arreglar el contencioso.
Esta aproximación a los llanitos da la medida exacta de la familiaridad emocional que hay entre ellos y los españoles, donde el rechazo, en contraste con artificiosa incompatibilidad global que persigue el nacionalismo vasco, por ejemplo, se concreta sólo en la diferencia en torno a la política, a la forma en que este enclave ha de integrarse en la Unión Europea.
Es evidente que los habitantes de la Roca pretenden exprimir al máximo los privilegios que les pueda deparar su situación, pero esto es una cuestión que habrá de ser negociada. El libro se presta a ricas reflexiones, pero cabe concluir que Gibraltar como entidad territorial independiente o vinculada únicamen- te a Gran Bretaña dentro de la UE es inviable, aunque también es cierto que, con el concepto de soberanía en plena transformación, se debe tener en cuenta lo que opinan en el Peñón.